Ayer ocurrió algo que muchos no vieron venir, pero que puede cambiarlo todo. Moody’s, la última gran agencia que todavía confiaba en la solvencia de Estados Unidos, acaba de bajarle la nota crediticia… y con eso, se desató una tormenta en los mercados. El dólar se debilitó, los bonos del Tesoro se dispararon al 5% y Wall Street cerró en rojo. Pero lo más alarmante es que este no es un episodio aislado: es parte de un deterioro fiscal profundo, con una deuda que ya supera los 36 billones de dólares y un déficit anual de más de 1 billón. ¿Qué significa esto para el futuro del dólar? ¿Quién va a pagar la factura? ¿Y por qué nadie en el poder quiere hablar del problema de fondo? Aquí lo analizamos sin filtros, sin propaganda y con todos los datos sobre la mesa.
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