sábado, 2 de noviembre de 2019
ARGENTINA EL ESPEJO DE GRECIA, ¿GUERRA ENTRE PRIVADOS Y EL FMI?, por Alejandro Marcó del Pont (para "El Tábano Economista" del 24-10-19)
Por: Lic. Alejandro Marcó del Pont
El desafío de la nueva administración argentina para con la deuda externa es teóricamente simple. Si tengo $100 que pagar a privados y al FMI, la idea sería destinar $50 a cada uno. El inconveniente es que solo hay $70.
En ese caso el FMI entiende que: si hay que acordar, y esto limitaría las negociaciones a mejorar los plazos de devolución, lo óptimo sería que los privados tengan una quita, de manera tal que el organismo internacional recibiera el pago total. La cuenta sería simple: a los $50 de los privados le sacamos $30, entonces, nosotros, unidos a nuestra eterna voluntad de negociación, extendemos los plazos pero recibimos nuestros $50 completos.
Luego del default “encubierto” o “selectivo”, y de introducir un extraño verbo como reperfilar, inexistente en el diccionario de la Real Academia Española pero real en inglés (“profile”) y que, como bien dice Página 12, “Reprofile” significa “perfilar de nuevo” el verbo fue usado para “reprofile” la deuda griega. Ante esto, el candidato del Frente de Todos abrazó una posición moderada: renegociar sin quita ni default genérico, pero con tiempo.
Al parecer se presentó algún tipo de ruido en el entorno económico de Fernández, facilitado por el rumor del grupo Clarín, quien deslizó que el FMI habría transmitido al gobierno que la perspectiva de renegociación de la deuda con los privados, además de plazos, requería “una quita”. Las cuentas no cierran para todos.
El FMI habría sacado cuentas y tendría en mente la tan mentada teoría “de un solo bolsillo”. Esto es, los compromisos de pago futuros dependerán de los dólares que disponga el país, sin importar si se trata de pasivos con privados internacionales, deuda interna o con organismos internacionales. En otras palabras, lo que reclama el FMI es que las discusiones se encaren bajo un “enfoque integral” y no por separado, ya que “todo se conecta con la capacidad de pago del país” la que, según la visión desde Washington, “es alarmante”. Parecido punto de vista al anterior, pero esta vez con la inclusión del organismo internacional para negociar la quita, según lo refiere el periódico Ámbito financiero.
La idea, un poco gastada y espléndidamente plasmada por Juan Manuel Serrat en “disculpe el señor” –bien me quieres, bien te quiero, no me toques el dinero–, ya la experimentó el FMI en Grecia. El problema tenía la misma configuración. Dentro de las deudas impagables por el Estado helénico se encontraba la de los privados y la Troika (Banco Central Europeo, Comisión Europea y el FMI), los cuales pusieron a consideración de los primeros en el año 2010, la vaga idea de reflexionar acerca de posibilidad de una quita al monto adeudado, en apoyo a los esfuerzos realizados por el ejecutivo y el pueblo griego.
La respuesta de los particulares a la peregrina idea de considerar aceptar una quita no fue solamente de oposición, sino, más bien, de creer que la iniciativa formaba parte de un plan altamente desequilibrado. Ante tamaño rechazo, se echaron a andar los mecanismos compensadores de memoria.
Para accionar el mecanismo salió a la luz una antigua conocida de los argentinos, la Directora Gerente del FMI, Christine Lagarde, con lo que se daría a conocer públicamente como la “lista de Lagarde”. Un documento con el nombre de más de 2000 griegos que supuestamente tienen cuentas bancarias en Suiza para evadir impuestos.
Esta lista, y el archivo con los nombres, filtrados inicialmente por un empleado informático del banco HSBC, Lagarde se la había entregado cuando era ministra de finanzas (año 2010) a su par griego Giorgos Papaconstantinou, pues sospechaba que algunos de los miembros del gabinete usaban cuentas en el banco en Ginebra (Suiza) para evadir impuestos.
Entre los presuntos defraudadores del fisco estaban el asesor del primer ministro griego Stavros Papastavros y el exministro, y prominente miembro de Nueva Democracia, Georgios Voulgarakis, así como otros altos cargos del Ministerio de Finanzas griego, grandes empresarios, periodistas, médicos, abogados y funcionarios, entre otros.
Lo cierto es que la “Lista”,que llegó a manos del gobierno griego, nunca se investigó, pero fue publicada por una revista y generó la detención inmediata de un reconocido periodista que la hizo pública. Como era de esperar, Grecia mató al mensajero, el editor de la revista Hot Doc, Kostas Vaxevanis, fue acusado de violar la intimidad de más de 2000 personas. Muy parecido al juicio del extitular de la AFIP, Ricardo Echegaray, que fue absuelto el 28 de este mes de los delitos de violación de secreto fiscal por denunciar a fines de 2014 a 4.040 personas y empresas por no declarar cuentas radicadas en Suiza de las cuales estimó que la presunta evasión fiscal llegaría a $3.000 millones, lo que dio inicio a una causa en el 2014 impulsada por el ex ministro de Hacienda y Finanzas del gobierno de Mauricio Macri, Alfonso Prat Gay.
Solo para terminar, el periodista fue exonerado en octubre de 2012, pero la Fiscalía del Estado decidió poco después recurrir la sentencia por ser “legalmente incorrecta”. Ahora es doblemente inocente. Lo que resulta importante es el fin con el que se utilizó la mentada lista, ya que a estos niveles de poder raramente se filtran este tipo de nóminas.
A los fondos de pensión domésticos, es decir, de nacionalidad griega, así como los bancos griegos y los inversores privados, los industriales, pero, por sobre todo, a los que forman parte del establishment, o que defendían sus políticas, como funcionarios del ministerio de economía, la lista, que los acusaba de sacar fondos de Grecia, era también una forma de recordarles que sus ganancias estaban a buen resguardo fuera del país.
La idea de difundirla por parte de la Directora Gerente del FMI dio un resultado perfecto. Como se dijo arriba, el gobierno no investigó, es más, informó su exótico extravío, y tiene lógica, porque nadie se investiga a sí mismo, pero la conformidad con la quita dejó al descubierto los posibles y devastadores alcances de la lista.
En Argentina comenzó la misma pelea: si para renegociar la deuda es conveniente o no que los privados acepten algún tipo de quita como quiere el organismo internacional. Lo cierto es que no existe una lista de Lagarde, pero esta semana volvió a la palestra la lista de las 4.040 sociedades e individuos titulares de las cuentas no declaradas por más de U$S3.000 millones de las redes societarias offshore para minimizar ilegalmente el pago de impuestos.
La lista de algunos desmemoriados contribuyentes argentinos, según Página 12, la formarían: las empresas del Grupo Clarín, Cablevisión y Multicanal, el Deutsche Bank, la distribuidora eléctrica Edesur, la generadora termoeléctrica Central Puerto, la cementera Loma Negra, la petrolera Bridas, la firma Mastellone, que comercializa los alimentos de La Serenísima. Cablevisión, la subsidiaria local del Hong Kong and Shanghai Banking Corporation (HSBC) y el presidente de la filial argentina, Gabriel Martino, amigo inseparable y próximamente emigrante argentino a Londres. Todos rechazaron enfáticamente las acusaciones en su contra realizadas por la AFIP, o por nuestra lista. De hecho, las 130 mil cuentas bajo secreto bancario suizo las abrió Hervé Falciani, un ingeniero que trabajó en la sucursal del holding asiático-inglés en la ciudad de Ginebra, y que forman parte de la lista de Lagarde.
Los bancos podrían ser otra lista en el 2018, año para el olvido en materia económica. Sequía, recesión, inflación del 47,6%, un salto de más del 100% del dólar, desplome de la industria, el comercio y la construcción, son solo algunas de las variables que muestran este deterioro. Sin embargo, no fue un año malo para todos los sectores. El sistema financiero, en rigor, cerró el año con una rentabilidad de 172.106 millones de pesos, un alza de 121% respecto a los 77.709 millones de 2017.
Para el 2019, por intereses de Leliq, los bancos se llevan por mes el equivalente a más de 6 millones de jubilaciones mínimas, o recursos con los que se pueden pagar 5,1 millones de salarios mínimos y 24 millones de asignaciones universales por hijo.
Nada mal para empezar con una lista, todos estos grupos tienen inversiones en fondos, letras, bonos Argentinos. Lo malo es que la extorsionadora de las listas fue premiada con el Banco Central Europeo. Mala nuestra; para la próxima será.
Publicado en:
https://eltabanoeconomista.wordpress.com/2019/10/24/argentina-el-espejo-de-grecia-guerra-entre-privados-y-el-fmi/
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