Arriba: El juez Lijo,
que habló sobre el audio.
Lo que dejó en
descubierto la filtración del audio entre Cristina Kirchner y Oscar Parrilli
El juez Lijo buscó
repartir responsabilidades aunque reconoció que otorgó demasiado poder a la AFI
en la investigación. Dijo que había más audios que podían conocerse.
Arriba: En la AFI como en CONTROL, los secretos son menos secretos que las charlas de los participantes de un Reality Show... las cosas suceden como si la AFI estuviera a cargo de un representante de jugadores de fútbol... ... ... ¿¿¿Si???... ¡¿¡¿ No !?!?
Volviendo a viejas
épocas, la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) dominó todo el proceso de las
escuchas y la filtración del inocuo audio entre Cristina Kirchner y Oscar
Parrilli. La orden del juez Ariel Lijo era escuchar el celular de Parrilli
porque se acusaba al ex titular de la AFI de no detener al narco Ibar Pérez
Corradi. Pero Lijo le dio la tarea a los actuales funcionarios de la ex SIDE y
éstos copiaron lo que se les dio la gana, como por ejemplo la conversación
privada entre CFK y Parrilli, que no tenía nada que ver con Pérez Corradi ni
supone delito de ningún tipo. Tanto Lijo como el fiscal Guillermo Marijuán
recibieron un informe de desgrabación en el que consta el diálogo, pero Lijo no
tomó ninguna medida contra la AFI por meterse con algo ajeno al objeto procesal
y Marijuán se despachó con una descabellada denuncia por los términos usados en
la conversación entre la ex presidenta y el ex secretario. La responsabilidad
de la filtración de ese diálogo privado es de la Corte Suprema que maneja las
escuchas, del juez Lijo –muy cercano a Ricardo Lorenzetti y a Martín Irurzun,
que tiene a su cargo las intervenciones telefónicas–, el fiscal Marijuán que
manipuló la escucha y, por último, de la AFI, que tuvo en su poder el audio y
las transcripciones, reeditando lo que siempre fue la alianza entre la justicia
y el aparato de inteligencia. Hoy existe una amenaza concreta de difundir más
audios –cerca del juzgado los califican de “puteríos”– reflejando el nivel de
espionaje político que existe.
Explicaciones
El juez Lijo salió
ayer tratando de explicar lo ocurrido. No dijo nada del audio filtrado, sólo
argumentó que él nunca dispuso de esa grabación y tampoco la tuvo en su poder
Marijuán. El magistrado afirma que lo único que recibieron de la AFI fue un informe.
Así trató de sacarse de encima la responsabilidad por la difusión de un audio
en el que no existe delito. Tácitamente, Lijo admitió que dio demasiado poder a
la AFI en la investigación y que la agencia que conduce Arribas filtró la
grabación.
El argumento de Lijo
fue que Parrilli supo de la existencia de las escuchas. “Parrilli se llevó
copias de 90 grabaciones”, contó el juez. Esas copias de los audios se le
entregaron a Parrilli en el momento de la indagatoria porque iban a ser pruebas
utilizadas en el caso Pérez Corradi. Esa entrega de grabaciones no explica ni
la filtración ni la existencia de espionaje en temas que no tienen que ver con
Pérez Corradi.
Viejos tiempos
En el juzgado admiten
que se le entregó demasiado poder a la AFI en el caso. Y no había ninguna razón
para hacerlo, ya que la fuerza a cargo de buscar a Ibar Pérez Corradi era la
Gendarmería. El protagonismo entregado a los servicios, como en los viejos
tiempos, se redondeó con que todo el proceso quedó en manos de la AFI. Agentes
de esa agencia fueron autorizados a retirar las grabaciones y hacer las
transcripciones.
El juzgado tuvo una
advertencia: le enviaron un informe del diálogo difundido el lunes. Ni siquiera
en ese momento, cuando se vio que estaban usando conversaciones que no tenían
relación con el prófugo, hubo una reacción para quitarle el poder a la AFI.
Inicio
La denuncia original
de ese expediente fue realizada por la ex ministra de CFK, Graciela Ocaña, pero
desde el principio la AFI buscó intervenir. La acusación consistió en que
Parrilli, al frente de la ex SIDE, pudo haber detenido a Pérez Corradi y no lo
hizo. Y ni bien asumieron las autoridades macristas, con Gustavo Arribas a la
cabeza, presentaron un informe contra Parrilli. El ex funcionario niega esa
versión. Sostiene que recién el 25 de noviembre de 2015 hubo datos de un
Facebook de la pareja de Pérez Corradi y que la instrucción fue seguir esa
pista. Quince días después fue el cambio de gobierno. Pero, más allá de las
distintas versiones, lo claro es que la AFI buscó el máximo protagonismo en el
expediente y la justicia se lo dio.
Fechas
Lijo dijo ayer que
las escuchas empezaron en junio de 2016 y terminaron en agosto. En el medio
hubo una renovación que la AFI pidió en forma tácita, presentando un informe.
En lo formal, el juez asegura que autorizó la intervención telefónica por 30
días y que luego se renovó por otros 30 días. Llama la atención teniendo en
cuenta que Pérez Corradi fue detenido el 14 de junio. O sea, que la escucha
siguió un mes y medio más. No tenía sentido que 45 días después de la
detención, Parrilli estuviera hablando de los informes de inteligencia que le
llegaron cuando se buscaba a Pérez Corradi, siete meses antes. Por otro lado,
cerca de Parrilli aseguran que la escucha empezó en junio y terminó casi en
septiembre.
Discoteca
Según dejó entrever
Lijo ayer, existen otras grabaciones, que no tienen que ver con Pérez Corradi y
que “cuando el fiscal las vea, puede hacer otras denuncias”. Este diario
averiguó en Comodoro Py que efectivamente hay numerosos discos con la grabación
de diálogos que, según admiten cerca del juzgado, “son puteríos parecidos al
del audio del lunes”.
Como ya señaló el
abogado de Cristina Kirchner, Carlos Beraldi, “no hay delito en esa
conversación, mientras que su difusión es una maniobra ilegal, porque viola la
intimidad”. Que CFK haya dicho “hay que matarlo” (a Jaime Stiuso) no puede ser
tomado seriamente como algo literal, sino es un modismo utilizado para expresar
que debían desarmar sus argumentos. Tampoco la frase en la que le pidió a
Parrilli que relevara las causas “que le armamos, no que le armamos, sino que
lo denunciamos”, puede ser interpretada como un delito, ya que todas las
denuncias fueron llevadas a la justicia y hoy son causas judiciales, impulsadas
por fiscales.
Responsabilidades
Pese al descargo que
realizó el juez, la responsabilidad de la filtración quedó en la alianza entre
justicia y servicios de inteligencia, algo tradicional de Comodoro Py. Y la
máxima responsabilidad es de la Corte Suprema que, de la mano de Ricardo
Lorenzetti, quedó a cargo de las escuchas después de que el macrismo se las
quitó al Ministerio Público Fiscal.
En ese mismo nivel
quedaron Lijo y Marijuán, encargados de la instrucción. El fiscal retomó el
protagonismo pasado con una denuncia burda por el contenido de la conversación.
Parece difícil de creer que el juez Sebastián Casanello y el fiscal Ramiro González
le den un impulso a ese expediente. No menor parece la responsabilidad de la
AFI, que difundió la escucha justo el día en que Arribas debía dar
explicaciones sobre los extraños depósitos que recibió en Brasil. La ex SIDE
trabajó en una escucha que supone un espionaje político. No había ninguna razón
ni para hacer un informe ni menos todavía para filtrar un audio que no tenía
vínculo con el caso Pérez Corradi. Eso deja al descubierto que el objetivo fue
intervenir el celular de Parrilli para tener un seguimiento de la actividad de
la ex presidenta.
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1 comentario:
Habrán registrado Mariguan, Majul y toda la runfla que le sirvieron en bandeja a Cristina un slogan de campaña que hace furor?.
No hay caso, estos PELOTUDOS no aprenden. Cuanto más le quieren pegar, más la encumbran.
Parecen los jefes de campaña.
Sigan así, muchachos.
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