El gobierno nacional afirmó que "no están dadas las condiciones" para que Cristina Kirchner asista a la ceremonia de asunción de Mauricio Macri debido al dictamen en el que, a instancias de la alianza Cambiemos, el fiscal Jorge Di Lello consideró que el cargo de la primera mandataria vence a las cero horas del 10 de diciembre. "Una fuerza política que llegó al gobierno promoviendo el diálogo suspende un acuerdo recurriendo al Poder Judicial", criticó el secretario general de la Presidencia, Eduardo "Wado" De Pedro, mientras que el titular de la AFI, Oscar Parrilli, subrayó: "Alertamos que con este dictamen vamos a estar doce horas sin presidente. Entre esto y un golpe de Estado, es muy poca la diferencia".
La confirmación de que "la Presidenta no puede concurrir al Congreso si hay un fiscal que determinó que su función concluyó 12 horas antes" fue hecha por Parrilli durante una conferencia en el ingreso del Congreso, donde esta tarde debían continuar la reunión con los representantes de Cambiemos, quienes debían responder la propuesta del Gobierno para que Cristina deje los atributos de mando ante la Asamblea Legislativa.
En esa reunión, Cambiemos informó que había presentado una medida cautelar para que se considerase que el cargo de Cristina Kirchner vencía a la medianoche del 10 de diciembre, es decir 12 horas antes de que Mauricio Macri jurara como su sucesor en el cargo. La presentación fue aceptada por Di Lello, quien emitió dictamen y ahora la jueza María Romilda Servini de Cubría es quien debe decidir al respecto.
Parrilli explicó que "van a haber 12 horas en que los argentinos van a estar sin presidente" y, ante esta circunstancia, Cristina Kirchner no se va a presentar ante el Congreso como presidenta "exponiéndose a que se la acuse de usurpación de título".
"No es intención (de Cristina Kirchner) entorpecer ni ridiculizar ni menoscabar el acto" de asunción de Macri, dijo Parrilli, quien además consideró que el debate de los últimos días sobre el traspaso de mando son "una cortina de humo" con la que se pretende "tapar los verdaderos problemas de los argentinos, como la devaluación que se viene y los aumentos de precios" en distintos productos de la canasta básica. "Damos por terminado por concluida esta cuestión", concluyó.
Antes de que el gobierno nacional diera a conocer su decisión, al mediodía había habido una reunión entre Wado De Pedro y el vicepresidente Amado Boudou con el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, y el futuro secretario general de la Presidencia, Fernando de Andreis, para ultimar los detalles de la ceremonia de asunción de Macri.
En ese encuentro, los representantes del gobierno propusieron que Cristina Kirchner presencie el juramento en el Congreso nacional y deje el bastón y la banda presidenciales “para que desde allí puedan ser trasladados a la Casa Rosada”, lugar donde Macri quiere recibir los símbolos del cargo.
En ese cónclave, "entre otros requerimientos, se acordó lo que el presidente electo solicitó: utilizar un auto descapotable para su traslado y ser escoltado por los Granaderos a caballo”. Se prevé que el operativo de seguridad durante la asunción de Macri esté a cargo del actual Secretario del área, Sergio Berni, quien se pondrá al frente de 2500 efectivos de Policía Federal, Gendarmería, Prefectura y la Metropolitana.
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