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Herrera de Noble, Pagliaro y Aranda son
investigados por lavado de dinero, a partir de reportes de operaciones
sospechosas que podrían probar el destino que el grupo le dio al dinero
obtenido de la defraudación a las AFJP.
El Grupo Clarín y sus máximas autoridades comenzaron a ser
investigados por la justicia federal por una millonaria maniobra de
lavado de dinero. La causa comenzó a raíz de una serie de Reportes de
Operaciones Sospechosas (ROS) generados por el Banco Central de la
República Argentina y por la AFIP, y cuyo análisis fue realizado por la
Unidad de Información Financiera (UIF) para luego pasar a la
procuraduría antilavado que la derivó por conexidad a una causa
anterior. Las maniobras sospechosas constituyen la primera prueba
concreta del destino que pudo haber tenido el dinero obtenido en la
colocación de acciones del año 2007, cuando el holding fue denunciado
por participar de una maniobra para defraudar a las AFJP a través de la
compra compulsiva de sus acciones con fondos previsionales. La justicia
analiza ahora un pedido de embargo preventivo sobre Clarín por alrededor
de 800 millones de pesos.
En los últimos meses, el fiscal federal Miguel Ángel Osorio, a
cargo de la Fiscalía Nº10, recibió nueva evidencia para apoyar el
expediente que llevaba adelante por operaciones por 8 millones de
dólares vinculadas a otra firma del multimedios radicada en el estado de
Delaware, Estados Unidos.
BAHAMAS. El 11 de junio de 2011, la AFIP
confeccionó el ROS Nº6938 vinculado con la firma GC Dominio SA y
contra sus socios y directores, Ernestina Herrera de Noble, José Antonio
Aranda y Lucio Rafael Pagliaro. La operación sospechosa consistió en la
transferencia de $ 3.053.784, un equivalente entonces a 940 mil
dólares, desde el Banco Mariva –base de operaciones del Grupo– con
destino al First Overseas Bank Limited (FOBAL), ubicado en la guarida
fiscal de Nassau, en las Bahamas. El giro se llevó a cabo el 23 de
octubre de 2008, un día después de que fuera radicada la denuncia por
maniobras ilícitas con la venta de acciones de las AFJP, ante el
inminente anuncio del gobierno de la estatización de los fondos
previsionales.
En base a una inspección que la AFIP llevó adelante en Clarín,
obtuvo un extracto bancario de FOBAL del que surge que esos fondos
fueron a su vez girados ese mismo día para la compra de BODEN 2012, que a
la fecha, el Estado argentino canceló en moneda extranjera. La suma
exacta de bonos adquiridos fue por 939.250 dólares. Según la AFIP, "la
operatoria efectuada impediría constatar la real tenencia de títulos en
el exterior, la veracidad del destino de los fondos, como así también
auditar los resultados de la misma, en virtud de encontrarse radicada en
un país de baja o nula tributación". De acuerdo a la documentación a la
que accedió Tiempo Argentino, en exclusiva, esos fondos salieron de
Argentina bajo el concepto de "inversiones de portafolio" pero
regresaron al país bajo la forma de compra de bonos desde una guarida
fiscal.
DDJJ. Pero a su vez, el Banco Central confeccionó
otro ROS el 29 de septiembre de 2009 relativo a Pagliaro –director del
Grupo Clarín– a partir de su declaración jurada de bienes. En 2006,
declaró poseer bienes exentos por $ 917.666, mientras que al año
siguiente declaró como patrimonio personal la suma de $ 367.105.429,
unas 399 veces más que en el período fiscal anterior. Mientras tanto,
llevó a cabo múltiples compras de divisas.
En tanto, Aranda –vicepresidente del holding– en 2006 declaró
bienes por $ 180 millones y, un año más tarde, esa suma trepó a los $
412.110.419. La UIF realizó un análisis técnico y jurídico que le
permitió constatar que esos fondos transferidos al exterior fueron parte
de la distribución de dividendos del Grupo Clarín durante 2008 por las
utilidades netas obtenidas en 2007. El mismo año en que negociaron sus
acciones a las AFJP. Ninguno de estos datos, con la información
existente y a pesar de la capacidad económica demostrada, permitió
explicar la "racionalidad lícita" de estas operaciones, por lo que se
alertó sobre la sospecha de lavado de activos.
Con esta evidencia, la UIF dejó asentado un pedido formal al fiscal
Osorio para que dicte un embargo preventivo sobre los bienes de Grupo
Clarín SA, GC Dominio SA, Ernestina Herrera de Noble, Héctor Magnetto,
José Aranda y Lucio Pagliaro por la suma de
$ 799.616.396. Mientras tanto, se giraron pedidos de informes que
aún están pendientes a las UIF de Bahamas, Estados Unidos e Islas
Vírgenes Británicas.
ANTECEDENTES. Las pruebas incorporadas tienen
puntos de contacto con otros expedientes que cerrarían el círculo sobre
la maniobra, que fue originada por la salida a la Bolsa de sus acciones
en el año 2007, luego de haber presentado un Acuerdo Preventivo
Extrajudicial impugnado por la entonces fiscal de Cámara Alejandra Gils
Carbó. En ese proceso se legitimó el ingreso como accionista del grupo
inversor Fintech –de David Martínez– y se vendieron acciones clase B,
que según un informe de la Comisión Nacional de Valores (CNV) al que
accedió este diario, fueron vendidas a precios altos a las AFJP que las
adquirieron de forma compulsiva, a la vez que fueron recompradas a menor
precio por sociedades offshore, las cuales eran controladas en su
mayoría por altos cargos del mismo Grupo. Es decir que por un lado
Clarín obtuvo ganancias por vender a buen precio sus acciones pagadas
con el dinero de los futuros jubilados, y consiguió que las propias AFJP
se las volvieran a vender a un precio 74% menor, a través de distintas
firmas.
VISTONE. En esa colocación de acciones, un 30%
nuevas y el 70% restante en manos de Herrera de Noble, Magnetto, Aranda y
Pagliaro fue central la compañía Vistone LLC. A la cuenta a su nombre
en el HSBC de los Estados Unidos fueron a parar más de la mitad de los
fondos generados en aquella ocasión. Según un informe de la CNV el
objetivo manifestado era "cancelar deudas" del Grupo con esa firma,
también controlada por los mismos accionistas. El total de la maniobra
operada en el 2007 que se dividió a nivel local e internacional se
calculó en 465 millones de dólares. El perjuicio para las AFJP estuvo
dado en que adquirieron las acciones a un precio de corte de $ 29,14,
sin asesoramiento de consultoras de riesgo y cuando los títulos estaban a
la baja, por lo que hicieron un pésimo negocio con los fondos de los
jubilados que administraban, cuando las vendieron a un precio
sensiblemente inferior.
Toda esta operatoria irregular fue descripta por el arrepentido
financista Hernán Arbizu, en el marco de las actividades que la banca JP
Morgan realizaba en el país y que posibilitó la fuga de capitales de
469 empresas, varias de ellas pertenecientes a Clarín. En la declaración
que efectuó en el marco del expediente 1331/08 de la CNV ("Grupo Clarín
SA s/análisis de negociación período 02. 01.08 al 10.04.08"), Arbizu
respondió que el destino de los fondos obtenidos de la venta de acciones
fue a cancelar deudas y a otras cuentas de los accionistas en banca
privada, especialmente las de Pagliaro, Aranda y Noble, lo que a partir
de los ROS incorporados a la causa, se transforma en un indicio
importante para la investigación y para desentrañar una de las maniobras
más sofisticadas de presunta defraudación. Ese expediente hoy está en
el juzgado en lo Penal Económico Nº 3, a cargo de Rafael Caputo.
El dato
Pagliaro. El director del Grupo Clarín declaró en
2006 bienes exentos por 917.666, y un año después su patrimonio personal
creció 399 veces más. Declaró $ 367.105.429.
El dato
Aranda. En 2006 declaró bienes por $ 180 millones y un año después la suma trepó a $ 412.110.419.
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Tiempo Argentino
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