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jueves, 8 de septiembre de 2011

EL “MODELO ARGENTINO” : UN “FARO DEL FIN DEL MUNDO” FRENTE AL OCASO DEL NEOLIBERALISMO, por Adrián Corbella (para “Mirando hacia adentro”)



Desde hace años los argentinos venimos escuchando pronosticar a prestigiosos economistas, políticos y comunicadores el principio del fin de las políticas económicas desarrolladas en Argentina. “Hacemos todo mal”, estamos “aislados del mundo”, “los capitales no quieren venir a nuestro país”, “el mundo se va y nosotros nos quedamos atrás”, y muchas expresiones de ese tipo.
Las autoridades argentinas, dicen estos prestigiosos profesionales, han tenido “suerte”, o “viento de cola” , pero pronto esto se va a acabar. “Estamos desaprovechando una gran oportunidad ; cualquier otro lo haría mejor”.
Afortunadamente, estos Oráculos parecen tener la misma exactitud que tuvieron en 2001, cuando pronosticaban que el dólar no pararía hasta los diez pesos ( y jamás superó los 4 pesos).
Sin embargo, debemos señalar que estas discusiones se enmarcan en una vieja polémica económica entre aquellos que analizan la realidad con una perspectiva liberal clásica, o incluso neoliberal, y quienes lo hacen a la manera keynesiana.
John Maynard Keynes fue un prestigioso economista británico que desarrolló sus principales teorías después de la crisis mundial de 1930.
Keynes señalaba que los mecanismos autorreguladores de la economía de mercado no funcionaban correctamente ; que la economía, sin intervención del estado, tendía a caer en crisis recurrentes. Y postulaba que dichas crisis cíclicas podían evitarse si el Estado adoptaba en los momentos adecuados “medidas anticíclicas”.
Una vez que la crisis había golpeado una economía, Keynes pensaba que la única forma de salir de ella era por la acción directa y decidida del Estado, que debía poner en marcha nuevamente la economía contratando trabajadores para realizar obras públicas, y cubriendo todos aquellos aspectos de la actividad económica normal –inversiones, préstamos- que la crisis había bloqueado. Y de hecho fueron las ideas de Keynes la piedra basal de la recuperación económica en Europa y los Estados Unidos en la década del ‘30.
Pero, pasada la crisis, los economistas liberales volvieron a sus teorías tradicionales, a las mismas teorías que los habían llevado a esa crisis, y a todas las anteriores (y que los llevarían a las crisis posteriores). El keynesianismo era para ellos sólo un procedimiento de emergencia en situaciones extremas, casi terminales.
La emergencia del neoliberalismo , en las última décadas del siglo XX, hundió al keynesianismo en nichos casi arqueológicos. Los economistas de la Escuela de Chicago no querían ni oír hablar de John Maynard Keynes.
Hoy aquellos economistas que rescatan el pensamiento de Keynes, pueden ser respetados y galardonados (Joseph Stiglitz y Paul Krugman recibieron el Premio Nobel en 2001 y 2008), pero rara vez son escuchados en el Primer Mundo. Las políticas concretas de los gobiernos las definen los economistas neoliberales.
Por eso no extrañan las reacciones de los economistas neoliberales argentinos ante la batería de medidas neokeynesianas del kirchnerismo. Ni sorprende su reluctancia a aceptar que los muchos éxitos logrados se vinculan con esas medidas y no con un misterioso designio de la Diosa Fortuna .
Sin embrago, en el exterior, existen muchísimos economistas y periodistas especializados en economía que miran la experiencia argentina con interés. La Argentina kirchnerista es un caso testigo de las posibilidades que brinda la aplicación de políticas neokeynesianas durante un período prolongado. Y la experiencia es muy exitosa.
Por eso se repiten con insistencia las notas y reportajes donde figuras del exterior que no tienen la más mínima vinculación política con el kirchnerismo, cantan loas a la experiencia argentina, hablan de un “modelo argentino”, y se preguntan en qué medida dicho modelo es aplicable a la crisis provocada por las políticas neoliberales en Europa y los Estados Unidos. Y generan con sus preguntas la perplejidad de los economistas, comunicadores y políticos de la oposición argentina, que no entienden que extraña “conjura” internacional lleva a esas prestigiosas voces a defender las políticas económicas argentinas.
Ante la muerte de Kirchner, Mark Weisbrot, periodista del famoso diario conservador inglés “The Guardian”, llamó al difunto presidente argentino “héroe de la independencia americana” por su refinanciación de la deuda argentina y su papel en el rechazo continental al ALCA. Señala Weisbrot :

“Su rol en el rescate de la economía argentina es comparable al de Franklin Delano Roosevelt en la Gran Depresión de los Estados Unidos. Como Roosevelt, Kirchner tuvo que enfrentar tanto a los poderosos intereses económicos como a la mayoría de los economistas, que insistían en que sus políticas lo llevarían al desastre. Se probó que estaban equivocados, y que Kirchner tenía razón.” (1)

.”Las políticas del gobierno de Kirchner, incluyendo el objetivo del Banco Central de tener una tasa de cambio real y competitiva, y tomar una línea dura en contra de los acreedores que seguían en default, no eran populares en Washington o en la prensa de los negocios. Pero funcionaron.El exitoso enfrentamiento de Kirchner con el FMI llegó en un momento en que el Fondo estaba perdiendo rápidamente influencia en el mundo, luego de sus fracasos en la crisis económica asiática que precedió al colapso de Argentina. Le mostró al mundo que un país podía desafiar al FMI y vivir para contarlo. Y contribuyó a la posterior pérdida de influencia del FMI en América Latina y países de medianos ingresos en general. Debido a que el FMI era, en ese momento, la más importante vía de influencia de Washington en los países de bajos y medianos ingresos, esto también contribuyó al deceso de la influencia de los EE.UU. […].” (1)

El periodista británico de “The Guardian” concluye con una frase que horrorizaría a nuestra prensa “independiente” en boca de un dirigente del FpV:


“Junto con su esposa, la actual presidente Cristina Fernández, Néstor Kirchner hizo una enorme contribución a ayudar a que Argentina y la región se unieran en una dirección progresista.Estos esfuerzos generalmente no le han ganado mucho favor de Washington ni de los círculos internacionales de negocios ; pero quedará en la historia, no sólo como un gran presidente, sino como un héroe de la independencia de América Latina.” (1)

Otro artículo que ha causado conmoción es la nota aparecida hace algunos días en el “The New York Times”, con la firma de Ian Mount.
Mount destaca los logros de las estrategias económicas argentinas y señala que Obama debería tenerlos en cuenta , tomarlos como inspiración, para tomar medidas en EE.UU.
El norteamericano señala que en Argentina “se ha logrado una vuelta en U económica –un logro ampliamente desconocido fuera de América Latina, pero que el Presidente Obama y el Congreso deberían mirar como inspiración “(2).

Luego pasa a describir el “modelo argentino” :

“Argentina ha basado su prosperidad parcialmente en pura buena suerte : el boom de los precios de las commodities ha beneficiado bastamente su soja, sus granos y su producción de carne. Pero también ha prosperado gracias a inteligentes medidas económicas. El gobierno intervino para mantener el valor de su moneda bajo, lo que ayudó a la industria local haciendo a las exportaciones argentinas más baratas en el exterior, mientras mantenía las importaciones extranjeras caras.[…] Pero Argentina aún ofrece valiosas lecciones. Por un lado, extremas reducciones de gastos durante un período de escasez económica sólo puede inhibir el crecimiento. Y los gastos del gobierno para promover la industria local, programas de infraestructura generadores de trabajo y beneficios para los desempleados no transforman a un país en una especie de parodia de la Unión Soviética. Pone dinero en los bolsillos de los ciudadanos promedio, quienes entonces lo gastan y estimulan la economía. Se puede necesitar hacer recortes en los gastos cuando los tiempos mejoran –un imperativo con el que Argentina está luchando ahora-, pero no antes.” (2)

Y pese a marcar que las economías de Argentina y Estados Unidos son distintas concluye con : Argentina ofrece un “caso testigo de cómo mover de nuevo a una economía. Washington haría bien en prestar atención.” (2)

En un artículo más reciente de “The Guardian”, firmado por Marcela Valente, se destaca el positivo efecto de la Asignación Universal por Hijo, no sólo sobre la economía sino que además “restaura los lazos de las familias con las escuelas” (3).

Por eso no deben sorprender los elogios que los dos Primios Nobel de Economía neokeynesianos, Joseph Stiglitz y Paul Krugman, han realizado de la economía argentina.
Krugman ha señalado recientemente , tras analizar los desastres en Grecia y otros lugares del Viejo Mundo, y los efectos de las políticas de “austeridad” para salir de una crisis : "Estuve realmente sorprendido cuando una persona dijo que Argentina ya no es más un país serio. ¿No debería ser eso un país serio? En Argentina, y en cualquier otro lugar, ser serio fue un desastre". (4)

Pero quizás el más ferviente defensor de las estrategias económicas del kirchnerismo argentino sea Joseph Stiglitz, Premio Nobel de Economía 2001, quien ha señalado hace poco :

“Los países como Argentina, Brasil y China desplegaron muy buenas políticas macroeconómicas. Comprendieron la importancia de un estímulo keynesiano bien diseñado para apuntalar la economía y garantizar que el desempleo no se dispare. Hay un conjunto de aspectos que permiten que los países emergentes no se vean directamente afectados por la crisis. Por ejemplo, las regulaciones bancarias en muchos países son mucho mejores, de mejor calidad, que las de Estados Unidos y Europa. En algunos casos eso se debió a que los países ya habían atravesado grandes crisis. Argentina hizo muy bien las cosas en los últimos años para garantizar un fuerte crecimiento a tasas muy altas y controlar la inflación. […]
Argentina enfrenta, como muchos países emergentes, el desafío de controlar la inflación en un mundo en recesión. Es un tiempo muy difícil para llevar adelante esa tarea porque se experimentan shocks negativos de demanda y shocks inflacionarios externos. No hay una forma sencilla para atravesar ambos desafíos. El foco excesivo de los bancos centrales en controlar la inflación es un error, pero también es un error ignorar el fenómeno. La estabilidad financiera, el crecimiento y el empleo también tienen que formar parte de sus objetivos. La baja inflación no asegura el crecimiento sostenido. En Europa, la preocupación del Banco Central por los aumentos de precios es uno de los factores que debilita la economía. Por su parte Brasil logró crecer, pero su enfoque excesivo en la inflación ha dado como resultado tasas de interés muy elevadas, entre las más altas del mundo.” (5)

Hay frases que resuenan “Argentina hizo muy bien las cosas en los últimos años” (Stiglitz), “se ha logrado una vuelta en U económica […]que el Presidente Obama y el Congreso deberían mirar como inspiración” (Mount), “Estuve realmente sorprendido cuando una persona dijo que Argentina ya no es más un país serio” (Krugman), “Kirchner (…)quedará en la historia, no sólo como un gran presidente, sino como un héroe de la independencia de América Latina” (Weisbrot) …
Aquel “aislamiento del mundo” del que hablan algunos no tiene, evidentemente, el más mínimo fundamento.
De todo lo expuesto, podemos sacar algunas conclusiones :
1- Los problemas que enfrentan Estados Unidos y países europeos como España y Grecia han desatado un fuerte cuestionamiento a las ideas económicas neoliberales.
2- Muchos analistas están desempolvando las ideas económicas de John Maynard Keynes, generando el llamado “neokeynesianismo” (6).
3- Argentina, el país que abandonó hace una década el esquema neoliberal para adoptar recetas de raigambre keynesiana es observado con atención, y considerado un “caso testigo”.
4- El éxito de la experiencia argentina despierta en muchos el deseo de inspirarse en ella para resolver sus propios problemas.
5- Durante décadas fuimos el país inexplicable, la economía en la que nada funcionaba como en el resto del mundo. Hoy mantenemos esa condición, pero por motivos opuestos : mientras el mundo neoliberal cruje, se agrieta y amenaza con derrumbarse, la Argentina aparece como un Faro Neokeynesiano que, desde el Fin del Mundo, alumbra un nuevo camino.

Por Adrián Corbella, 8 de septiembre de 2011.



Notas :
(1) :http://www.guardian.co.uk/commentisfree/cifamerica/2010/oct/27/nestor-kirchner-argentina-imf

(2) :http://www.nytimes.com/2011/09/02/opinion/argentinas-turnaround-tango.html?_r=1&src=me&ref=general

(3) http://tiempo.elargentino.com/notas/elogios-britanicos-asignacion-universal. Puede leerse la nota original de “The Guardian” en : http://www.guardian.co.uk/global-development/2011/sep/05/argentina-child-allowance-poor-schools

(4) http://finanzas.iprofesional.com/notas/118057-Krugman-Me-sorprende-que-digan-que-Argentina-no-es-un-pas-serio

(5) http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-175542-2011-08-28.html

(6) Krugman y Stiglitz son neokeynesianos. Por su parte, el economista británico Lord Robert Skidlevsky ha publicado recientemente “The return of the Master” [El regreso del Maestro], libro dedicado a Keynes y su pensamiento.Ver al respecto : http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-173574-2011-08-02.html


adriancorbella.blogspot.com

1 comentario:

KOLINA COMUNA 8 dijo...

hay tanta gente que ahora se da vuelta, que parece que en realidad siempre fueron parte del proyecto
mauricio, ricardo, francisco hasta héctor pareciera


abrazos!