El diputado y
abogado de la CGT Héctor
Recalde denunció, en dialogó conINFOnews, que “hay sectores que quieren utilizar
a los gendarmes y prefectos” y apuntó a Cecilia Pando y a los medios
hegemónicos. En tanto, Agustín Rossi sostuvo que "el problema está superado y todo debe volver a la normalidad".
Por:
INFOnews
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El diputado Héctor
Recalde sostuvo que, aunque “su reclamo es justo”, los gendarmes y los
prefectos que protestan por mejoras salariales están siendo usados por sectores
que pretenden “erosionar la imagen del gobierno” con “fines desestabilizadores”.
En diálogo con INFOnews,
el abogado laboralista apuntó concretamente a Cecilia Pando y a los medios de
comunicación hegemónicos. “Mi abuelita decía que para muestra basta un botón.
En este caso, el botón es Cecilia Pando. Tampoco uno puede esconder que hay
otro debate en la sociedad, que tiene que ver con la ley de Servicios de
Comunicación Audiovisual, y entonces aparece la amplificación y el fogoneo de
este asunto por parte de los medios de comunicación hegemónica”, planteó.
Recalde, no obstante, sostuvo que la manifestación de los gendarmes y prefectos se desató porque “hubo un error”. “Nadie puede negar la realidad. Cuando estos sectores subalternos fueron a percibir los haberes de septiembre se dieron con rebajas. Esta no era la intención del decreto (1307/12, referido a la liquidación de sueldos del personal de ambas fuerzas). Pero hubo errores, que merecieron un reclamo justo por parte de los damnificados”, dijo.
Sin embargo, Recalde también señaló que el reclamo fue “inmediatamente admitido” por el gobierno. “No sólo eso, sino que se admitió un petitorio con reclamos, que el Gobierno se comprometió a contestar. Entonces, (los gendarmes y los prefectos) tienen que negociar, pero sin tomar estas medidas que están tomando. Esto de armar carpas y ollas populares y permanecer en las puertas de los edificios… Generan una conmoción innecesaria en la sociedad”, aseveró. Y sentenció: “El reclamo es justo, pero las medidas de fuerza no están amparadas legalmente”.
Al respecto, sostuvo que la legislación impide las medidas de acción directa a las fuerzas armadas y las fuerzas de seguridad. "Imaginemos esta experiencia en el ámbito privado. Pensemos en los metalúrgicos: la respuesta que les dio hoy el gobierno (a los gendarmes y prefectos) en el caso de los metalúrgicos hubiera significado una especie de conciliación obligatoria. Por eso, llama la atención que aunque no sólo consiguieron una respuesta oficial, sino que también lograron que se les subsanara el error (el gobierno les depositó hoy las sumas quitadas), persistan en la protesta. Estos dislates vienen desde la época de (Juan Carlos) Onganía”.
Recalde abogó por la apertura de canales de negociación, para no prestarle atención al juego de quienes “evidentemente quieren utilizar a los trabajadores de Gendarmería y Prefectura”. “Esto es algo que genera conmoción, porque estos trabajadores tienen esa capacidad de fuego que no tienen los metalúrgicos”, comparó.
Recalde, no obstante, sostuvo que la manifestación de los gendarmes y prefectos se desató porque “hubo un error”. “Nadie puede negar la realidad. Cuando estos sectores subalternos fueron a percibir los haberes de septiembre se dieron con rebajas. Esta no era la intención del decreto (1307/12, referido a la liquidación de sueldos del personal de ambas fuerzas). Pero hubo errores, que merecieron un reclamo justo por parte de los damnificados”, dijo.
Sin embargo, Recalde también señaló que el reclamo fue “inmediatamente admitido” por el gobierno. “No sólo eso, sino que se admitió un petitorio con reclamos, que el Gobierno se comprometió a contestar. Entonces, (los gendarmes y los prefectos) tienen que negociar, pero sin tomar estas medidas que están tomando. Esto de armar carpas y ollas populares y permanecer en las puertas de los edificios… Generan una conmoción innecesaria en la sociedad”, aseveró. Y sentenció: “El reclamo es justo, pero las medidas de fuerza no están amparadas legalmente”.
Al respecto, sostuvo que la legislación impide las medidas de acción directa a las fuerzas armadas y las fuerzas de seguridad. "Imaginemos esta experiencia en el ámbito privado. Pensemos en los metalúrgicos: la respuesta que les dio hoy el gobierno (a los gendarmes y prefectos) en el caso de los metalúrgicos hubiera significado una especie de conciliación obligatoria. Por eso, llama la atención que aunque no sólo consiguieron una respuesta oficial, sino que también lograron que se les subsanara el error (el gobierno les depositó hoy las sumas quitadas), persistan en la protesta. Estos dislates vienen desde la época de (Juan Carlos) Onganía”.
Recalde abogó por la apertura de canales de negociación, para no prestarle atención al juego de quienes “evidentemente quieren utilizar a los trabajadores de Gendarmería y Prefectura”. “Esto es algo que genera conmoción, porque estos trabajadores tienen esa capacidad de fuego que no tienen los metalúrgicos”, comparó.
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