Perteneciente a lo que difusamente se considera el campo heterodoxo de la
academia económica, John Weeks defiende cada uno de los postulados que –no
casualmente– hoy son blancos predilectos de los ataques de la ortodoxia
neoliberal, un debate que se actualiza casi a diario en nuestro país. En la
semana que la entrega de los premios Nobel tuvo como destino a dos estudiosos
del mercado –Alvin Roth y Lloyd Shapley, estadounidenses–, Weeks se declara en
pie de guerra con la definición habitual de la ciencia económica como aquella
que estudia la asignación de recursos escasos a necesidades ilimitadas.
"Ese es el problema fundamental, los recursos no son escasos en todos los
países, tenemos que cambiar la definición por una que diga que la economía es
el estudio de la manera de movilizar los recursos para el bienestar social, ese
fue el gran descubrimiento de Keynes", afirma. De visita por Buenos Aires,
Weeks dialogó con Tiempo Argentino sobre los diferentes desafíos que enfrenta
Argentina.
–Su llegada coincide con otro capítulo más de la disputa con las
calificadoras de riesgo, que esta semana rebajaron la perspectiva de los bonos
locales. ¿Cómo percibe el accionar de las calificadoras?
–Moody’s y Standard Poors son organizaciones con mucha corrupción.
La forma de la corrupción es obvia: una empresa quiere iniciar una emisión de
bonos, Moody’s y Standard Poors son las organizaciones que recomiendan esos
valores. Las empresas les pagan: este es un conflicto de interés tan obvio…
Tengo un amigo, bueno era amigo mío, hace unos 40 años, era maoísta en la época
de estudiantes en la facultad, y tiempo después se convirtió en jefe de Moody’s
para todo lo referente a deudas soberanas. Es muy claro que las decisiones
sobre el grado de inversión se toman en base a tendencias políticas, no a la
economía. El rol, la función de Moody’s y Standard Poors es, como parte de una
policía económica internacional, mantener una línea estrecha para las políticas
de los gobiernos, una línea neoliberal sin nacionalizaciones, sin déficit, y
todo eso.
–Una policía internacional destinada a evitar las políticas
"populistas".
–Lo que consideran populismo, en realidad indica, para mí,
políticas sobre la base de la mayoría de la gente. Pero hoy hay una ideología
en la cual cualquier política que entre en el interés de la mayoría es una
política disfuncional que responde a las demandas de la política. Todo ello
forma parte de una planteamiento más grande, donde las políticas económicas
deben estar por fuera de la influencia de la población, es decir, son cosas
técnicas, la política monetaria es técnica, entonces es importante que el Banco
Central de cualquier país sea independiente del gobierno, en otras palabras,
que no sea posible influir en sus decisiones por parte del proceso democrático.
Por eso yo creo que es muy importante la redefinición del rol del Banco Central
que hizo Argentina, una reforma muy importante en interés de la gente. Claro,
es posible que se cometan errores, pero también debemos recordar los errores de
los bancos centrales "independientes". Por lo menos ahora es posible
influir a través del proceso democrático en el Banco Central.
–Las críticas a la reforma a la carta orgánica del Central tenían que ver
justamente con su supuesta falta de independencia.
–El Banco Central en los Estados Unidos tampoco es
independiente, hay un mecanismo para influir en el Central por el proceso
democrático, por el Congreso más exactamente. También está en el planteo
neoliberal la idea de que la política fiscal debe estar por fuera de la
influencia democrática, porque si no la hay la gente va a querer más gastos
sociales y todo eso generará mayor déficit y deuda. Es todo parte de un mito
básico y su función es reducir la influencia democrática a las políticas
económicas.
–En el último año se implementaron medidas tendientes a cuidar los
dólares del Central. ¿Cómo las analiza?
–Hay dos aspectos, uno son las medidas específicas en su
detalle, tal vez no sean las mejores, o tal vez sí, no lo sé. Otro es la
política en principio. El control de las divisas fue una política casi
universal en los años sesenta y setenta en América Latina, también en Estados
Unidos y Europa. E n Inglaterra en los '70 hasta Margaret Thatcher sacó una ley
que declaró a las cuentas bancarias externas ilegales si no tenían la
autorización previa del Banco Central inglés. En otras palabras, este
tipo de cosas son muy comunes. Su función es cambiar las prioridades para el
uso de divisas, desde el mercado al proceso de desarrollo. Este es un cambio
que yo considero bastante bueno, en interés de la gente en su conjunto, en
interés de la mayoría.
–Uno de los puntos que más críticas genera entre los economistas locales
es la regulación de las importaciones, un instrumento que el gobierno considera
indispensable para proteger el empleo.
–Keynes dice que el libre comercio debe ser la consecuencia
del pleno empleo a nivel nacional, no su vehículo para obtenerlo. Es decir, el
libre comercio no es un vehículo para generar pleno empleo. La tendencia ahora
en el mundo es el proteccionismo, en parte en base a la crisis, pero
principalmente por China, que es un país muy proteccionista, con un sistema de
cambios internacional manejado por el Estado. En los últimos años antes de la
crisis, por ejemplo en 2005/6/7 el incremento del comercio internacional en
productos manufacturados el 70% fue por China. En este contexto, ¿qué pueden
hacer los otros países? Tienen que introducir medidas propias para mantener su
producción. Estados Unidos no tiene representante en la Organización Mundial
del Comercio. Es porque estamos en un momento donde desde EE UU y Europa
se piensa que hay que manejar el comercio a nivel nacional.
–¿Argentina debe salir del FMI?
–Es posible. No es clara la consecuencia, si es importante o
no, porque el rol de Fondo, su construcción original, fue para manejar un
sistema de Bretton Woods con el tipo de cambio fijo, después del año '70
cuando cayó este sistema por la decisión de Richard Nixon, el Fondo
comenzó en un rol muy intervencionista en momentos de crisis. Si es posible
mantener tu economía fuera de la crisis no se necesita el Fondo Monetario.
«
Críticas al premio nobel
La entrevista con Weeks coincidió con la entrega del Nobel a
dos economistas estadounidenses, Alvin Roth y Lloyd Shapley, por sus teorizaciones
sobre los problemas de los agentes para operar en los mercados. “No hay un
Nobel para la Economía,
se le llama así pero en realidad es un premio del Banco Central de Suecia que
por causas históricas tiene lugar al mismo tiempo que los otros Nobel”,
polemizó. Y agregó: “La selección la hace el Banco Central de Suecia, y no son
progresistas justamente. Los ganadores representan una línea muy extensa de
reaccionarios dentro de la profesión".
¿Quién es JOHN WEEKS?
Crítico de la ortodoxia y el pensamiento neoliberal, John
Weeks es profesor emérito de Desarrollo Económico en la Universidad de
Londres. Aunque nacido en Texas, adoptó la ciudadanía inglesa y es autor de un
centenar de trabajos académicos, buena parte de ellos dedicada a estudiar de
cerca los procesos de desarrollo económico en países del Tercer Mundo,
experiencia que lo llevó a algunos destinos como Sierra Leona, Uzbekistán y
Vietnam.
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