Por Jorge Alemán
Psicoanalista y escritor.
Consejero cultural de la Embajada Argentina
en España.
Uno de los problemas más habituales en las perspectivas
historicistas es cuando sucede algo nuevo, distinto e imprevisto. Sin embargo,
el mero hecho de haber sucedido, el hecho irreversible y sin retorno de su
acontecer lo vuelve Posible. De este modo la historia una vez que postula un
acontecimiento como Posible, a su vez lo interpreta como Necesario. Genera de
inmediato un caudal de interpretaciones, hechos históricos, nombres
precursores, secuencias causales, que vienen a demostrar que si ese
acontecimiento fue Posible es porque las cosas de la historia y sus actores se
han comportado previamente de tal modo que Necesariamente llevaban a ese punto
Posible. El eje Posible-Necesario constituye uno de los lugares más transitados
y frecuentes de los análisis históricos, hasta tal punto que a veces funciona
como una ideología “espontánea” de la perspectiva histórica. Por ejemplo,
cuando se trata al kirchnerismo desde esta pendiente de inmediato se lo remite,
y sin duda con razón, al peronismo histórico, la resistencia, la lucha de los
’70, etcétera. En efecto, sucesos todos que funcionaron como verdaderas
condiciones de posibilidad del acontecimiento que llamamos kirchnerismo. No
obstante, sería interesante problematizar esta perspectiva historicista
sostenida en el eje Posible-Necesario, incorporando otro procedimiento, a
saber, el del eje Imposible-Contingente, entendiendo por Contingencia lo que
suspende transitoriamente la
Imposibilidad.
En este aspecto, el kirchnerismo no sólo surge del trayecto
Posible-Necesario que lleva del peronismo al kirchnerismo como uno de sus
momentos internos o uno de sus desenlaces. Más bien en este sentido el
kirchnerismo es la
Contingencia que brota del país Imposible de 2001. Es el
suplemento Contingente que anuda los derechos humanos, los movimientos sociales
surgidos en 2001 y el peronismo. Al ser un suplemento Contingente, no puede ser
sin más un paso más del peronismo, un nuevo episodio. Precisamente porque el
kirchnerismo lo anudó al peronismo cuando el país se desintegraba es que el
peronismo forma parte del kirchnerismo y no al revés. Sólo cuando se es fiel a
un legado histórico es que la separación se puede plantear. El kirchnerismo es
el Duelo, en el verdadero sentido de la palabra; es decir, de elaboración
histórica del peronismo. Es la contingencia que asume al peronismo para
volverlo otra cosa. Para volverlo algo que exige un pensamiento que la
historiografía peronista no puede pensar en su afán retroactivo sostenido en el
eje Necesario-Posible.
La
Contingencia kirchnerista es el comienzo de una nueva
estructura del pensamiento político en la Argentina y esto lógicamente no se demostrará de
inmediato. Los actores políticos de esta estructura que ya están en la escena
del presente preparan a los que están por venir.
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