El principio de la
“Autodeterminación de los Pueblos” comenzó a hacerse famoso durante la Primera Guerra Mundial cuando
el Presidente norteamericano Woodrow Wilson lo transformó en eje de su plan de
paz (los famosos “14 Puntos”). En la interpretación de Wilson este principio
debía aplicarse sobre todo a Europa, donde existían varios Imperios
plurinacionales que eran vistos como “prisiones de los pueblos”. Hay que
recordar como era el mapa europeo de 1914. En ese momento, cuando empieza la
guerra, los polacos eran súbditos del Imperio Ruso, el Imperio Austro-Húngaro,
y el Imperio Alemán. Polonia como estado no existía: había sido repartida en el
siglo XVIII entre estos tres países.
Pero Polonia no era el único
caso. Dentro del Imperio Austro-Húngaro vivían todos los checos, todos los
eslovacos, la totalidad de eslovenos, de croatas, húngaros y bosnios, la mitad
de los rumanos, y una parte de los polacos, ucranianos, serbios e italianos.
Otro caso parecido era el
Imperio Ruso que, además de sus provincias “polacas”, incluía a las actuales
Lituania, Letonia, Estonia, Belarus, Moldava, Ucrania, Finlandia, Armenia, Georgia y
Azerdbaiján ( y más países en Asia).
Entonces, la primera utilización
del concepto de “autodeterminación” fue ésta: la independencia de pueblos
sometidos a un control imperial extranjero.
Pero, cuando empezó la
descolonización, se aplicó el principio también a situaciones coloniales fuera
de Europa, que eran semejantes en muchos aspectos. En la mayoría de las
colonias europeas en Asia y África los dominadores imperiales eran pequeñísimas
minorías de funcionarios, militares y empresarios que no llegaban ni al 1% de
la población. Una elite importada que abandonó los países con la potencia
imperial.
Más complejo fue el caso de
las colonias de poblamiento, donde las potencias imperiales habían exterminado,
diezmado o expulsado a los pobladores originarios. En algunos casos el proceso
ya no tuvo vuelta atrás, porque los pobladores nativos habían sido
exterminados.
En otros, se dieron
soluciones diversas. Argelia llegó a tener un séptimo de población europea, que
en su mayoría abandonó el país rumbo a Francia tras la sangrienta guerra de
independencia argelina.
África del Sur llegó a tener
un quinto de pobladores de origen europeo, algunos de los cuales se habían
radicado en el siglo XVII. Tras luchas y disputas que son de conocimiento
público, y que finalmente permitieron superar el Apartheid , hoy conviven en el
territorio sudafricano las distintas comunidades que lo pueblan.
El caso de las islas Malvinas
es distinto a todos estos, y se asemeja al de aquellas regiones donde las
potencias imperiales desplazaban a la población originaria para ocupar sus
tierras. Un caso de este tipo fue el de las Tierras Altas de Kenia, que fueron
“adquiridas” por medios absolutamente irregulares por los colonizadores
ingleses, y que se transformaron al momento de la independencia en uno de los
principales problemas a resolver. Finalmente, las tierras volvieron a sus
pobladores originales y los usurpadores europeos regresaron a su lejana patria.
A nadie se le hubiera ocurrido concederle la “autodeterminación” para decidir el futuro de esa comarca a colonos
ingleses “dueños” de tierras usurpadas .
Las islas Malvinas fueron
tomadas por asalto por fuerzas británicas el 3 de enero de 1833, teniendo en ese momento un gobernador
argentino y algunas decenas de pobladores civiles. Los ingleses comenzaron a
administrar las islas pero dejaron en el lugar a los paisanos argentinos. En
agosto de 1833 uno de esos paisanos, Antonio Rivero (llamado Antook por los
británicos) se sublevó junto a un pequeño grupo de gauchos e indios charrúas
acriollados, mató al gobernador Dickson y asumió el control de las islas hasta
enero de 1834.
Existen muchas versiones y
discusiones acerca de la figura de Rivero. Unos lo ven como un héroe
antiimperialista y otros casi como un bandolero. Tampoco queda claro el destino
posterior, pues se afirma simultáneamente que fue juzgado, condenado y luego
liberado. Pero realmente eso no es lo importante. Lo más interesante es que
Inglaterra se apodera de unas islas que tenían un gobierno constituido y un
puñado de pobladores y los expulsa tras una rebelión, reemplazando esa población
por colonos del Imperio. Los actuales kelpers son pobladores instalados por una
potencia colonial luego de expulsar a la población que vivía en el territorio.
No hay “autodeterminación” posible para un caso así. Y esto es algo que ha sido
entendido así incluso por la Naciones
Unidas.
Dante Caputo, Canciller de la Argentina durante el
gobierno del presidente radical Raúl Alfonsín (1983-89) publicó hace un año un
interesante artículo en el diario Perfil. Debemos aclarar que dicho medio tiene
un “perfil” furiosamente opositor al gobierno argentino, y que Caputo tampoco
pertenece al partido gobernante.
Señala Dante Caputo:
“La Resolución 1514 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, de 1960, es el texto básico donde se estableció la aplicación del principio de autodeterminación como el criterio que debía regir el proceso de descolonización. Sin embargo, ubicó el principio de integridad territorial con una jerarquía superior: la autodeterminación no debe vulnerar la integridad del territorio.Hay dos principios que guían la descolonización; para el caso de Malvinas, la comunidad internacional ha expresado de forma ampliamente mayoritaria que es la integridad del territorio el que se aplica, no el de autodeterminación. Los autores de la declaración deberían conocer esto, es el ABC del tema.
En el año 1986, cuando se debatía en la Asamblea General la resolución sobre Malvinas, la delegación británica inteligentemente introdujo una breve enmienda al texto. En esa enmienda se sostenía que el contenido de la resolución se aplicaba respetando el principio de autodeterminación. Fue un momento extremadamente difícil para nuestra delegación.
Las enmiendas se votan antes que el texto originario y la mayoría de los países presentes habían logrado su independencia gracias a aquel principio. Era, por lo tanto, relativamente sencillo que los británicos lograran la mayoría en la votación. Un desastre para nuestra posición.Sin embargo, ganamos la votación con el apoyo activo de muchos de los países que habían alcanzado su independencia con la aplicación del principio de autodeterminación. Votaron con nosotros e hicieron campaña a nuestro lado. Por segunda vez la Asamblea General sostenía la no aplicación del principio para el caso de las Islas Malvinas.”
El ex Canciller se pronuncia
también acerca de aquellos intelectuales argentinos que han defendido el uso
del principio de autodeterminación para este caso:
“No se trata de emitir juicios sobre las personas que se han pronunciado a favor de la autodeterminación de los kelpers. Hay entre ellas mujeres y hombres con una buena formación que han contribuido con sus escritos a comprender nuestra realidad.
Mi opinión es sobre la posición que se ha conocido en declaraciones de algunos de los miembros de este grupo. Defienden la autodeterminación de los kelpers. Esa posición coincide con la del Reino Unido, que ha hecho lo imposible para tratar de imponerla.[…]La defensa de la autodeterminación equivale a decir que renunciamos a las Islas. Ni más ni menos. Quienes sostienen la idea, deberían decirlo así. Están en su derecho. Tenemos derecho a decir lo que pensamos y la obligación de decirlo claramente, sobre todo cuando se trata de cuestiones serias.” (1)
Y señala finalmente que lo
que nuestra Constitución garantiza es el respeto del estilo de vida de los
kelpers en el caso de que las islas vuelvan a control argentino.
Dado que las autoridades
británicas planean realizar un plebiscito en las islas en marzo de 2013 -cuyo
resultado todos conocemos-(2), parece interesante señalar que no sólo el caso de
los 2 mil kelpers de Malvinas no parece adecuado para aplicar el principio de
la autodeterminación, sino que las propias Naciones Unidas, con el voto de la
inmensa mayoría de los países ex coloniales, se han pronunciado al respecto.
Resulta evidente que
jurídicamente los colonizadores no tienen razón -por eso Inglaterra jamás
presentó el caso ante un tribunal internacional-(3). Por lo tanto la estrategia
británica es más de los mismo.. Negarse a negociar y ganar tiempo, esperando que
alguna vez los argentinos nos demos por vencidos. Pero probablemente se
terminen dando por vencidos ellos: si el proceso de integración latinoamericana
avanza, mantener el control de Malvinas va a ser para Inglaterra tan
desaconsejable como lo fue en 1999 pretender mantener el dominio sobre
Hong-Kong.
NOTAS:
(1) : Dante Caputo: Una
posición que coincide con la del Reino Unido. Perfil, 25-02-12 http://www.perfil.com/ediciones/2012/2/edicion_654/contenidos/noticia_0019.html
(2) : Malvinas: el referendum
de los isleños ya tiene fecha http://www.infonews.com/2013/01/18/mundo-57321-malvinas-el-referendum-de-los-islenos-ya-tiene-fecha-islas-malvinas.php
(3) : Federico Bernal: Un yanqui, un escocés y un británico
a favor de Argentina http://www.infonews.com/2013/01/13/economia-56492-un-yanky-un-escoces-y-un-britanico-a-favor-de-argentina-islas-malvinas.php
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