La "Heritage Foundation" es tal vez el más prestigioso e influyente
think-tank ultraconservador planetario. Allí la Argentina figura en
"rojo, rojito", como Venezuela, Angola, Ucrania y Ecuador.
Por:
De dónde brotan las
zonceras del aislamiento argentino, del deterioro del ambiente empresarial en
el país, su hostilidad a las inversiones extranjeras, la asfixia del sector
privado por un Estado omnipresente, corrupto y desbocado? La Heritage Foundation
acaba de publicar la versión 2013 de su célebre Index of Economic Freedom
(elaborado en yunta con el Wall Street Journal). Adivine el lector cómo le fue
a la Argentina. Basta
advertir, en el mapa del mundo, el color asignado a la Argentina: roja-rojita,
como Venezuela, Ecuador, Ucrania, Angola, etcétera. Los medios de la
semicolonia, periodistas apátridas y lobbistas tienen en este índex anual el
Manual del Perfecto Cipayo Latinoamericano. Todo el speech, perfectamente
explicado y argumentado, en medio millar de páginas. Sin embargo, el problema
de fondo no pasa porque las reacciones local y extranjera tengan sus propios
parámetros e indicadores, sino más bien por la ausencia de un Índex de
Felicidad Popular y Bienestar Económico, elaborado por la "Periferia"
emergente (en su mayoría naciones rojo-rojitas y anaranjadas). Se impone el
índex de la barbarie porque no hay otro que lo rete.
INTRODUCCIÓN AL
MANUAL DEL PERFECTO CIPAYO
LATINOAMERICANO. La Heritage Foundation
(HF) es tal vez el más prestigioso e influyente think-tank ultra-conservador
planetario. Con sede en Washington, fue fundado en 1973. La HF fue pieza clave intelectual
e ideológica del modelo conservador implementado por Ronald Reagan y Margaret
Thatcher y su exportación al mundo. De hecho, la ex primera mandataria
británica y criminal de guerra es la única "patrona" de la fundación.
No es de extrañar pues, que la HF
haya sido la promotora número uno de la genocida operación Tormenta del
Desierto, en 1991. Esta, la avanzada contra Medio Oriente y Asia Central. La
avanzada contra América Latina comenzó a mediados de los setenta, recibiendo
gran impulso en 1982 con la victoria de Thatcher en Malvinas. En la Argentina, el modelo
conservador y genocida impuesto a sangre y fuego en 1976, prosiguió bajo el
velo de la "democracia" entre 1983 y 1989, para profundizarse a
extremos inéditos entre 1990 y mayo de 2003.
ORÍGENES DEL ÍNDEX
DE LIBERTAD ECONÓMICA.
Así explica la Heritage en la Introducción al Index
of Economic Freedom (IEF) 2013, la necesidad e importancia del IEF: "El
orden de la libertad económica, gloria de la coronación de Occidente en el
siglo XIX fue desacreditado por las guerras mundiales. [...] Se daba por
sentado que el desarrollo económico requería de un excesivo control estatal.
[...] Pero la realidad tiene una forma de minar inclusive hasta las más
tenazmente defendidas de las falsas teorías. Comenzando a fines de los '70, la
libertad económica estaba marcando impresionantes victorias alrededor del
mundo. [Contaba] con tan dedicados representantes del libre mercado como
Margaret Thatcher en Gran Bretaña y Ronald Reagan en EE UU [...]. Sin embargo,
y por más poderosa que fuera esta idea, no pudo penetrar el gran Occidente ni
la burocracia internacional encargada de desembolsar la ayuda al extranjero.
Cuando por ejemplo, los conservadores sugerían a la Agencia para el Desarrollo
Internacional del Departamento de Estado colocar esta ayuda al servicio de la
promoción de la libertad económica, la respuesta era siempre: '¿Qué significa
libertad económica? ¿Cómo la podemos medir?' Fue en ese momento que apareció el
brillante embajador Middendorf con una idea impresionante: 'Permitan que la Heritage Foundation
avance y desarrolle un indicador o índex'. En 1995, lanzamos el primer volumen
de nuestra serie IEF".
UNASUR Y LA ARGENTINA... CADA
VEZ MÁS ROJO-ROJITAS.
La metodología
de cálculo del IEF se explica en la página 477 del informe. Consiste en
analizar diez componentes específicos, agrupados en cuatro grandes categorías:
a) El imperio de la ley (derechos de propiedad, libertad y corrupción); b)
Gobierno limitado (libertad fiscal y gasto gubernamental); c) Eficiencia
regulatoria (libertad empresarial, flexibilidad laboral, libertad monetaria); y
d) Apertura de mercados (libertad de comercio, libertad de inversión y libertad
financiera). Las cuatro categorías se cuantifican de 0 a 100. A mayor puntaje, mejor
la categoría. El IEF surge como un promedio de ellas. En función del puntaje
final, un color. Obviamente, el peor color es el rojo, y el mejor el verde.
América del Sur viene tiñéndose de rojo en los últimos años. A excepción de
Chile (verde), Brasil (naranja), Colombia, Perú, Uruguay y Paraguay (amarillo),
el resto van de escarlata. Entre 1995 y 2002, el promedio del IEF para la Argentina fue de 71
puntos (fuimos verdes con Menem), registrando la mejor performance en 1996. Una
progresiva declinación comenzó a registrarse partir de 2003, que pasó a ser
abrupta desde 2008. El IEF 2012 fue de 48 y el de 2013, el más bajo desde la
creación del índice, 46,7 puntos. Chile, en la séptima posición mundial,
ostenta por lejos el mejor IEF de América Latina (y uno de los mejores del
globo), con 79 puntos. Específicamente sobre la Argentina, el informe
señala: "El puntaje de la libertad económica de la Argentina es de 46,7,
convirtiéndola en la 160 economía libre del Índex 2013. Las bases de la libertad
económica en la Argentina
son crecientemente frágiles, fuertemente afectadas por problemas estructurales
e institucionales consecuencia de una intrusión del gobierno a nivel de los
mercados. La política mixta, rigurosos controles de capital, restricciones a
las importaciones y una serie de nacionalizaciones han dañado severamente la
libertad económica. La presión reguladora del sector privado continúa en
aumento, con medidas de gasto populistas y control de precios que distorsionan
los mercados. Bajo la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, el respeto por
la ley y los mercados se deterioró, a la par de una disparada de la corrupción.
La Sra. Kirchner
fortaleció vínculos con los hombres fuertes de la región como son Hugo Chávez
de Venezuela y los hermanos Castro de Cuba, amenazando el derecho a la
autodeterminación de las Islas Falklands del Reino Unido. La apropiación que
hizo el gobierno en 2008 de cerca de 30 mil millones de pesos en fondos
privados de pensión, el fracaso en acordar con los acreedores desde el default
de 2002 y la expropiación de la subsidiaria YPF de la compañía española Repsol
han dañado severamente el perfil inversor del país. El fin de la independencia
del banco central también molestó a los inversores".
HACIA UN ÍNDEX DE FELICIDAD
POPULAR Y BIENESTAR
ECONÓMICO. Para
terminar y síntesis perfecta del pensamiento arcaico, bárbaro e imperialista de
la Heritage
y su manual, nada mejor que la recomendación de uno de sus autores, un tal
Robert Barro, de la democrática Universidad de Harvard. Al examinar la
"relación entre democracia, crecimiento económico y el imperio de la ley y
el orden", Barro concluye que "los esfuerzos reformistas de los
países pobres deberían concentrarse en establecer el imperio de la ley, los
derechos de propiedad y el libre mercado en lugar de la democracia, la cual
tiene poca relación con la performance económica futura (¡sic!)" (Pág. 2).
Barro, como la Harvard,
la Heritage
y el imperialismo sin excepción aborrecen la democracia cuando esta adquiere su
verdadero, único e histórico significado, es decir, cuando es popular, nacional
y antiimperialista. Ahora, por favor, un índex que la mida. Un índex que
explique y argumente, con definiciones e indicadores propios, heterodoxos pero
siempre revolucionarios, el impacto de las políticas sociales, económicas,
financieras, etc. aplicadas por los países que no se resignan a vivir en el
atraso, la pobreza y la dependencia eternas. No obstante y para empezar, ¿por
qué no encargarle a la
Heritage nos calcule el IEF promedio entre 1976 y 1983?
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