Desde Santiago de Chile, donde participa del encuentro de jefes
y jefas de Estado de la Celac
y la Unión Europea
Bregó por cuidar el
crecimiento de Latinoamérica frente a las economías de la UE. "Se necesita que las
asimetrías estén previstas", insistió. Además: la Argentina logró un apoyo
tácito por Malvinas en la declaración de la Cumbre.
Por:
Martin Piqué
Martin Piqué
La presidenta Cristina Fernández se encontró ayer con el
escenario que todos preveían: una avanzada de la Unión Europea para
lograr ubicar sus productos manufacturados en América Latina, ya que sus
propios habitantes consumen menos por la crisis. Ante ese panorama, la jefa de
Estado actuó en consecuencia.
En su primer contacto no protocolar con la prensa, aseguró
que la firma de un tratado de libre comercio entre los países del Mercosur y el
Viejo Continente deberá esperar al último trimestre de 2013, y que para
concretarlo se deberá "construir un nuevo esquema de premisas".
Eso implica que el eventual acuerdo suponga beneficios para los
dos bloques regionales. El argumento de la mandataria fue que la Argentina debe cuidar su
recuperación industrial. "Hay países emergentes con desarrollo industrial
emergente frente al consolidado desarrollo de la Unión Europea. Se
necesita que esto sea previsto y que las asimetrías estén previstas para que no
se perjudique a nuestra industria y sobre todo a nuestros pueblos",
subrayó Cristina.
Para la comitiva argentina, el otro gran desafío era lograr
el mayor apoyo posible en su reclamo sobre la soberanía en Malvinas: no se
presentaba como una tarea fácil, por la presencia en la Cumbre –la primera conjunta
de la Comunidad
de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y Unión Europea– de aliados
naturales de Gran Bretaña.
Anoche, tras un esfuerzo diplomático que obligó a quitar la
mención explícita a Malvinas, en la delegación oficial se tomó como un triunfo
el artículo 5° de la declaración de la cumbre. Los 61 países que estuvieron
representados, entre ellos los británicos, aprobaron un documento en el que se
dice, textualmente, que los firmantes "reafirman los propósitos y
principios consagrados en las Naciones Unidas" y que "reafirman la
igualdad soberana de todos los Estados, respetando la integridad territorial e
independencia política". Esa misma cláusula plantea que los firmantes
reconocen el derecho de los miembros para "abstenerse de la amenaza o uso
de la fuerza en cualquier forma incompatible con los principios y propósitos de
las Naciones Unidas". Además, sostiene que los estados que integran
Celac-UE defienden la capacidad de "resolver controversias por medios
pacíficos y según el Derecho Internacional".
Si bien Malvinas fue uno de los puntos de conflicto, el
compromiso que se explicitó en el documento de la cumbre dejó bastante
satisfechos a los funcionarios que siguieron de cerca los debates. En
representación de la Casa
Rosada tuvo un rol significativo el vicecanciller, Eduardo
Zuaín, ya que Héctor Timerman se encontraba en una misión reservada (trascendió
que estaría fuera del hemisferio occidental con una tarea vinculada a la
organización del juicio por el atentado a la AMIA).
En cualquier caso, ayer, en la moderna y opulenta capital
trasandina, el acento estuvo puesto en la intención de Alemania de abrir
mercados para los excedentes de producción europeos. "Nadie puede pensar
que la mejor manera de superar las crisis es el proteccionismo", subrayó
la premier Angela Merkel. Fue durante una conferencia conjunta con el
anfitrión, el chileno Sebastián Piñera, en el Palacio La Moneda. Allí también
Merkel pidió una "cooperación sin barreras al comercio".
En la delegación argentina son conscientes del peso de la
canciller germana, con quien Cristina tiene programada para hoy una reunión
bilateral. También se encontrará con el mandatario mexicano, Enrique Peña
Nieto. El encuentro cara a cara con Merkel volverá a mostrar las distintas
visiones sobre el comercio internacional que coexisten.
La presidenta pretende que Merkel reconozca el peso
específico que ha ido ganando América Latina. Cristina, a la salida de la
reunión con Dilma, habló de "un nuevo mundo" con "nuevos
protagonistas y términos de intercambio comercial". Habrá que ver si
Merkel entiende esas novedades. «
Acuerdo para
controlar la actividad volcánica
La
Argentina y Chile crearán una comisión de control y
vigilancia de la actividad volcánica. Así quedó establecido en el acuerdo que
suscribió el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, con funcionarios
chilenos, destinado al monitoreo conjunto de los volcanes fronterizos, con el
objetivo de mitigar riesgos a ambos lados de la Cordillera de los
Andes.
Al respecto, el secretario de Minería argentino, Jorge
Mayoral, anunció que "se formalizó un acuerdo de cooperación específico de
control y vigilancia de la actividad volcánica para mitigar riesgos". El
funcionario agregó que "se estableció una comisión permanente
complementaria para mitigar las consecuencias de las erupciones, ya que Chile
tiene una gran experiencia volcánica y muchos volcanes activos".
El seguimiento se concretará por miembros de los organismos
geofísicos de la Argentina
(Servicio Geológico Minero – Segemar) y de Chile ( Servicio Nacional de
Geología y Minería - Sernageomin).
De la reunión, efectuada en el marco de la Cumbre de Comunidades
Latinoamericanas y Caribeña (CELAC) y la Unión Europea (UE)
que se lleva a cabo en Santiago, también participó el gobernador de Mendoza,
Francisco Pérez.
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