El Chavismo jura unidad
inquebrantable al iniciar su cuarto mandato
Caracas/Natacha Salazar
El vicepresidente venezolano,
Nicolás Maduro, plantó cara ante la historia. Habló a la derecha, al cáncer, al
mundo:
“Pueden decirle a todos (…)
que nuestro pueblo está más unido que nunca. Que las Fuerzas Armadas están
firmes con el socialismo, que la dirección política (de este gobierno) está
resteado con nuestras vidas para respaldar a nuestro Comandante (Hugo Chávez).
Pueden decirle (a todos…) con seguridad, que por dónde nos busquen (…) se la
ganamos. Aquí estamos listos para seguir esta revolución; que no se
equivoquen”.
El segundo hombre del
gobierno de Venezuela lanzó el mensaje anclado en una muralla humana que
desbordó las calles de Caracas este jueves 10 de enero a las afueras del
Palacio Presidencial de Miraflores en el que se esperaba que Hugo Chávez
entrara tras haber sido juramentado Mandatario de su país por cuarta ocasión
consecutiva. Pero, quiso la vida que la juramentación le fuese tomada a través
de millones de venezolanos que llenaron su ausencia después de una nueva
intervención quirúrgica contra el cáncer que lo mantiene en delicado estado de
salud en Cuba.
La enfermedad del gobernante
ha alentado como nunca las ilusiones de sectores opositores, derrotados desde
hace 13 años en las urnas electorales. También ha revivido escenarios de
tensión, zozobra, manipulaciones mediáticas, amenazas de violencia,
convocatorias a paros cívicos, desabastecimiento de alimentos en los
supermercados y acusaciones de violaciones a la constitución que se creían
superados después del golpe de estado contra Chávez en el 2002 y el
subsiguiente paro petrolero (principal riqueza de este país) que pretendió
desalojarlo del poder.
“Andan buscando un muerto”,
dijo Maduro el jueves refiriéndose a sectores radicales que adversan al
gobierno.
“Se ha pretendido -nacional e
internacionalmente- manipular y aprovechar la circunstancia de la operación y
convalecencia (del presidente) para desestabilizar nuestra Patria (…). Han sido
días duros”, remató,
“Hemos tenido que remontar el
dolor, la angustia (…), hemos tenido que serenarnos, que acompañarnos
colectivamente (…); y le decimos desde aquí al Comandante: continúe su batalla
(contra el cáncer) que aquí tiene a un pueblo revolucionario, a un gobierno
bolivariano y a una Fuerza Armada apoyándolo”.
RODILLA EN TIERRA
La jornada había empezado muy
temprano con la movilización de millones de venezolanos desde todas partes del
país. Llegaron a Miraflores para suplir la ausencia del Comandante. Le
acompañaron líderes latinoamericanos, el tren ministerial del gobierno, jefes
militares, medallistas olímpicos y hasta conocidos personajes del cine y la televisión.
Los presidentes de Bolivia,
Evo Morales, Uruguay, Pepe Mujica y Nicaragua, Daniel Ortega, pidieron“unidad
inquebrantable”,dentro y fuera de Venezuela para continuar la Revolución Bolivariana.
También lo hicieron el canciller de Argentina, Héctor Timerman, el de Ecuador,
Ricardo Patiño y el Vicepresidente del Consejo de Ministro de Cuba, Miguel Dias
Canel, entre otros. Los Primeros Ministros de las islas del Caribe (que hacen
parte del convenio Petro-Caribe impulsado por Chávez) gritaron ¡vivas! a Chávez
y la Revolución.
Pero, mientras millones de
chavistas eran juramentados por Maduro, bajo la consigna de YO SOY CHÁVEZ,
dirigentes de oposición convocaron a una marcha masiva este 23 de enero, cuando
se conmemora tradicionalmente el fin de la dictadura del General Marcos Pérez
Jiménez que dio paso en 1958
a la democracia representativa.
"Queremos dirigirnos
especialmente al pueblo de Venezuela y convocar al país entero a que este 23 de
enero, demos una demostración masiva de fuerza en las calles, reiterando que
somos un pueblo digno, que no se deja someter”, precisó la diputada opositora
Miriam Montilla en conferencia de prensa.
La estatal Agencia Venezolana
de Noticias (AVN) consideró que las expresiones de los opositores en un
comunicado divulgado en la conferencia de prensa, recordaron “los discursos
emitidos por Carlos Ortega, Pedro Carmona Estanga, y otros dirigentes que
ejecutaron el golpe de Estado (de 2002 contra Chávez) y actualmente se
encuentran prófugos de la justicia”.
Legisladores opositores
también convocaron protestas “cívicas, pacíficas y democráticas”, “dentro y
fuera del país” para “denunciar” supuestas violaciones a la Constitución Nacional
que prevé que las “faltas temporales” del presidente de la nación deben ser
suplidas por el vicepresidente de la República (Nicolás Maduro, art. 234) y las faltas
absolutas (en caso de muerte o enfermedad del mandatario “certificada por el
TSJ y la Asamblea
Nacional”) deben ser suplidas por el presidente de la AN, actualmente a cargo de
Diosdado Cabello, uno de los hombres más cercanos a Chávez.
El Tribunal Supremo de
Justicia de Venezuela avaló recientemente la continuidad del mandato de Chávez,
a pesar de no haber sido juramentado formalmente el 10 de enero por razones de
salud. Desestimó, de este modo, presuntas violaciones a la Constitución por la
ausencia del Presidente
El diputado opositor Alfonso
Marquina, calificó de “bodrio jurídico” la decisión del TSJ y anunció que
"vamos a seguir activándonos para restablecer el orden constitucional
perdido. La sentencia del TSJ busca que el país sea gobernado sin tener un
Presidente constitucional", dijo.
Maduro advirtió que tomarán
acciones legales, si sectores opositores se empeñan en desconocer al actual
gobierno. Mientras, el pueblo chavista y sus dirigentes se mantienena la espera
de la recuperación de Chávez al que juraron“absoluta lealtad” el jueves.
Frente al Palacio de
Miraflores, dijeron a una sola voz: “juro por la Constitución
bolivariana que defenderé la presidencia de Hugo Chávez en la calle, con la
razón, la verdad y la fuerza de la inteligencia de un pueblo que se ha liberado
del yugo de la burguesía. Aquí en Caracas , 19 de enero, le decimos a Chávez:
Comandante recupérese que este pueblo ha jurado y va a cumplir lealtad absoluta.”
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