“Revolución Naranja”
al estilo Ucraniano y Yugoslavo
Por Eva Golinger
Durante los últimos días en Venezuela, un gran plan de
desestabilización fue ejecutado con la intención de derrocar el gobierno del
Presidente Chávez y entonces justificar una intervención internacional. Este
complot seguía un guión que había sido implementado de manera efectiva en otros
paises durante años anteriores, como en Yugoslavia para derrocar a Milosevic, o
en Ucranía en lo que produjo la llamada “revolución naranja”. También funcionó
en Georgia con la “revolución aterciopelada.” El guia, que fue escrito por el
estadounidense Gene Sharp, fundador del Instituto Albert Einstein, promueve el
uso de la resistencia civil no-violenta para impulsar cambios radicales en la
política de un país. Pero el manuel de Sharp realmente articula casí 200
acciones y estrategias de desestablización social, política y económica, incluyendo
huelgas, manifestaciones de calle, el uso del internet para construir un
movimiento (o hacer parecer que el movimiento tiene fuerza y apoyo) y el
desconocimiento de un gobierno para subvertir la soberanía del país y permitir
la intervención internacional. Estas tácticas, entre otras, fueron
existosamente utilizadas por organizaciones líderadas por jóvenes en
Yugoslavia, Georgia y Ucrania, financiados por el Departamento de Estado de
Estados Unidos y asesorados por Gene Sharp y su colega, Peter Ackerman.
Ackerman, quien fue alumno de Sharp, es actualmente el
Presidente de Freedom House, entidad financiado por el Departamento de Estado
que “promueve la democracia” al estilo estadounidense en el mundo, incluyendo
en Venezuela, donde abrió una sede en septiembre 2004, justamente después del
fracaso del Referendo Revocatario en contra del Presidente Chávez. Peter
Ackerman asumió el cargo en Freedom House reemplazando a James Woosely, antiguo
director de la Agencia
Central de Inteligencia (CIA), quien antes encabezaba esa
fachada de los cuerpos de inteligencia y seguridad estadounidense. Ackerman
también es miembro fundador del International Center for Non-violent Conflict
(Centro internacional del conflicto no-violento), organización que ha producido
dos documentales, “Derrocando a un Dictador” (Bringing Down a Dictator) y
“Revolución Naranja” (Orange Revolution), películas que relatan las
experiencias en Yugoslavia y Ucrania, y dos libros, “El Conflicto Estratégico
No-Violento” y “Una fuerza más poderosa”.
Ackerman también trabaja de cerca con la organización CANVAS
(Center for Applied Non-Violent Action and Strategies) que es la nueva cara de la OTPOR (‘resistencia’ en
Serbia), la organización de jóvenes financiados por el Departamento de Estado
que lograron derrocar a Milosovic en el año 2000. En la página web de CANVAS,
se encuetra actualmente una sección dedicada a “actuales campos de batalla”
(Battlefield Live!) (véase http://www.canvasopedia.org/content/battlefield/live.htm),
donde señalan a Venezuela como un de tres campos de batalla donde ellos estan
trabajando (los otros dos son Ucrania y Zimbabwe. En la página web, incluyen
también un lista extensiva de armamento que se estan utilizando en estos
diferentes campos de batalla, que juntamente estan trabajando con
organizaciones socials y politicos en los respectivos paises.
El Instituto Albert Einstein también señala en su ultimo
informe de 2006 (véase www.aienstein.org) que habían organizado una seria
de talles y sesiones de trabajo con miembros de la OTPOR de Yugoslavia y grupos
venezolanos de la oposición, para apoyar sus planes de derrocar al Presidente
Chávez. Por cierto, el Instituto Albert Einstein viene trabajando con
diferentes actores venezolanos desde el año 2003, como bien destaco en mi
ultimo libro, “Bush vs. Chávez: La
Guerra de Washington Contra Venezuela” (extracto abajo).
Estas organizaciones estadounidenses, juntos con Freedom
House y su sede en Venezuela, y con los millones de dólares otorgados por el
Departamento de Estado para respaldar sus acciones, han venido trabajando con
sectores de la oposición venezolana - incluyendo a jóvenes – para intentar
crear otra “revolución coloreada” aquí. Esta última semana fue evidencia de que
este plan esta en marcha. Grupos como la ORVEX (organización de venezolanos auto-exiliados
en Estados Unidos), Ofensiva Ciudadana y el Comando de Resistencia Nacional,
han estado intentando aplicar el plan “Gene Sharp” para crear caos y
inseguridad en el país, provocando represión y luego justificando la
intervención internacional. Con sus acciones de guarimba y violencia de calle,
utilizando a las caras simpáticas de jóvenes venezolanos, lograron captar y
manipular la opinión mundial, logrando que varios cuerpos multilaterales, como la OEA y la Comunidad Europea,
tanto como el gobierno estadounidense y grupos de derechos humanos
internacionales, emitieron declaraciones críticas al gobierno venezolano y
apoyando a estos grupos desestablizadores.
A pesar de que no lograron sus objectivos esta vez, la
evidencia demuestra que seguirán intentando aplicar estos mecanismos para
obtener un mayor apoyo internacional que les dará fuerza para golpear de nuevo
la democracia venezolana y el bienestar del pueblo. Para la defensa de la
nación, sería sabio poner fin a las acciones de grupos como Freedom House y el
Instituto Republicano Internacional, que sirven de fachadas para el
Departamento de Estado y la CIA
y operan libremente aquí en el país.
[Lo siguente es un extracto del Capítulo 9, “Espionaje y
Sabotaje”, de mi libro, “Bush vs. Chávez: La Guerra de Washington Contra Venezuela” Monte
Avila Editores 2006.]
“Otra de las principales amenazas que enfrenta hoy la nación
andina es la infiltración de miles de paramilitares colombianos que cruzan las
fronteras, muchos de ellos con una sola misión: asesinar al presidente Chávez.
Tal idea pudiera parecer ridícula o fantasiosa para algunos, pero en Venezuela
constituye una amenaza real. En mayo del 2004, más de 80 paramilitares
colombianos fueron detenidos en una granja propiedad de un cubano-venezolano,
Robert Alonso, situada en las afueras de Caracas, que planeaban el asesinato
del presidente Chávez. Apenas unos meses antes, Alonso, actualmente
autoexiliado en Miami, había hecho un llamamiento a la desobediencia civil
generalizada y a la violencia en toda la nación en un acto que llamó
«Guarimba», con la intención de provocar reacciones represivas de las fuerzas
estatales que pudieran después justificar una denuncia por violaciones de los
derechos humanos y falta de orden constitucional. La Guarimba fue un concepto
creado con la ayuda de la
Institución Albert Einstein (AEI), otra entidad
estadounidense financiada por el Departamento de Estado con un nombre muy
engañoso.
La AEI
está dirigida por Gene Sharp, un autotitulado experto de lo que él mismo llama
«defensa no violenta», o mejor dicho, «cambio de régimen». Sus metodologías han
sido estudiadas y utilizadas por los movimientos de la oposición en Birmania,
Tailandia, el Tíbet, Belarús, Serbia, Zimbabwe y Venezuela. En el informe anual
del 2004 de esa institución la nación sudamericana se destaca como un país
donde actualmente se están realizando acciones:
Los venezolanos opuestos a Chávez se reunieron con Gene
Sharp y otros miembros de la AEI
para analizar el deterioro de la situación política en su país. Asimismo,
discutieron las opciones que tienen los grupos de oposición para promover
eficazmente su causa sin violencia. Estas visitas condujeron a una consulta
nacional en abril del 2003. La consulta de nueve días de duración fue dirigida
por Robert Helvey y Chris Miller en Caracas, para los miembros de la oposición
venezolana. El objetivo de esta consulta era ofrecerles la capacidad de
desarrollar una estrategia no violenta destinada a restaurar la democracia en
Venezuela. Los participantes incluían a miembros de partidos políticos y sindicatos,
líderes de organizaciones no gubernamentales y activistas no afiliados (…).
Helvey presentó un curso de instrucción sobre la teoría, aplicación y
planificación de la lucha estratégica no violenta. Con ello, los participantes
se percataron de la importancia de la planificación estratégica para vencer los
actuales reveses de la campaña de la oposición contra Chávez. Ofensiva
Ciudadana, un grupo pro-democracia en Venezuela, solicitó y organizó el taller.
Dicho taller ha llevado al contacto continuado con los venezolanos y a la
renovación de las solicitudes para celebrar otras consultas.8
Cuánta amabilidad la de la Institución Albert
Einstein de ayudar a la oposición venezolana a buscar formas nuevas e
ingeniosas para derrocar a Chávez. Robert Helvey, el «consultor» enviado por la AEI a Caracas para enseñar a
la oposición a desarrollar nuevas estrategias para el cambio de régimen en
Venezuela, es en realidad un coronel retirado del ejército estadounidense,
educado en el Comando del Ejército de los Estados Unidos, y en la Escuela Superior
del Estado Mayor y la
Escuela Superior de Guerra de la Marina de los Estados
Unidos.9 Si bien la biografía del coronel Helvey indica que actualmente es un
«consultor de planificación estratégica para las organizaciones no
gubernamentales que promueven reformas políticas no violentas entre los
movimientos prodemocracia», en realidad, es un experto en conflictos de baja
intensidad, en la guerra asimétrica y en el cambio de régimen.
En una de las muchas declaraciones públicas, Robert Alonso
mencionó con orgullo el hecho de que estaba recibiendo «consultoría
internacional» especial del doctor Gene Sharp, «un experto en la materia» con
vistas a la realización de sus próximos planes y estrategias encaminadas a
«derrocar al régimen de Chávez».
Apenas unos meses después de la visita del coronel Helvey a
Caracas, Alonso y su grupo realizaron las Guarimbas en febrero del 2004, con el
saldo de varios muertos y lesionados y la aparición de zonas de inestabilidad
en todo el país. Afortunadamente, el plan internacional de su «experto» solo
duró cuatro días, del 27 de febrero hasta el 1ro de marzo del 2004, como
resultado de las acciones de las autoridades y los ciudadanos venezolanos que
se negaron a apoyar tan atroz conducta."
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