La salud del pueblo griego a tres años del ajuste
"El país heleno es hoy, como lo fuera la Argentina de Martínez de
Hoz, Alfonsín, Menem, De la Rúa
y Duhalde el conejillo de indias del terrorismo financiero y especulador
internacional."
Federico Bernal
Por:
Federico Bernal
Federico Bernal
En enero de 2013, paramilitares de encumbrada
jerarquía del FMI (basta de llamarlos economistas, técnicos, inspectores, etc.)
reconocían haber subestimado los impactos negativos de las medidas de
austeridad aplicadas en Europa, medidas que en lugar de combatir la crisis la
habían intensificado. ¡Qué gracia debió provocar el tardío mea culpa a los
millones de desempleados y a las miles de víctimas en España, Grecia, Portugal,
Irlanda e Italia! Tres años y poco más de receta neoliberal que el pueblo
argentino conoce a la perfección, por habérsele aplicado sin pausa entre 1976 y
2003. Ahora bien, a casi cuatro meses del referido anuncio del FMI, las
políticas de austeridad no sólo no han menguado sino que, por el contrario, se
han intensificado. Grecia es –como la Argentina de Martínez de Hoz, Alfonsín, Menem, De
la Rúa y Duhalde–
el conejillo de indias del terrorismo financiero y especulador internacional. A
continuación, un pantallazo de la profunda crisis social griega, abordada desde
el sector de la salud pública.
LAS RECETAS DEL AJUSTE CONTRA EL PUEBLO GRIEGO. El
pasado 18 de abril, la prestigiosa revista científica estadounidense American
Journal of Public Health publicaba un notable artículo titulado "Crisis
económica, políticas restrictivas y la asistencia médica y salud poblacional:
el caso griego" (Kondilis & Giannakopoulos). Sus autores comenzaban
explicando el avance del terrorismo financiero y especulador sobre el país
helénico en estos términos: "En medio de la crisis (noviembre de 2009 a mayo de 2010), los
mercados financieros internacionales comenzaron a centrarse en el creciente
déficit del gobierno griego (un 15,4% del PIB en 2009, en comparación con el
9,8% en 2008 y un 6,5% en 2007). Abruptamente, el déficit público fue visto
como la causa más que el síntoma de la crisis griega, lo cual condujo a una
paulatina degradación del ranking crediticio del país y a un aumento inasequible
en el costo de nuevo endeudamiento y pago de la deuda pública. En este contexto
y para financiar la deuda, el gobierno griego acordó con el FMI y la Eurozona [Banco Central
Europeo] un préstamos de 110 mil millones de euros en mayo de 2010, más un
adicional de 130 mil millones en febrero de 2012. Históricamente y en contra
del discurso oficial del FMI, sus préstamos vienen con las conocidas
'condicionalidades', las cuales incluyen la privatización de empresas
estatales, la liberalización de los mercados y la imposición de límites al
gasto público (salud y educación incluidas), asumiendo que tales políticas
activarán el crecimiento económico y eventualmente mejorarán la capacidad de
pago de los préstamos solicitados."
LA
AUSTERIDAD ES PERJUDICIAL PARA LA SALUD. "Adhiriendo
a las exigencias impuestas por el FMI y la Eurozona, el Ministerio de Salud griego adoptó
una amplia gama de 'reformas' que pueden resumirse en tres categorías
principales: 1) medidas de austeridad; 2) restricciones en esquemas de acceso y
privatización; y 3) desregulación de los servicios privados de salud. Estas
polémicas 'reformas' de mercado aplicadas en Grecia siguieron las
prescripciones estandarizadas que el Banco Mundial y el FMI habían previamente
ejecutado en muchos otros países del mundo menos desarrollado. En los primeros
dos años de austeridad (2009 y 2011), los gastos totales del Ministerio de
Salud cayeron por 1,8 mil millones de euros (reducción del 23,7%), mientras que
los gastos totales de los hospitales públicos cayeron un 12,5% (reducción en
740 millones de euros)".
EL FMI ENFERMA Y MATA. Ahora pasemos a los datos
concretos. Afirman los investigadores que si bien "la tasa de mortalidad
por todas las causas continuó su tendencia a la baja durante los años de la
crisis, los niveles de suicidio, homicidio y las tasas de mortalidad para las
enfermedades infecciosas aumentaron 16,2%, 25,5% y 13,2%, respectivamente,
entre 2007 y 2009. En el subgrupo de hombres menores de 65 años –la población
más afectada por el desempleo– los aumentos relativos fueron más intensos:
22,7%, 25% y 27,6%, respectivamente." Asimismo, Kondilis et al aclaran que
"las tasas de mortalidad presentada en 2008 y 2009 estuvieron muy por
encima de predicciones basadas en las tendencias de mortalidad pre-crisis".
Un punto interesante de la investigación es que viene a confirmar la relación
directa y proporcional entre crisis económica y los niveles de suicidio, de
igual forma que la tasa de mortalidad por homicidios con el desempleo.
Finalmente y "según datos de la encuesta de la 'Unión Europea sobre
ingresos y condiciones de vida', la prevalencia de personas informando que su
salud era mala o muy mala aumentó un 14% entre 2007 y 2009. Similarmente, tres
estudios transversales a nivel nacional conducidos entre 2008 y mediados de
2011, concluyen que la prevalencia de depresión mayor en un mes pasó del 3,3%
al 6,8%, mientras que la proporción de intentos de suicidio en el mes anterior
a la encuesta aumentó del 0,6% en 2008, al 1,1% en 2009 y un 1,5% en 2011".
No es ninguna casualidad tampoco que "el número de personas con uso
indebido de drogas (heroína como la principal sustancia adictiva), haya
aumentado un 11,6% entre 2008 y 2010. [...] En aquellos entre los 35 y 64 años,
el incremento fue mucho mayor, con un 88,2%."
EL EJEMPLO DE LA ARGENTINA Y UN PARTICULAR LLAMADO A LA RESISTENCIA POPULAR.
Entre 2010 y 2011, la "utilización de los servicios públicos de
hospitalización y atención primaria subió un 6,2% y un 21,9%, respectivamente,
mientras que los gastos totales del Ministerio de Salud disminuyeron un 23,7%
entre 2009 y 2011". Dicha contradicción es explicada por los autores como
sigue: "En tiempos de crisis económica, la mayor demanda de atención
médica y de servicios públicos chocan con las políticas de austeridad y
privatización, exponiendo la salud de la población griega a mayores riesgos.
[Se trata de las mismas] peligrosas condiciones a las que los países de América
Latina y del bloque de la ex Unión Soviética fueron expuestos durante la década
de 1990, y que los ciudadanos de Portugal, España, Italia e Irlanda están
experimentando en la actualidad. [...] La evidencia histórica sugiere que en
tiempos de recesión económica, las políticas de recortes y privatización pueden
comprometer la salud de las poblaciones. Por el contrario, sostener el gasto
público y expandir los servicios públicos de salud protegen a las poblaciones.
Por ejemplo, en América Latina, países como la Argentina, Venezuela,
Ecuador, Uruguay y Bolivia han actuado para fomentar la salud de sus
poblaciones al resistir las demandas de los organismos financieros
internacionales". A propósito, uno de los autores, Waitzkin –profesor
emérito de sociología y medicina en la Universidad de Nuevo México– señaló a la AFP que "problemas
similares [a los aquí descriptos para Grecia] se observaron en la Argentina una década
atrás" (18/4/13). El estudio analizado termina afirmando que "Las
mejoras económicas y los indicadores de salud en la Argentina, Venezuela,
Ecuador, Uruguay y Bolivia han demostrado que las políticas de austeridad son
poco científicas, peligrosas y resistidas. En función de las políticas de
austeridad sin precedentes que se perfilan en el horizonte para los pueblos
griegos y de otras naciones europeas, los peligros para la salud pública
probablemente se profundicen, a menos que la resistencia popular consiga
derrotar esas políticas." La austeridad es perjudicial para la salud, pero
el FMI, el FMI enferma y mata.
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