La marcha, el programa político y económico del
establishment y la expectativa por el 7D.
El gobierno pudo
haber evitado el 8N y no lo hizo. Con anunciar que retrocedía en su intento por
aplicar la Ley de
Medios, garantizar que los dólares de las reservas siguieran a disposición de
los fugadores de divisas, devolver YPF a los españoles de Repsol y pagar lo que
los fondos buitre exigen, se hubiera evitado la foto del Obelisco rodeado por
una multitud cantando contra "la dictadura K".
Claro que para eso,
después de casi una década de lidiar con la voracidad de los dueños del poder y
del dinero, la Casa Rosada
debía resignarse a que el rumbo de la Argentina lo decide de modo inalterable un puñado
de corporaciones, y no los millones de argentinos que hace menos de un año
votaron a Cristina Kirchner, otorgándole una ventaja electoral contra su
inmediato competidor de casi 40 puntos porcentuales.
Las consecuencias
están a la vista. El país del 9N, del 10N y del 11N es bastante parecido al del
7N. Tiene los mismos problemas y demanda las soluciones de siempre. Sin
embargo, es cierto que una porción de la clase media opositora reprodujo
alrededor del símbolo fálico porteño la catarsis del 13S; tan cierto como que
ningún partido tradicional antikirchnerista puede arrogarse la capitalización
de la protesta.
En su combate contra
el gobierno, el Grupo Clarín podrá ufanarse de la movida, de cara al 7D. Porque
básicamente logró convertir a una parte de su audiencia en militancia callejera
a favor del relato catástrofe que reproducen en la tapa de su diario de
agitación y en las más de 240 licencias audiovisuales que mantienen
ilegalmente. El talento demostrado para influir en la subjetividad de los
reclamantes es, de un tiempo a esta parte, motivo de estudio en la academia
nacional. El sociólogo Alejandro Horowicz recordó, por ejemplo, cómo durante el
conflicto de la 125, gente que no tenía ni una maceta con tierra en su balcón,
asumía como propio el discurso de ruralistas con campos por 10 millones de
dólares en la pampa fértil. Era una clase subalterna tomando a otra superior
como referencia. El 8N también pasó eso. La parte antikirchnerista de los
sectores medios manifestó su acuerdo con el plan político y económico del
establishment que plantea la negativa a la reelección de Cristina Kirchner
(cuando ella misma dijo: "no es mi deseo una reforma
constitucional"), la no intromisión del Estado en la libertad monopólica
(cuando los tratados internacionales suscriptos por la Argentina obligan a lo
contrario) y la desconfianza en la resolución electoral de los conflictos y
tensiones propias de una democracia (cuando alrededor del 80% de la ciudadanía
participa de elecciones). Es decir, una agenda de derecha por lo menos
contradictoria. Puede consultarse la colección de editoriales de Clarín y La Nación para tener más
precisiones al respecto.
El profesor de
Economía Ricardo Arons-kind lo descifró de modo inmejorable en un texto que
circuló por la red en estos días. Según él, los variados eslóganes del jueves 8
se pueden resumir en diez puntos económicos. Lo que tiene de extenso, lo tiene
de interesante:
1) Venta libre de
dólares baratos por parte del Estado hasta agotar las reservas, para todo uso.
Resultado: incremento de la fuga de capitales provenientes de la evasión impositiva. Reaparición de la especulación cambiaria como actividad central de la economía. Si se terminan las reservas, mega-devaluación, y aumento generalizado de precios, con brusca caída salarial y aumento del desempleo. Enriquecimiento de los tenedores de dólares y empobrecimiento del país.
Resultado: incremento de la fuga de capitales provenientes de la evasión impositiva. Reaparición de la especulación cambiaria como actividad central de la economía. Si se terminan las reservas, mega-devaluación, y aumento generalizado de precios, con brusca caída salarial y aumento del desempleo. Enriquecimiento de los tenedores de dólares y empobrecimiento del país.
2) Eliminación de
todo tipo de regulación, indicación o presión oficial para contener el alza de
los precios.
Resultado: alza generalizada de precios, por las dudas, y porque "todo sube". Contracción de la demanda y de la actividad económica. Quiebra de pequeñas empresas.
Resultado: alza generalizada de precios, por las dudas, y porque "todo sube". Contracción de la demanda y de la actividad económica. Quiebra de pequeñas empresas.
3) Eliminación de
toda restricción a las importaciones. Tiene que entrar de todo, incluidos
productos suntuarios, para el sector ABC1. Apertura importadora “al mundo”.
Resultado: Si no alcanzan los dólares para importar productos imprescindibles, e insumos para la producción, o se reduce la producción, generando una recesión, o hay que pedir préstamos en el exterior. Comienza nuevamente el endeudamiento externo.
Resultado: Si no alcanzan los dólares para importar productos imprescindibles, e insumos para la producción, o se reduce la producción, generando una recesión, o hay que pedir préstamos en el exterior. Comienza nuevamente el endeudamiento externo.
4) Reducción o
eliminación de las retenciones. Eliminación del impuesto al cheque.
Resultado: desfinanciamiento del Estado y ultra-rentabilidad para el sector agrario exportador. Si le faltan recursos al Estado, que reduzca el gasto público. Si eso genera recesión y desempleo, mejor, porque eso tranquiliza las presiones salariales. Mejoramiento del "clima de negocios".
Resultado: desfinanciamiento del Estado y ultra-rentabilidad para el sector agrario exportador. Si le faltan recursos al Estado, que reduzca el gasto público. Si eso genera recesión y desempleo, mejor, porque eso tranquiliza las presiones salariales. Mejoramiento del "clima de negocios".
5) Bajar los
impuestos a las ganancias, a la renta presunta, a los bienes personales y a la
propiedad inmobiliaria.
Resultado: más riqueza en manos de los ricos, menos ingresos para el Estado, y por lo tanto menos capacidad de hacer políticas públicas. Si quiere seguir gastando, el Estado tendrá que pedir préstamos externos. Para conseguir esos préstamos, tendrá que arreglar con los fondos buitre y el Club de París. Los desembolsos que exigen reducirán fuertemente las reservas del Banco Central, y volverán al gobierno fácilmente presionable por los sectores financieros. Mejoramiento del "clima de negocios".
Resultado: más riqueza en manos de los ricos, menos ingresos para el Estado, y por lo tanto menos capacidad de hacer políticas públicas. Si quiere seguir gastando, el Estado tendrá que pedir préstamos externos. Para conseguir esos préstamos, tendrá que arreglar con los fondos buitre y el Club de París. Los desembolsos que exigen reducirán fuertemente las reservas del Banco Central, y volverán al gobierno fácilmente presionable por los sectores financieros. Mejoramiento del "clima de negocios".
6) Reducción del
gasto público: corte drástico de subsidios a la energía y el transporte;
reducción de los planes de obras públicas; congelamiento de las asignaciones
universales por hijo y las jubilaciones. Despido de personal de los estados
nacional, provincial y municipal.
Resultado: brusco incremento de la pobreza, la indigencia y el desempleo.
Fuerte aumento de la conflictividad social y la violencia. Contracción del mercado interno. Quiebras en el sector productivo y en la comercialización.
Mejoramiento del “clima de negocios”.
Resultado: brusco incremento de la pobreza, la indigencia y el desempleo.
Fuerte aumento de la conflictividad social y la violencia. Contracción del mercado interno. Quiebras en el sector productivo y en la comercialización.
Mejoramiento del “clima de negocios”.
7) Corte del crédito
a la producción y el consumo, y de la expansión monetaria. Incremento de la
tasa de interés doméstica.
Resultado: drástico desfinanciamiento al sector productivo y comercial.
Caída de las ventas y contracción de la actividad económica. Recesión e incremento del desempleo. Se reduce modestamente, pero continúa el aumento de precios. Mejoramiento del "clima de negocios".
Resultado: drástico desfinanciamiento al sector productivo y comercial.
Caída de las ventas y contracción de la actividad económica. Recesión e incremento del desempleo. Se reduce modestamente, pero continúa el aumento de precios. Mejoramiento del "clima de negocios".
8) Se aceptan
plenamente todos los reclamos de los acreedores del país, en las condiciones y
plazos que establezcan.
Resultado: drástica reducción de las reservas y estallido de corridas cambiarias y bancarias. Se vende el resto de las reservas sin poder frenar las corridas. Cierre y caída de bancos. Colapso de la actividad económica.
Argentina es elogiada "en el mundo". Devuelven la Fragata Libertad.
Mejoramiento del "clima de negocios".
Resultado: drástica reducción de las reservas y estallido de corridas cambiarias y bancarias. Se vende el resto de las reservas sin poder frenar las corridas. Cierre y caída de bancos. Colapso de la actividad económica.
Argentina es elogiada "en el mundo". Devuelven la Fragata Libertad.
Mejoramiento del "clima de negocios".
9) Argentina firma
un tratado de libre comercio unilateral con Estados Unidos, otro con la Unión Europea, y
otro con China.
Resultado: desaparición de la industria nacional e incremento de la desocupación estructural al 30% de la población. Flexibilización laboral extrema para el resto. Se deteriora dramáticamente la seguridad en las grandes ciudades. Aumenta el gasto en seguridad privada. En los shoppings se consigue "de todo". Argentina es elogiada "en el mundo". Mejoramiento del "clima de negocios".
Resultado: desaparición de la industria nacional e incremento de la desocupación estructural al 30% de la población. Flexibilización laboral extrema para el resto. Se deteriora dramáticamente la seguridad en las grandes ciudades. Aumenta el gasto en seguridad privada. En los shoppings se consigue "de todo". Argentina es elogiada "en el mundo". Mejoramiento del "clima de negocios".
10) El gobierno
acepta todas las peticiones de los empresarios locales y externos, y de los
organismos financieros internacionales. Desmantela los organismos de regulación
y control, y recibe sin condiciones toda inversión en el país. Elimina la
restricción a la compra de tierras por parte de extranjeros. Libre remisión de
utilidades.
Resultado: incremento exponencial del lavado de dinero proveniente de actividades criminales de todo el planeta. Ingreso masivo de capital especulativo, que sirve para financiar la fuga de capitales y las remesas de utilidades del capital extranjero. Si algún dólar queda, sirve para incrementar el valor de la moneda local, favoreciendo las importaciones y deteriorando la capacidad exportadora. Inversión de firmas multinacionales en recursos naturales, que son exportados en bruto al resto del planeta.”
Resultado: incremento exponencial del lavado de dinero proveniente de actividades criminales de todo el planeta. Ingreso masivo de capital especulativo, que sirve para financiar la fuga de capitales y las remesas de utilidades del capital extranjero. Si algún dólar queda, sirve para incrementar el valor de la moneda local, favoreciendo las importaciones y deteriorando la capacidad exportadora. Inversión de firmas multinacionales en recursos naturales, que son exportados en bruto al resto del planeta.”
Da escalofríos
pensar en la consecuencias de un plan de estas características. En realidad, ya
se aplicó y el país estalló en 2001. Seriamente hablando, ¿cuánta gente
quisiera volver a una Argentina así?
Está bien que el
oficialismo acuse recibo del 8N. Siempre se puede mejorar y hay áreas donde es
imprescindible hacerlo. Se puede hacer más contra la inflación, la inseguridad
y la corrupción. Pero es tan poco probable que la manifestación cacerolera
tenga destino de mayoría consistente como que el genocida Videla sea indultado
de vuelta mañana. Aun en una muy mala elección kirchnerista en 2013, la
recreación del Grupo A volvería a naufragar en las múltiples oposiciones que
existen: hay más vedetismo que ideas en el antikirchnerismo. La táctica de presentar
al oficialismo como una dictadura que justificaría el amontonamiento épico para
combatirla, además de ser un tackle desesperado, se sostiene solamente en la
pantalla de Canal 13 y TN; no en la realidad. Una caracterización tan
disparatada sólo puede producir efectos disparatados.
El propósito de los
medios hegemónicos de presentar un 46% sólido y cohesionado tampoco es creíble.
La marcha del otro día no lo refleja, de ninguna manera. Sería menos
descabellado pensar, por ejemplo, que la foto de la marejada humana acelere los
tiempos de nacionalización de la propuesta macrista o el hito fundacional de
una coalición de derechas, al estilo de la vieja UCD y los partidos
provinciales procesistas. Esperable, además, por la salud institucional de la
república: siempre es bueno que la derecha juegue dentro del sistema y no
afuera. Que gane y pierda en elecciones, como se debe; y no a través de
corridas bancarias o titulares putchistas, todos los días, todo el tiempo.
Por otro lado, para
cualquier persona sensata es innegable que hay un intento constante de los
creadores del relato antikirchnerista de invisibilizar al 54% de la sociedad.
Ver la cobertura de los medios de Héctor Magnetto y Bartolomé Mitre –ambos con
pedido de indagatoria fiscal como partícipes necesarios en presuntos crímenes
de lesa humanidad cometidos durante el despojo a la familia Graiver de Papel
Prensa– produce espanto. Así como no decían nada cuando en este país se
arrojaba a compatriotas de los aviones como parte de una planificada y masiva
supresión del otro como solución final, están ausentes en las crónicas
eufóricas que deciden replicar las razones, los rostros y las opiniones de la
mayoría política de la
Argentina del siglo XXI, nada menos.
En cuanto a sus
empleados, nadie les pide tanto. Alcanza con un ejemplo: "cuesta encontrar
en la historia argentina (sic) una movilización popular como la de ayer",
sostuvo Ricardo Roa, en la sección "Del editor al lector". ¿En qué
historia figuran el 17 de octubre, el cierre de campaña de Alfonsín, las
multitudes que fueron a recibir al general Perón a Ezeiza, el Bicentenario, los
24 de marzo y tantas, pero tantas otras manifestaciones colectivas?
Evidentemente, en el
relato "histórico" de Clarín, no.
En cualquier
momento, incluso, los movilizados alrededor del Obelisco ocuparán el lugar de
votantes del kirchnerismo arrepentidos como parte de una operación de sentido
tendiente a vaciar de contenido el triunfo de octubre de 2011.
Sería algo así como
"la votaron y se arrepintieron", por lo tanto es inválido lo
acontecido en las urnas y se legitima lo que ahora ocurre en el nuevo escenario
descubierto por la derecha: la calle. Magnificado, a su vez, por los tres
poderes reconocidos por la mediocracia: los diarios, la radio y la televisión.
Si son monopólicos, claro, mucho mejor.
Quizá el
interrogante pendiente tras el 8N es qué hará el 54% que gobierna después de
esta manifestación. Hasta ahora, la decisión de Cristina Kirchner fue no
disputar en simultáneo el espacio público, eludir el enfrentamiento físico (no
el dialéctico) y concentrarse en la gestión.
Pareciera que
apuesta todo al 7D. Como si la fecha, por sí misma, volviera a poner las cosas
en su lugar. No se puede descartar que apruebe, como piden diferentes sectores
de la militancia, una movilización coronando ese día en el que la democracia,
luego de tres años, va a lograr que finalmente el Grupo Clarín y todos los
grupos mediáticos se adecuen a la ley.
Habrá que ver. Todo
indica que el gigante silencioso que trabajosamente mueve la maquinaria de este
bendito país se pronunció en las urnas el año pasado, pero quizá ahora quiera
volver a celebrar en la calle la conquista de derechos que profundizan y dan
sentido a la democracia.
SUBNOTAS DE ROBERTO
CABALLERO:
“Moralmente
obligados”
La Iglesia, a través de un mensaje de la Comisión Episcopal Argentina, se comprometió a investigar la complicidad de sus miembros en la última dictadura cívico-militar. También pidió perdón a quienes defraudaron o no acompañaron en aquellos tiempos. Habrá quienes crean en la sinceridad de la propuesta y quienes no, pero lo importante en términos políticos es que públicamente, y después de mucho tiempo, los obispos comunicaron a su grey lo siguiente: "Exhortamos a quienes tengan datos de niños robados o conozcan lugares de sepultura clandestina, que se reconozcan moralmente obligados a acudir a las autoridades pertinentes." No es mucho, pero es algo. Queda pendiente el pedido de excomunión para los condenados por crímenes de lesa humanidad y la posibilidad de que los sacerdotes queden liberados del secreto de confesión, cuando el feligrés haya sido testigo o protagonista de crímenes horrorosos. Por ejemplo, los que se siguen cometiendo día tras día contra los nietos apropiados que no saben su identidad biológica real y son criados, en muchos de los casos, por los victimarios de sus propios padres. Son cuatrocientos.
La Iglesia, a través de un mensaje de la Comisión Episcopal Argentina, se comprometió a investigar la complicidad de sus miembros en la última dictadura cívico-militar. También pidió perdón a quienes defraudaron o no acompañaron en aquellos tiempos. Habrá quienes crean en la sinceridad de la propuesta y quienes no, pero lo importante en términos políticos es que públicamente, y después de mucho tiempo, los obispos comunicaron a su grey lo siguiente: "Exhortamos a quienes tengan datos de niños robados o conozcan lugares de sepultura clandestina, que se reconozcan moralmente obligados a acudir a las autoridades pertinentes." No es mucho, pero es algo. Queda pendiente el pedido de excomunión para los condenados por crímenes de lesa humanidad y la posibilidad de que los sacerdotes queden liberados del secreto de confesión, cuando el feligrés haya sido testigo o protagonista de crímenes horrorosos. Por ejemplo, los que se siguen cometiendo día tras día contra los nietos apropiados que no saben su identidad biológica real y son criados, en muchos de los casos, por los victimarios de sus propios padres. Son cuatrocientos.
Ni un golpe más
Durante la protesta cacerolera fueron agredidos periodistas de C5N, Radio Nacional, Telefé, Canal 9, Duro de domar, Canal 7, 6,7,8 y América TV. Viene sucediendo en cada manifestación antikirch-nerista. No puede convertirse en costumbre. Ni siquiera en noticia repudiable. Directamente, no puede suceder. Es un atentado a la libertad de trabajo y al derecho a la comunicación de toda la sociedad. La asociación COMUNA (Comunicadores de la Argentina), que reúne a periodistas y docentes de la comunicación, emitió un comunicado solidarizándose con los colegas agredidos y exigiendo castigo para los agresores. Nos sumamos y decimos otra vez: "Ni un golpe más."
Durante la protesta cacerolera fueron agredidos periodistas de C5N, Radio Nacional, Telefé, Canal 9, Duro de domar, Canal 7, 6,7,8 y América TV. Viene sucediendo en cada manifestación antikirch-nerista. No puede convertirse en costumbre. Ni siquiera en noticia repudiable. Directamente, no puede suceder. Es un atentado a la libertad de trabajo y al derecho a la comunicación de toda la sociedad. La asociación COMUNA (Comunicadores de la Argentina), que reúne a periodistas y docentes de la comunicación, emitió un comunicado solidarizándose con los colegas agredidos y exigiendo castigo para los agresores. Nos sumamos y decimos otra vez: "Ni un golpe más."
Moyano, de paro
Hugo Moyano anunció un paro nacional con Pablo Michelli para el 20 de noviembre. Será un paso más en su proyecto político personal. Ya dejó trascender que busca ser presidente y no legislador. Que el Moyano ultraoficialista de hace un año le haga paro al gobierno que llamó a votar, es raro. Doblemente raro si encima se trata del gobierno que devolvió paritarias a los trabajadores. Pero la fecha elegida es todavía más llamativa. El 20N es el Día de la Soberanía. Tratar de paralizarle el país al gobierno que nacionalizó YPF, símbolo de la soberanía energética, es mirar la realidad nacional con ojos españoles. Allá sí hacen falta paros de protesta, aunque parados les sobran.
Hugo Moyano anunció un paro nacional con Pablo Michelli para el 20 de noviembre. Será un paso más en su proyecto político personal. Ya dejó trascender que busca ser presidente y no legislador. Que el Moyano ultraoficialista de hace un año le haga paro al gobierno que llamó a votar, es raro. Doblemente raro si encima se trata del gobierno que devolvió paritarias a los trabajadores. Pero la fecha elegida es todavía más llamativa. El 20N es el Día de la Soberanía. Tratar de paralizarle el país al gobierno que nacionalizó YPF, símbolo de la soberanía energética, es mirar la realidad nacional con ojos españoles. Allá sí hacen falta paros de protesta, aunque parados les sobran.
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