19 septiembre, 2018
Apenas se enteró de la detención de Juan Grabois, el papa Francisco no pudo ocultar su preocupación y molestia. Es que para el jefe de la Iglesia católica, el episodio no fue casual. Por el contrario, está convencido que se trató de un claro mensaje del gobierno de Mauricio Macri -ubicado cada vez más en las antípodas de la línea de pensamiento de Jorge Bergoglio- destinado a infundir miedo a quienes salen a la calle a protestar o reclamar.
Desde el Vaticano, admitieron en las últimas horas que el sumo pontífice, tras interiorizarse sobre las circunstancias en las que fue detenido, le hizo llegar su apoyo a al dirigente social. Es que sintió que ésto fue la gota que colmó el vaso. Además de los lazos de amistad que los une, Grabois fue nombrado por Francisco hace dos años en el cargo de consultor del Pontificio Consejo de la Justicia y de la Paz.
En todo caso, lo que ocurrió anoche, cuando la policía detuvo al cofundador del Movimiento de los Trabajadores Excluidos y de la Confederación de la Economía Popular cuando reclamaba la libertad de varios trabajadores ambulantes, fue otro signo del abismo que separa al presidente de Francisco.
Por ejemplo, desde hace tiempo el Papa decidió dejar de lado las metáforas y las críticas genéricas, y llegó a comparar al gobierno de Macri con la autodenominada Revolución Libertadora y la última dictadura cívico-militar.
Incluso, con inusual dureza, atacó una herramienta a la que son tan afectos el presidente y miembros de su gabinete: las cuentas ‘offshore’, cuando dijo que “estos lugares se han convertido hoy en día, en ocasión de operaciones financieras a menudo al límite de la legalidad, cuando no se ‘pasan de la raya’, tanto desde el punto de vista de su legalidad normativa, como desde el punto de vista ético”.
También criticó la vuelta de Argentina al Fondo Monetario Internacional (FMI), defendió la Ley de Medios abolida por la administración macrista, y provocó el malestar del presidente cuando recibió en el Vaticano a la familia de Santiago Maldonado, o a referentes de los derechos humanos, como Estela de Carlotto o Hebe de Bonafini, además de dirigentes gremiales enfrentados al actual gobierno.
Y todo pareció romperse definitivamente cuando a comienzos de este año, el Papa, durante su visita a Chile no sólo no lo recibió, sino que –para disgusto del presidente- sí tomó contacto con militantes populares de organizaciones sociales argentinas que se trasladaron al país vecino, además de haberse reunido con representantes de la comunidad mapuche, uno de los principales enemigos internos de la administración de Cambiemos.
Publicado en:
https://info135.com.ar/2018/09/19/la-detencion-de-juan-grabois-podria-marcar-la-ruptura-definitiva-del-papa-francisco-con-macri/
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