Publicado en TIEMPO ARGENTINO (Correo de Lectores) el 9 de Octubre de 2011
Por Cristina Villanueva
Integrante de la Comisión de Género de Carta Abierta
En octubre de 1994 se desalojaron unas 300 familias instaladas en las Bodegas Giol. Una llovizna triste mojaba los bultos de personas y cosas que salieron en silencio ante el despliegue amenazante de unas fuerzas represivas desproporcionadas, desde la tierra e incluso desde el aire. Como si fueran los perdedores de una guerra de ideas, sin esperanzas, grises como el día, la gente se sentaba en la calle, hasta perderse luego en una nebulosa. Los chicos de un colegio secundario cercano que daban clases de apoyo a los niños del lugar miraban irse a sus alumnitos y a sus sueños de dignidad para todos.
Hoy, en el mismo lugar, se inauguró el Polo Científico Tecnológico, algunos de esos estudiantes solidarios son científicos, se mezclaban con los obreros de cascos orgullosos. Uno, en las manos duras del trabajo, llevaba un ramo de flores muy femenino para Cristina. El día era brillante. El contraste entre las dos escenas, me nubló los ojos, hasta que en un momento, del cielo se descolgaron papelitos celestes y blancos, una lluvia en la que nos sumergimos con esperanza.
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http://tiempo.elargentino.com/notas/ciencia-de-reinstalar-los-suenos
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