La sencillez y la contundencia de este relato tan maravilloso -contado por un protagonista de lujo como lo fue Arturo Jauretche- sobre aquel memorable acontecimiento que marcó a fuego la historia Argentina, el 17 de octubre de 1945, desnuda las falacias que se utilizaron por décadas para elucubrar, para armar las disparatadas explicaciones sobre lo que realmente fue ese hecho revolucionario. Queda más que claro que para hacerlo debieron sumergirse cuidadosamente en vericuetos lingüísticos muy complicados tanto como reaccionarios. La intensión era denostarlo, quitarle el valor histórico que para el pueblo argentino tuvo y tiene la gestión que llevó adelante JUAN DOMINGO PERÓN desde la Secretaría de Trabajo y Previsión primero y luego desde el gobierno, en ese denodado intento por dignificar a la clase trabajadora Argentina, al pueblo Argentino.
Pueblo agradecido que nunca dudó en retribuir tamaño gesto político incluso con su propia vida, “LA VIDA POR PERÓN”. Gesto heróico si los hay, de entrega por una causa que siempre fue considerada justa, y que muchos compañeros, a la hora de tener que jugarsela, no dudaron en ofrendarla; anónimos la mayoría.
Tiene una importancia trascendental leer el texto que aparece a continuación narrado por Jauretche, ya que se trata de una fidedigna versión de lo que fue el 17 de octubre, contada por un notable personaje que no solo lo hace desde su ubicada y correcta visión de la realidad nacional e internacional de la época, sino y fundamentalmente desde su condición de patriótico luchador popular. Lo venía haciendo desde la caída de Yrigoyen a través de su querida FORJA.
Este relato tira por la borda de ese barco reaccionario que vino navegando con muy pocos tropiezos por las aguas pretendidamente calmas de la “historia oficial”, las pueriles leyendas que se tejieron alrededor de aquel incomparable acontecimiento, vendido a través de los medios de la época como “una movilización de hordas salvajes que solo buscaban producir desmanes.” Una postura bien Sarmientina. Y si no fíjense cómo vieron y reaccionaron hasta los propios dirigentes de esa “izquierda liberal” que intercambiaba “civilizadamente” aspecto de lo que era “ser revolucionario” en salones culturosos de la época, y que creían entender y pretendían ser los portavoces del pensamiento y los sentimientos de la clase trabajadora argentina cuando se encontraron de frente con las masas populares pidiendo por Perón.
El socialista “Norteamérico” (así gustaba llamarlo Jauretche) Ghioldi por caso le imputaba “fascismo” a esas bandas “provenientes de las barriadas fangosas de Avellaneda y Berisso”. Hasta el propio Codovilla, máximo dirigente del Partido Comunista Argentino, partido que apoyaba las iniciativas del embajador yanqui Sprulli Braden en ese conglomerado reaccionario que fue la “Unión Democrática”, movida política que pretendía frenar el naciente movimiento de liberación nacional que luego fue el peronismo, habló de “los desmanes cometidos por esas bandas armadas nazis- peronistas…” o “El Malón peronista, con protección oficial y asesoramiento policial que azota al país… Perón es el enemigo número uno del pueblo argentino”. O esas calificaciones peyorativas que realizaban desde el periódico Stalinista “ORIENTACIÓN” (prácticas diarias de viejos devotos locales por ese estilo de conducción que hoy –críticamente- pretenden endilgarle al Kirchnerismo -lo llaman “Stalinismo Kirchnerista”- como una de sus “malas práctica política” ¿Reconocerán alguna vez sus errores políticos del pasado en vez de andar tomando examen al oficialismo en el presente?) que en sus páginas fustigaba a “esas hordas de desclasados… pequeños clanes con aspectos de murga que recorren la ciudad, no representando a ninguna clase de la Argentina. Era el malevaje reclutado por la polícia y los funcionarios de la Secretaria de Trabajo y Previsión para amedrentar a la población” (1)
Coteje lo anterior con lo que sigue y saque usted Sr. lector su propias conclusiones.
(1) De la obra “Liberación Nacional, Socialismo y Clase Trabajadora” bajo el subtitulo “La izquierda del otro lado de las barricadas” del historiador y compañero Norberto Galasso
Publicado en :
http://www.redaccionpopular.com/node/4084
No hay comentarios:
Publicar un comentario