Miradas al Sur. Año 4. Edición número 178. Domingo 16 de octubre de 2011
Por
Nicolás Fernández, senador nacional por Santa Cruz
Hace un año te fuiste de una forma que me resultó incomprensible por lo dolorosa e inesperada. Y hasta casi irresponsable (perdóname, pero ya está dicho), a la luz de todo lo que habías sido capaz de poner en juego.
Pese a ello, te cuento que hoy las avenidas de la patria están llenas de pibes que florecieron contemporáneamente a tu partida. Sí, los mismos que entonces ocuparon las plazas para despedirte transitan ahora nuestras calles cantando consignas y luchando por nuevos espacios de participación, como en tu época juvenil pero en otro contexto. Es evidente que hoy la Argentina, gracias a Dios y gracias al esfuerzo de gente como vos, es un sitio muy diferente. Te cuento esto, porque recuerdo siempre cómo te dolía descubrir algún síntoma de apatía social.
Desde que te fuiste, muchos días han sido duros para tu familia y los compañeros. ¿Pero sabés una cosa? Todos se han esforzado por hacerte honor y, pese a lo que algunos agoreros suponían, salieron adelante con una fuerza casi milagrosa (se hace difícil hallar un adjetivo más adecuado). Y si a nosotros nos asombraba a veces esa notable capacidad de reacción, imaginate la sorpresa de algunos oportunistas que pensaron que había llegado el soñado tiempo de hacernos retroceder; sin embargo, no hemos dado ni un paso atrás.
Muchos personajes que enfrente tuyo jamás opinaban, ahora suelen cobrar coraje y hasta esbozan estrategias de conjunto. Claro que como vos siempre decías, son los famosos "especialistas". Pero bueno, te lo cuento porque no deja de ser algo novedoso y hasta genera una especie de ternura.
En otras cuestiones la cosa está muy linda, el conjunto de la dirigencia política entendió, por fin, que "ella" (la Presidenta, claro) es la única que conduce. Y como vos predecías, terminaron respetándola y debieron aceptar la realidad.
El país está más tranquilo porque en mucha gente se hizo carne tu prédica de que es posible vivir mejor. Los sectores populares saben que conviene trabajar identificando claramente al enemigo y sin cederle la iniciativa política al adversario. Ello lo pudimos verificar en las primarias, donde tu compañera de toda la vida tuvo un respaldo tan abrumador que superó el 50 por ciento de los votos.
Me imagino las cargadas que recibirás allá arriba y no quiero ni pensar en las que vendrán después de la elección de octubre, porque me parece que será aún mayor la diferencia. Pero bueno, vos siempre supiste de eso, pues Racing te puso el cuero duro.
Hace un año que te fuiste y aunque desde tu partida muchas cosas han cambiado, algunos siguen con eso del viento de cola. Yo sigo pensando que es viento sur, y no me vas a decir que en todo esto no has tenido nada que ver, porque eso no lo creo.
La verdad es que se te extraña y, por momentos, nos hacés mucha falta. Claro que seguramente quienes más lo sienten son tu compañera de vida y tus hijos, pero me refiero a que tu ausencia nos sigue doliendo a todos los compañeros como el primer día.
Es difícil de explicarte lo que siento al ver tu nombre en las calles, o tu figura en los cuadros del ayer. En realidad, me cuesta hacerme a la idea de no poder compartir un cortado, una "lágrima" para vos; no volver a escucharte y aprender con cada reflexión.
Te cuento todo esto hoy, porque estoy seguro de que el próximo aniversario revivirá lo mejor tuyo en cada compañero que te haya conocido. Me pareció que para entender muchas de las cosas que ellos van a decirte debías saber que, pese a todo, el país que dejaste marcha bien y que la tarea militante intentamos hacerla lo mejor posible. Que con tu ayuda nuestra Presidenta pasará a la historia como una mujer valerosa, que continuando un legado de luchas se sobrepuso al dolor para enfrentarse a las adversidades y los obstáculos impuestos por algunos miserables. Un cuadro político de relevancia, que hoy se eleva como una de las más brillantes estadistas que han surgido en este bendito país.
Quiero reafirmarte que estamos bien y me gustaría repetirte junto a un cantor popular: "Si vieras qué linda que está la Argentina…", porque estoy consciente de que gran parte de esto te lo debemos a vos. Por eso, eternamente gracias y hasta siempre.
Publicado en :
http://sur.elargentino.com/notas/el-flaco-las-flores-y-el-viento-sur
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