ÁLBUM DE IMAGENES DE "MIRANDO HACIA ADENTRO"

Todas las imágenes originales producidas por "Mirando hacia adentro" han sido publicadas en un blog satélite llamado "Mirando hacia adentro. Álbum de imágenes".

DEUDA EXTERNA ARGENTINA ON LINE

La página norteamericana "usdebtclock.org" informa segundo a segundo la evolución de las deudas de los países. Vea online y en directo el REENDEUDAMIENTO ARGENTINO presionando AQUÍ.

Translate

lunes, 31 de octubre de 2011

Néstor, el inversamente proporcional , por Víctor Ego Ducrot (para “Revista Veintitrés” del 28-10-11)

Víctor Ego Ducrot
Periodista, escritor y profesor universitario

La mejor manera de recordar a Néstor es acompañar a la compañera Presidenta en la refundación de la República, iniciada el 25 de mayo de 2003.

Aquella famosa frase con la que Néstor Kirchner preguntaba y se interrogaba acerca del estado nervioso de Clarín, se conformó en un antes y un después para la historia del periodismo y de la comunicación en nuestro país. Identificó con claridad de líder político que, en esta etapa del sistema global de dominación, el aparato mediático concentrado en pocas manos, no sólo cumple su rol de productor y distribuidor de sentido hegemónico, en orden al disciplinamiento colectivo, sino que, como en el caso de la Argentina posdictadura, pasó en forma paulatina a ejercer el verdadero comando del entramado político-partidario del modelo neoliberal.

Un tiempo antes, un académico salvadoreño había expuesto en la universidad que supo ser la del obispo Arnulfo Romero, que la prensa oligopolizada es algo así como el espíritu de una “perversa trinidad”, en la cual el rol del padre lo cumplen las grandes empresas monopólicas y el del hijo los políticos profesionales a su servicio.
Con aquella frase, el fundador de la actual instancia del movimiento nacional y popular que, con la conducción de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, acaba de lograr un respaldo atronador en las urnas, con aquella frase Kirchner les daba una estocada “diabólicamente” democrática a los expropiadores de los bienes materiales y simbólicos de las grandes multitudes. No lo hizo en el plano académico –aunque nos ayudó a los intelectuales de la comunicación a profundizar nuestro trabajo–, sino que impactó en el corazón mismo de los acontecimientos mediáticos.
Néstor Kirchner fue el primer líder popular argentino que, después de Juan Domingo Perón, supo instalar en el terreno de la praxis política un principio teórico inexpugnable, que dice así: la capacidad de influencia y ordenamiento social de los medios de comunicación hegemónicos es inversamente proporcional al surgimiento de los actores sociales tangibles, capaces de organizar y movilizar a las mayorías en orden a sus intereses genuinos, en el plano de la acción política como construcción colectiva.
No fueron aquellos tiempos fáciles para el espacio que lideraban Kirchner y la Presidenta. Los oligopolios del signo, comandados por Héctor Magnetto, registraron que se enfrentaban a un dirigente popular de signo diferente, heredero de las grandes luchas trasformadoras del pasado inmediato, contra las que ellos mismos se encolumnaron, como cómplices necesarios de la máquina de matar de la dictadura. Se transformaron en portavoces de las patronales de los agronegocios para destituir al gobierno elegido por el pueblo; y a partir de ese entonces no cesaron en sus campañas desinformativas y manipuladoras, primero contra Néstor, después contra Cristina.
En plena ofensiva patricia contra la resolución 125, el Observatorio de Medios de Argentina, dependiente de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata, estudió las coberturas que venían desplegando las cadenas privadas de televisión y, entre otros tópicos, resaltó que el trabajo del canal de noticias TN –del grupo conducido por Magnetto– rozaba el delito de conspiración contra la Constitución nacional, al desconocer con toda claridad la investidura institucional del gobierno nacional y del Estado.
Pero, como señalé en un párrafo anterior, comprendió y puso en tensión política el reciente enunciado sobre el carácter inversamente proporcional que anida en la relación dialéctica existente entre sociedad, mayorías populares, y corporación mediática.
En esa misma línea actuó Cristina, y nunca sabremos, aunque ella dijo el domingo pasado tras su histórico triunfo electoral, que “el fundador de esta victoria fue él”, quién de los dos se emperró más en no dar ni un paso atrás, en emprender con la contraofensiva política que encontró en los recientes comicios el respaldo popular más amplio del que se tiene memoria, desde la recuperación definitiva de la vida democrática.
Fue entonces la Presidenta quien tradujo en políticas de Estado la lectura que seguramente venía haciendo junto a su compañero de toda la vida, acerca de lo que había que hacer para poner en orden aquella regla de lo inversamente proporcional. Convocó a un joven académico de la comunicación, el ahora flamante vicegobernador electo de la provincia de Buenos Aires, Gabriel Mariotto, para que se ponga al frente de la lucha y la gestión de una ley sobre frecuencias radioeléctricas que reemplace al oprobioso engendro creado por la dictadura.
Y ese proyecto se convirtió en la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual; y se acometió con la investigación de lo sucedido con Papel Prensa; y se crearon los dispositivos de distribución cultural que conocemos como “Fútbol para todos” y “Deporte para todos”; y se puso en marcha el programa de televisión pública digital terrestre; y se crearon la condiciones materiales para dotar de conectividad con la Red a millones de niños y niñas de la educación pública, por sólo citar los instrumentos democratizadores puestos en marcha en el terreno de la comunicación.
Ese es el escenario decididamente revolucionario vigente en nuestro país, seguido con atención por propios y ajenos.
Entre los propios se encuentran todos los actores democráticos de América latina y el mundo, que se dedican a estudiar el caso argentino para obtener enseñanzas trasladables a otros países, siendo que el nuestro y su política de comunicación es reconocido como el más avanzado e inclusivo: recordemos que no hay precedente alguno de la obligación autoimpuesta por ley para el Estado nacional de distribuir en forma igualitaria, por tercios, las frecuencias radioeléctricas entre empresas comerciales, medios públicos y organizaciones no gubernamentales o libres del pueblo; abriendo así un portentoso espacio institucional para la pluralidad de voces, contra el discurso único de los oligopolios.
Entre los ajenos, para no llamarlos enemigos, porque desde el momento mismo en que las políticas de Estado aquí comentadas se pusieron en ejecución, los medios concentrados no han ahorrado recurso económico, humano ni tecnológico alguno para hostigar al Gobierno y a las instituciones de la Constitución. Informes sucesivos del citado Observatorio de Medios y de la Red de Observatorios Universitarios de Medios (ROUM), integrada por las universidades nacional de La Plata, Cuyo, Córdoba, Salta y Lomas de Zamora, viene dando cuenta detallada de cómo actúan las corporaciones del signo, sin respetar la reglas básicas de la profesión, por cierto por ellas mismas cacareadas, ni los principios más elementales del Derecho a la Información, consagrado por el ordenamiento jurídico internacional (esos estudios pueden ser consultados en el sitio www.redobservatorios.org.ar).
No son pocos, entonces, lo motivos de agradecimiento que los profesionales, militantes y académicos de la comunicación y el periodismo tenemos para con Néstor Kirchner. Fue el líder popular que con más claridad interpretó, en clave de actualidad, las demandas democráticas de nuestro campo, interpelándolas en fina sintonía con las demandas de pluralismo e inclusión social de las grandes mayorías populares; aunque sea sólo por eso nuestra memoria colectiva debe guardar su nombre.
Pero como la memoria no es pasado sino presente activo en permanente transformación, la mejor sino única manera de cumplir con su objetivo es transformándose en esfuerzo decidido para que esas grandes mayorías que ratificaron a Cristina el domingo pasado –y de la cual muchos nos sentimos parte indisoluble–, gane cada día en esperanzas hechas realidad. La mejor manera entonces de recordar a Néstor, el inversamente proporcional, es acompañar a la compañera Presidenta en la refundación de la República, iniciada el 25 de mayo de 2003.

Fuente: Revista Veintitres

28 de octubre de 2011

Publicado en :

http://corrientecnp.org.ar/web/?p=836

No hay comentarios: