El senador radical repasa la posición de su partido
frente al gobierno y los desafíos que enfrenta en 2013.
Entrevista a Eugenio "Nito" Artaza
Por:
Demián Verduga
Demián Verduga
El senador radical Eugenio "Nito" Artaza fue
el único parlamentario opositor que concurrió al acto en el que Cristina
Fernández presentó los seis proyectos que luego envió al Congreso para intentar
avanzar en una democratización del Poder Judicial. "Debería ser visto como
algo natural. Que un senador, aunque sea opositor, asista a un acto invitado
por la presidenta", argumenta ante Tiempo Argentino. Está sentado detrás
de un escritorio en su despacho, en esa hora bisagra en que la noche comienza a
ganarle al día, vestido de traje, pero con la corbata levemente desajustada. "No
podemos dejar que ni las corporaciones ni las declaraciones exaltadas de algún
oficialista nos marquen la cancha para nuestras decisiones", subraya.
–El radicalismo y casi todas las fuerzas de oposición del
Senado también decidieron no asistir al debate de este paquete en las
comisiones...
–Tampoco me pareció bien. ¿Hay segundas intenciones del
gobierno detrás de esta reforma? Puede ser. Pero podemos intentar cambiarlas.
Por eso creo que deberíamos haber ido al debate. Finalmente, los proyectos
tuvieron algunas modificaciones. Además, el juego democrático tiene la
instancia de la Corte
Suprema, por si algún aspecto de esta reforma es
inconstitucional.
–¿Comparte algo de los proyectos?
–Me parece bien que los funcionarios judiciales se elijan
por concurso, pero discrepo en otras cosas. La reforma se queda a mitad de
camino. Tengo presentado un proyecto de modificación del Código Penal para que
los juicios sean orales y por jurado. Eso es algo que no está contemplado en
esta propuesta. Tampoco me convence la modificación del Consejo de la Magistratura y que
sus miembros se elijan en las Elecciones Primarias. Ni la idea de que no haga
falta una mayoría especial (dos tercios) para poder destituir a un juez.
–¿Por qué cree que la oposición decidió no ir al debate en
las comisiones?
–Lo que yo creo es que no es nada bueno para el país el
estilo de confrontación visceral que se ha instalado. No vivimos en el país de
las maravillas del que habla el oficialismo y tampoco en el desastre que
describen ciertos sectores opositores. Como dije, en el caso de los radicales,
no podemos seguir la hoja de ruta de ninguna corporación ni de los sectores
reaccionarios.
–Las posturas de los otros dirigentes de la UCR, ¿no se deben a la
creencia de que eso es lo que espera el electorado?
–No lo sé. Pero nosotros debemos buscar en otros sectores.
No podemos apostar al centro derecha. Se lo he dicho a muchos correligionarios:
cuando criticamos al gobierno de modo reaccionario juntamos votos para
(Mauricio) Macri. Él es quien va a representar esa franja. Nosotros debemos
disputarle el espacio progresista al gobierno. La UCR es nacional, popular y
progresista. Diferimos mucho con el oficialismo, con su estilo hegemónico, con
la cooptación de los gobernadores a través de la transferencia de recursos a
las provincias. Pero también hay políticas en las que coincidimos. Y lo que yo
quiero es trabajar para que la UCR
remplace a este gobierno por una alternativa progresista. Debemos construir
sobre algunas de las cosas que se han hecho durante estos años. Eso que está
ahí (Artaza señala con el dedo un cartel enmarcado, colgado en la pared, con el
logo de la UCR),
es la reflexión de fe doctrinaria de Moisés Lebensohn. Si la leemos, debemos
reconocer que de alguna forma este gobierno hizo algunas cosas que nosotros
hubiéramos querido hacer.
–¿Qué comparte de lo que se hizo?
–La reestatización de YPF. Los grandes partidos nacionales y
populares debemos tener coincidencias, aunque el gobierno muchas veces se
cierra demasiado. Le dijimos al peronismo cuando se debatió la recuperación de
la empresa petrolera que le dábamos la bienvenida al proyecto nacional, porque
ellos privatizaron el petróleo en los '90. Claro que sé que el kirchnerismo
tiene un enorme proyecto de poder, pero no me gustaría que el péndulo de la
historia traiga como cambio un giro neoliberal.
–¿Y qué es lo que más cuestiona del Ejecutivo?
–Este gobierno tendría la posibilidad de reformar
coparticipación federal, por las mayorías que tiene en el Parlamento y por la
cantidad de gobernadores. Debería buscarse alcanzar el mínimo de
coparticipación que exige la Constitución. No me parece que haya voluntad para
eso. Además, creo que se les pagó demasiado a los organismos multilaterales y
sin pasar por el Congreso, ni hacer una quita. Y no se les exigió a los bancos
que devuelvan algo de lo que se les dio para cubrir la pesificación asimétrica.
Si este es un gobierno nacional y popular, debería exigirles a los bancos que
devuelvan lo que se les prestó.
–¿El radicalismo debe armar un frente para las próximas
elecciones?
–A mí no me parece que nos haya ido tan mal en las últimas
elecciones, en las que fuimos solos.
–¿El 12 por ciento le gusta?
–(Risas) No me disgusta porque ese porcentaje es genuino y
de ahí podemos crecer.
–Pero en 2009, con el Acuerdo Cívico y Social, les fue
mejor.
–Tampoco nos fue mal en esa instancia, es cierto. Pero
primero debemos juntar volumen nosotros y luego avanzar hacia un acuerdo con
los partidos afines, que son el socialismo y el resto de las fuerzas del Frente
Amplio Progresista. A mí me gustaría que tengamos un candidato fuerte en cada
distrito y luego ver cómo convergemos con otras fuerzas.
–¿Las Primarias Abiertas pueden ayudar a resolver ese
tema?
–Sí. Creo que debemos saber aprovecharlas. De todos modos,
con lo que no estoy de acuerdo para nada es con la idea de unificar toda la
oposición. No me parece que falte oposición. El tema es que se perdió el
equilibrio de poder que sólo puede aportar el radicalismo, al igual que la
posibilidad de la alternancia. Por ideas, por historia y presencia territorial,
es la UCR la que
en algún momento podrá presentar una alternativa que le pueda ganar al
gobierno. Cuántos intendentes tienen el PRO y el socialismo, con todo respeto.
Cuántos diputados y senadores. A la gente que pretende un equilibrio hay que
decirle que nos vote. Y a los medios que dejen esmerilar al partido. Los mismos
que se quejan de que no hay oposición viven socavando a la UCR.
–Hay algunos dirigentes radicales que todavía plantean una
alianza con Macri...
–Yo respeto a Mauricio, pero él no tiene nada que ver con
nosotros. Él representa naturalmente a las corporaciones.
–Justamente, ¿lo que le falta al partido no es un liderazgo
nacional?
–Eso depende del hombre y sus circunstancias. El liderazgo
surgirá y también depende de que encontremos nuestro camino.
–Ya que habla de circunstancias, ¿va a competir por la
gobernación de Corrientes este año?
–El gobernador (Ricardo) Colombi es un hombre de la UCR y realizó una gestión
prolija de la provincia, aunque aliado con algunos sectores conservadores.
Nosotros apostamos a ir una interna para disputar la candidatura, pero no
descartamos armar un frente de radicales, por fuera, para llevar una propuesta
superadora a la actual gestión. La provincia no ha resuelto muchas cosas
estructurales, entre ellas el acceso a la energía para toda la población y la
industrialización de su producción. Tenemos frontera con Brasil, Paraguay y
Uruguay, y no hemos desarrollado ese enorme potencial.
–¿Colombi está dispuesto a competir en una interna?
–Quizás sí. Pero no estamos seguros de que respete el
resultado. De todos modos, nosotros podemos armar nuestro frente. Corrientes
tiene la chance de la segunda vuelta para definir al gobernador.
–Definir la interna en una elección general suena a
peronismo.
–(Risas) Puede ser. Pero esto ya pasó en la votación
anterior en la provincia. Ojalá podamos en esta ocasión definir dentro del
partido
Publicado en:
No hay comentarios:
Publicar un comentario