El oficialismo se abroqueló detrás del mandatario
Mientras desde Estados Unidos y España, los mismos
países que reconocieron a los golpistas en 2002, se apoyaba la posición de
Henrique Capriles de recontar cada voto, el sucesor de Chávez prometió seguir
el legado del fallecido líder bolivariano. Asume el viernes.
Desde Caracas, Venezuela
Están llamando a un golpe de Estado y yo denuncio que
está en camino un intento de desconocimiento de las instituciones
democráticas." La frase de Nicolás Maduro estalló en el auditorio del
Consejo Nacional Electoral (CNE) luego de ser proclamado como el primer
presidente chavista electo. Su afirmación no tuvo otro destinatario que
Henrique Capriles, quien continúa desconociendo el resultado electoral y, en
ese marco, convocó a una gran movilización para el miércoles. El chavismo no
está dispuesto a cederle la iniciativa y mucho menos permitir que se debilite
al flamante gobierno. En ese sentido, le respondió con similar anuncio y en la
calles de la capital venezolana se realizarán movilizaciones hoy, el miércoles
y el viernes, día previsto para la ceremonia de jura de Maduro. La tensión
crece en la capital venezolana ante la tozuda actitud opositora.
"Hemos enviado al CNE una comunicación solicitando
responsablemente, en ejercicio de nuestro derecho, de que no exista un acto de
proclamación", afirmó Capriles durante una conferencia de prensa poco
antes de que Maduro llegara a la sede ese poder electoral para ser proclamado
presidente. "Nosotros creemos que ganamos las elecciones y el otro comando
de campaña cree que también ganó las elecciones; cada quien está en su derecho
de contar sus votos", insistió un Capriles que mientras habla busca
afirmar sus palabras con exagerados gestos con sus brazos. En ese sentido,
Capriles se cuidó de calificar a Maduro –cada vez que pudo— como un presidente
"ilegítimo". El candidato opositor perdió la sonrisa de días pasados
y con el ceño fruncido insistió que no reconocerá ningún resultado. Así,
preparó el terreno para desarrollar esta estrategia desestabilizadora que
denunció Maduro. Con esta declaración llamó a tomar las calles el próximo
miércoles, aunque advirtió que debe ser "de manera pacífica". La
estrategia se completó con una fuerte campaña a través de los medios de
comunicación privado, que reiteran sin solución de continuidad sus discursos, y
también de las redes sociales donde se publicaron durante toda la jornada de
ayer supuestas imágenes de quema de las urnas por parte de la Fuerza Armada
Bolivariana (FAB). Los militares también forman parte de la maniobra opositora.
De hecho, Capriles en todos sus discursos y en las conferencias de prensa de
ayer, se preocupó en afirmar que hay sectores de la FAB que son realmente
democráticas. Eso sí, no identificó a ningún oficial que supuestamente
respaldan su reclamo.
La conferencia de prensa de la oposición demoró el inicio de
la ceremonia de proclamación que se realizó en la sede del CNE. Una ruidosa y
roja manifestación rodeaba al edificio y vitoreaba cada afirmación de Maduro
durante el extenso discurso que allí pronunció. No iba a ser la única vez que
el nuevo presidente iba a hablar. Pero antes de que eso ocurriera, la titular
del CNE Tibisay Lucena respondió las acusaciones de Capriles: "Cómo
podemos convivir en sociedad si el mismo árbitro que certifica un triunfo
reconocido ahora frente a otro evento administrado por las mismas personas y
por los mismos mecanismos es convertido en el centro de los ataques y desde la
más pura irracionalidad se pretende desconocer el Estado de derecho",
dijo.
Maduro, a su turno, no dudó en considerar que las maniobras
de la oposición tienen como objetivo desestabilizar al primer gobierno chavista
tras el fallecimiento del líder de la Revolución Bolivariana.
"Mayoría es mayoría y debe respetarse en democracia, no se pueden buscar
emboscadas, inventos para vulnerar la soberanía popular (...) eso sólo tiene un
nombre: golpismo. Quien pretende vulnerar la mayoría en la democracia lo que
está es llamando a un golpe", afirmó con vehemencia. Mientras tanto, en
las cercanías, la movilización chavista respondía a esa afirmación con un
estruendoso grito: "No volverán, no volverán."
Más tarde, a la hora de los cacerolazos, Maduro habló por
primera vez en el Salón Simón Bolívar del Palacio de Miraflores que solía usar
Chávez para las conferencias de prensa luego de alguna elección. Flanqueado por
tres grandes cuadros del libertador, Maduro dio más detalles de lo que está
organizando la oposición para debilitar su gobierno. Acusó a Leopoldo López,
fundador junto a Capriles del derechista partido Primero Justicia, de ser quien
está contratando grupos de sicarios en motocicletas para "realizar
emboscadas contra los grupos bolivarianos", y denunció que estas
organizaciones políticas que integran la
MUD son las que están provocando los ataques a sedes del PSUV
(ver aparte). También señaló a otro dirigente opositor, Julio Borges, como uno
de los cerebros de la desestabilización: "Esta persona llegó a decir que
era el momento de la muerte de la revolución. Esto es convocar a la violencia,
estos son los que se dicen democráticos y pacíficos." El flamante
presidente comparó los planes opositores con los que habían llevado adelante durante
abril de 2002 y que derivaron en el golpe contra Chávez.
"No son las mismas condiciones pero no podemos dejar de
evaluar qué respuesta daremos", dijo, para luego afirmar que la mejor
forma de defender este nuevo gobierno será "gobernando, cumpliendo con el
plan que nos legó Chávez". De todas formas, anunció la realización de
"movilizaciones pacíficas", y dijo que tanto este martes y el
miércoles realizarán marchas en las principales ciudades del país. "Es
nuestra respuesta pero lo hacemos porque defendemos la democracia y la paz de
nuestra Venezuela", dijo para luego llamar a "tomar Caracas" el
próximo viernes, ese día se realizará la ceremonia de jura y contará con la
presencia de varios presidentes de América Latina, entre ellos la mandataria
Cristina Fernández de Kirchner.
Las próximas jornadas en la capital de Venezuela serán
cruciales tanto para Maduro como para Capriles. El primero buscará evitar que
desestabilicen su gobierno y así transitar los próximos seis años con firmeza
en este proceso bolivariano que ya lleva 14 años. Si la violencia estalla,
Capriles tendrá mucho por explicar. «
"Respeto para el CNE"
La presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay
Lucena, encabezó la apertura del acto de proclamación de Nicolás Maduro. Antes
de dejar paso al flamante presidente, Lucena pronunció un enérgico discurso en
el que destacó la fortaleza del sistema electoral venezolano, consideró al país
bolivariano "campeón de la democracia" y pidió respeto para quienes
integran el CNE.
"A diferencia de otros eventos electorales, no hubo
ninguna consecuencia grave que lamentar. El sistema electoral es fuerte, porque
está suficientemente auditado por las partes", dijo Lucena.
La presidenta del CNE también recordó que los integrantes
del organismo son "humanos" y exigió respeto hacia ellos ante los
ataques de la oposición. "Exigimos respeto a todos los que han agredido a
nuestros funcionarios", aseguró la funcionaria.
Por último, hizo referencia a la transparencia del proceso
electoral venezolano en los últimos años. "Nuestra invitación es para que
nadie olvide que nuestro país es un campeón de la democracia y ha demostrado su
fortaleza a lo largo de estos años", concluyó Lucena.
El detalle
Manifestaciones
En la calles de la capital venezolana se realizarán
movilizaciones hoy, el miércoles y el viernes.
Publicado en:
No hay comentarios:
Publicar un comentario