Las tradicionales
fuerzas balcanizadoras incitan al caceroleo en Caracas y Buenos Aires. La Nación Latinoamericana
vive momentos críticos, estratégicos y de grandes definiciones.
Unasur por el caso
venezolano y el nuevo cañoneo misilístico de la Royal Navy en Malvinas,
tornan indispensable redoblar el adiós a la criminal de guerra y criminal de
paz Margaret Thatcher. Al escribir estas líneas, EE UU no había reconocido aún
el triunfo de Nicolás Maduro. Es que el Congreso estadounidense estuvo muy
atareado rindiendo tributo a su incondicional aliada. El martes pasado, un
senador republicano consiguió pasar al Parlamento una resolución en honor a la
ex primera ministro. Casi el mismo día, la Cancillería argentina
denunciaba las nuevas maniobras militaristas británicas en Malvinas. Piratas,
lobbistas y cipayos blanden cautelares y misiles por doquier. Las tradicionales
fuerzas balcanizadoras incitan al caceroleo en Caracas y Buenos Aires. La Nación Latinoamericana
vive momentos críticos, estratégicos y de grandes definiciones. Los presidentes
y las presidentas que se parecen a sus pueblos responden con sabiduría y
rescatando la mejor tradición unionista e independentista de la Patria Grande. La primera
mandataria argentina toma la posta. Ha nacido el Consenso Chávez-Kirchner.
LA BARBARIE GUERRERISTA VUELVE AL RUEDO. El jefe de la bancada de
senadores del Congreso, Mitch McConnell, expresaba este 16 de abril:
"Hemos pasado una resolución honrando a Margaret Thatcher antes de su
funeral mañana. Ella trabajó con Ronald Reagan para el refortalecimiento de la Organización del
Tratado del Atlántico Norte. Permítanme simplemente decir que Margaret fue una
de las más influyentes y revolucionarias figuras del siglo XX (...), [que] no
solamente cambió un país o dio esperanzas a la gente; ella colaboró en alterar
el curso de la historia. (...) Por eso, honrémosla por todo lo que hizo.
Tomemos conciencia de la enormidad de lo que alcanzó." Una vez terminado el
funeral, el especialista de uno de los más poderosos, contrarrevolucionarios y
ultra-conservadores think tanks estadounidenses, la Fundación Heritage,
justificaba la resolución republicana con estas palabras: "[Thatcher]
ayudó repetidamente a EE UU cuando otros países de Europa no lo hacían. Por
ejemplo, permitió que EE UU coloque misiles nucleares crucero en las bases
militares británicas, y apoyó el envío a Europa de misiles nucleares
estadounidenses de corto alcance cuando existía una fuerte oposición al
respecto. Permitió que los F-111 vuelen desde territorio británico para atacar
los blancos de la Libia
de Qadhafi cuando ningún otro país europeo accedió a hacerlo, después del
'bombardeo del club nocturno' (¡sic!) [nightclub bombing] de Berlín. (...) Cuando
hicieron equipo con Reagan, fueron imparables: una fuerza poderosa del bien en
el mundo. Ella comprendió el importante papel de las creencias y los valores
occidentales en oposición al autoritarismo comunista. Al igual que Reagan,
creyó en la paz desde la fuerza. Al final, los valores, las ideas y la visión
compartida entre lady Thatcher y Reagan resultaron ser más poderosas que
cualquiera de las fuerzas militares que la OTAN podrá necesitar usar. Las ideas
democráticas, en derechos humanos, libre mercado y una sólida defensa –los
valores con los cuales EE UU y el Reino Unido fueron bendecidos y mantienen en
alto– liberaron a la Europa
oriental." (Heritage - 17/04/13).
DE MILTON FRIEDMAN A
MALVINAS. El empresario Steve Forbes le obsequió estas palabras a la difunta
genocida: "La actual crisis económica asedia las ideas y los ideales de
Margaret Thatcher, a pesar de que este desastre sea el resultado de haber
ignorado sus principios fundamentales, y los de Reagan, de libre mercado. Era
devota de Friedrich von Hayek y Milton Friedman, y de la idea de deshojar el
'gran gobierno' para dar lugar al florecimiento de la libre empresa. Una
de las grandes innovaciones de Thatcher fue la de vender sistemáticamente los
activos empresariales gubernamentales. En el área de las privatizaciones, hizo
dos cosas remarcables. Vendió la mayor parte de los hogares públicos
británicos. Su otra jugada inteligente fue privatizar las compañías propiedad
del gobierno". Más adelante Forbes se interna en la cuestión Malvinas: "Thatcher
demostró su temple en la crisis de las Islas Falkland (sic). Desafiando a la
inmensa mayoría del establishment político que venía golpeado por la entonces
debilidad británica y la memoria de la debacle del Canal de Suez en 1956,
Thatcher declaró que la captura [argentina] no sería aceptada y que Gran
Bretaña iría a la guerra para recuperar las islas. Por suerte, recibió ayuda
crítica de EE UU. Para sorpresa de los expertos, la expedición militar
británica tuvo éxito. La dictadura militar argentina cayó y la democracia se
restableció en ese país. Para Gran Bretaña, la guerra de las Falklands fue un
inmenso estímulo para una nación desmoralizada. Para el mundo significó que,
una vez más, la tiranía sería resistida." (Forbes - 8 de abril).
THATCHER Y LA
"DEMOCRACIA" EN LA ARGENTINA. Zoncera al nivel de "civilización
y barbarie" esa de la reinstauración democrática en la Argentina gracias a la
heroína Maggie. Va contrazoncera. Si bien es cierto que la dictadura argentina
abandonó la Casa Rosada
a fines del '83, sus políticas económicas y sociales siguieron no sólo
invariables durante dos décadas más, sino que además y desde el retorno de la
"democracia" no pararon de perfeccionarse. A propósito, vale citar:
la estatización de la deuda externa argentina (fenómeno común a toda América
Latina) en 1982 pero legalizada a mediados de los '80 por el actual candidato
macrista Carlos Melconian (entre otros), la brutal política de ajuste del
alfonsinismo, los Acuerdos de Madrid (febrero de 1990), la estrategia de
"seducción" y la fórmula del "paraguas de soberanía" y,
finalmente, el Convenio para la
Promoción y Protección de Inversiones (Ley 24.184) de 1992. La Gran Bretaña de
Thatcher jugó un rol primordial en la continuidad y profundización de las
políticas genocidas del Proceso, amparadas bajo el velo de una democracia de
oropel.
EL CONSENSO
KIRCHNER-CHÁVEZ. Partió Thatcher. Las huestes contrarrevolucionarias domésticas
y extranjeras reivindican muy en alto su nombre, ideología y accionar. El
despertar de los pueblos de América del Sur, y su consecuencia directa en la
elección de gobiernos "parecidos" a sus anhelos e intereses,
desembocaron en una época de cambio que retó fuertemente el orden económico
ultraconservador nacido del Consenso Thatcher-Reagan. Hugo Chávez y Néstor
Kirchner, los fundadores de esta nueva y revolucionaria época de la Patria Grande. El
Consenso Chávez-Kirchner, ahora con consciencia de sí y para sí, responde en
bloque a la intentona golpista de Capriles pergeñada por el Departamento de
Estado. La base militar más poderosa de la OTAN (informalmente hablando, claro), ubicada
precisamente en la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del
Atlántico Sur le rinde tributo a Maggie a misiles limpios (¡vaya casualidad!).
Es falso que las fuerzas golpistas locales y extranjeras tengan únicamente a
las cacerolas. Despidamos como se merece a la nefasta genocida, brillante
estadista del orden conservador mundial: memoria, conciencia, democracia
popular, paz y revolución. Honremos y levantemos bien en alto a nuestros
próceres del siglo XXI.
El Consenso
Chávez-Kirchner entra en acción.
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