Los desafíos del año electoral
La presidenta Cristina Fernández está en Mendoza.
La presidenta Cristina Fernández inauguró las sesiones parlamentarias profundizando el modelo progresista. Las claves a futuro y el drama opositor: parálisis y berrinches.
La presidenta Cristina Fernández está en Mendoza.
La presidenta Cristina Fernández inauguró las sesiones parlamentarias profundizando el modelo progresista. Las claves a futuro y el drama opositor: parálisis y berrinches.
Por Luz Laici y Franco Mizrahi, para "Veintitrés"
Hay una estrategia política del kirchnerismo que, a pesar de ser conocida, no pierde su contundencia: redoblar constantemente la apuesta.
Y el martes 1 de marzo, en el inicio de las sesiones parlamentarias, la propia Cristina Fernández volvió a reforzarla.
Con un arco opositor que se asemeja a un boxeador tambaleante y especulaciones varias sobre los anuncios del oficialismo, pocos imaginaron, sin embargo, por dónde vendría el golpe. Ante la Asamblea Legislativa, semejante incógnita tardó 102 minutos en revelarse: una alocución contundente donde, permitiéndose algunas ironías, la Presidenta logró marcar una agenda política en este año electoral que recién comienza a despuntar.
Con un vestido negro y el tono firme que la caracteriza, la primera mandataria anunció la ampliación de la Asignación Universal por Hijo, instó a la reforma del estatuto del peón rural “para terminar con el flagelo del trabajo esclavo” y exhortó a votar una ley penal tributaria, para acabar de una vez por todas con la evasión impositiva. También comunicó el envío al Parlamento de proyectos de ley sobre la trata de personas, el régimen de adopción en la Argentina y la propiedad de la tierra para extranjeros. Una batería de medidas con las que el oficialismo volvió a colocarse a la cabeza de la iniciativa política.
“La Presidenta dijo que estamos en una época de construcción de certezas. Fue una expresión muy feliz –comentó a Veintitrés el ministro de Educación Alberto Sileoni–. Certeza de que hay un modelo que debemos seguir profundizando. Certeza de que no queremos que estos ocho años hayan sido sólo una primavera o un recreo al cual le sobrevienen otros años de dolor. Hay ahí un discurso que claramente capitaliza el pasado pero con una gran carga de futuro y plantea un claro desafío: seguir construyendo.
”En contraposición con el 2010, cuando a esta altura del año Cristina Fernández abría el calendario legislativo anunciando la creación del Fondo del Bicentenario –en medio de una disputa pública por la utilización de las reservas para el pago de la deuda con el entonces presidente del Banco Central, Martín Redrado–, en la actualidad no aparecen problemas en el horizonte. El camino a octubre parece despejado. Aunque hay un dato que no es menor. De ser candidata, será la primera elección que la Presidenta afrontará sin el apoyo de su compañero de toda la vida.
Sin embargo, CFK no despejó dudas sobre su posible postulación. “¿Alguien me escuchó decir que voy a ir por la reelección en 2011?”, preguntó durante su discurso.“Es lógico y esperable que no haya una definición temprana de la candidatura de Cristina –analizó el consultor político Carlos Fara–. Primero porque no lo necesita, está muy bien posicionada en las encuestas. En los números, ya es una candidata firme para la gente. Y además la situación es similar en los partidos de la oposición: la UCR recién definirá su candidato el 30 de abril mientras que el jefe de gobierno Mauricio Macri aún duda si se postulará para presidente. Hasta el momento, la única candidata definida es Elisa Carrió, de la Coalición Cívica. Cristina no necesita instalarse, por eso utiliza el manejo de la expectativa.”
A diferencia de la Presidenta, la mayoría de los otros candidatos deberá rendir examen ante una sociedad que les devuelve a los políticos un bajo nivel de conocimiento y de imagen positiva. Un dato que no es menor si se tiene en cuenta que muchos de los que disputarán un cargo ejecutivo –en la elección presidencial o en las contiendas provinciales– son legisladores que tendrán al Congreso como plataforma de exhibición.
Desde la consultora Analogías, Analía Del Franco remarcó que “luego del crecimiento que exhibió Cristina en las encuestas tras la muerte de Néstor Kirchner, se presentó ante la Asamblea Legislativa con empuje, con capacidad de rendirle cuentas a la ciudadanía y levantar el nivel de discusión política de cara al próximo proceso electoral”.
Si algo evidenció el discurso de la Presidenta fue la debilidad de la oposición para enfrentarles a sus lineamientos propuestas programáticas concretas. Lejos de eso, los principales representantes opositores se mostraron ofuscados y hasta realizaron desplantes infantiles como la partida del recinto de Ricardo Alfonsín [...] o la actitud del cineasta Fernando “Pino” Solanas, quien ni siquiera eligió sentarse en su banca o quitarse su gafas de sol.
“La mayoría anti-K se quejó desde lo actitudinal y no dio pie a una discusión en serio –aseveró el viceministro de Economía, Roberto Feletti–. Es incapaz de pensar estratégicamente a la Argentina.”
“La oposición está dispersa, desorientada, no tiene idea de cuál es su rol –coincidió Sileoni–. En el Parlamento, tuvo una actitud poco colaborativa y ni siquiera acompañó la sanción del Presupuesto. Me parece que está claro cuáles son los obstáculos para que las cosas no se hagan.”
La estrategia del kirchnerismo apuntó a una agenda cargada de trascendencia social. La Asignación Universal por Hijo para mujeres embarazadas a partir del tercer mes de gestación reconfirma los resultados obtenidos con la implementación de esta política en su etapa inicial. El más fuerte: el beneficio abarcó a más de 3,6 millones de niños y niñas de todo el país, garantizando su acceso al sistema educativo y la cobertura de salud. La lista podría completarse con el control de la propiedad de la tierra para extranjeros y la reforma del estatuto del peón rural, una exigencia de máxima ante una realidad agropecuaria que en las últimas semanas se cargó de denuncias por trabajo esclavo y sometimiento a la servidumbre. El anuncio oficial recibió una respuesta en el recinto: el diputado radical Pablo Orsolini elevó la voz para remarcar que la iniciativa para frenar la extranjerización de la tierra se trataba de un proyecto propio. Con cintura, la Presidenta rescató su acotación y les aclaró a los legisladores: “Que (el proyecto) no signifique desalentar la inversión extranjera”.
En definitiva, la seguidilla de CFK abarcó el reconocimiento a las cuentas pendientes con los sectores más vulnerables.Para Fara, la clave está en que el Gobierno evitó mostrarse impotente en un año electoral. “Por eso, a futuro, tampoco se ubicará en lugares en los que termine dependiendo de la oposición –explicó el consultor–. Enviará al Congreso medidas que la oposición no podrá rechazar porque, de lo contrario, quedará envuelta en un brete por su gran interés público.”
“La voluntad política de avanzar en el rumbo iniciado desde el 2003 plantea la importancia del futuro –afirmó Abel Fatala, subsecretario de Obras Públicas de la Nación–. El Gobierno busca consolidar el crecimiento y el desarrollo del país combatiendo prácticas aberrantes como el trabajo esclavo. No desconoce esas problemáticas y frente a las propuestas y la profundización de este modelo, echa luz a la falta de iniciativas políticas de la oposición.”
En ese sentido, también se inscribió el capítulo de la política industrial, con el anuncio de la puesta en marcha del Plan Estratégico Industrial 2020. Débora Giorgi, ministra de esa cartera, resaltó que “profundiza el modelo productivo y el trabajo nacional. Se trata de un programa participativo y federal que se fijó metas como el crecimiento del PBI, el aumento de las exportaciones industriales, el avance en el proceso de sustitución de importaciones y la baja en la tasa de desempleo”.
La misma línea defendió el ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao: “Las profecías de los pesimistas no se cumplieron. Hay pobreza intelectual al cuestionar las políticas del Gobierno, equivocando el foco de discusión. El discurso demostró lo hecho hasta ahora, la revalorización de la ciencia y la tecnología, la necesidad de otorgarle valor agregado a la producción local y el compromiso con un proyecto de país en serio. Los cuestionamientos de los que se oponen a este rumbo son desacertados y lejos de reflejar plataformas alternativas evidencian la ambición por acceder al poder”.
Quienes gusten marcar fechas en el calendario, podrán anotar al 1 de marzo de 2011 como la fecha en que Cristina Fernández volvió a demostrar su enorme capacidad de oratoria y la firme convicción de un proyecto nacional que decidió enfrentarse a las corporaciones.
“La oposición conservadora de la Argentina, en todas sus variables, es incapaz de construir desde el reconocimiento –analizó el diputado de Nuevo Encuentro, Martín Sabbatella–. Recuperar la centralidad de la política es valorizar la democracia y eso debería reconocerse.”
La Presidenta lo dejó en claro: “Los políticos hemos vuelto a recuperar la iniciativa. A la Casa de Gobierno no la manejan las corporaciones”, expresó. Ni siquiera en ese aspecto de la agenda presente y futura, la mezquindad opositora dejó espacio para la defensa colectiva de un activo que debería ser nacional.
por Luz Laici y Franco Mizrahi
Informe: Tali Goldman
Publicado en :
http://www.elargentino.com/nota-128691-medios-120-La-agenda-K.html
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http://www.elargentino.com/nota-128691-medios-120-La-agenda-K.html
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