El recambio en el Congreso plantea un escenario cómodo para
el FPV en la Cámara Baja,
y más complejo en el Senado
La renovación está en relación a los escaños obtenidos en
2009, cuando se conformó el Grupo A tras una magra elección del oficialismo.
Las principales figuras de todas las bancadas culminan sus mandatos. Algunas
irán por la reelección.
El año que está por comenzar implica para el Congreso el
inicio del proceso de recambio que se definirá en las elecciones legislativas.
Cada bloque pondrá en juego las bancas que obtuvo en los comicios de 2009,
aquellos que permitieron el surgimiento del opositor Grupo A que tuvo una
mayoría transitoria en la
Cámara de Diputados. Esa es la razón por la que en esta
oportunidad la oposición pondrá muchas más bancas en juego que el Frente para la Victoria, mientras que el
desafío del oficialismo será sumar más escaños.
El detalle que le agrega otra pizca de tensión a las
parlamentarias son los nombres de quienes pugnarán por continuar en el recinto,
ya que sus mandatos vencen este año. Algunos son de alto peso específico como
Agustín Rossi, Carlos Kunkel, Juliana Di Tullio, Ricargo Gil Lavedra, Oscar
Aguad, Francisco de Narváez, Omar Plaini, Paula Bertol, Ricardo Alfonsín,
Federico Pinedo y Elisa Carrió, entre otros.
En total son 127 los escaños que se ponen en juego en la Cámara Baja. Pero el
riesgo es diferente para cada bancada. Los que están realmente en peligro son la Coalición Cívica
y Proyecto Sur, ya que renuevan la composición completa del bloque. No es
que vayan a extinguirse, pero la CC
deberá renovar las bancas de Carrió, Alfonso Prat Gay, Carlos Comi, HilmaRé,
Alicia Terada y Horacio Piemonte. Algunos, como Prat Gay, aspiran a pelear la
renovación vistiéndose de progresistas en un todavía incierto frente electoral.
Carrió ya anticipó que buscará disputar un lugar en el Parlamento, pero no
aclaró en cuál de las dos cámaras.
El otro bloque que se pone en juego completo es Proyecto
Sur. Fernando Solanas, Alcira Argumedo y Jorge Cardelli tienen el desafío de
evitar la extinción de la fuerza en un complejo distrito como el porteño. Según
la agencia Télam, el cineasta quiere probar suerte en otro desafío más que
difícil: una banca en el Senado.
El PRO también juega una parada complicada ya que ocho de
sus once diputados deben renovar. En el bloque macrista afirman que a Pinedo no
lo desespera el curul de diputado y mira con mucho deseo la banca de senador.
Incluso no tiene inconvenientes en ser el segundo de Gabriela Michetti. Pero
para ello Pinedo tiene que salvar, por lo menos, dos escollos que llevan el
nombre de Diego Santilli y el ex ministro Roberto Lavagna, que despierta
sonrisas interesadas entre los macristas. Ello también abrió un debate por
saber quién será el futuro cabeza de lista de diputados. El actual polémico
ministro de Educación, Esteban Bullrich, fue tentado para ser la cara visible
de esa boleta. Claro, quiere además ser el presidente del bloque.
Más allá de los nombres, el tablero de la elección
legislativa en la Cámara
de Diputados muestra un escenario favorable para el Frente para la Victoria, que sólo pondrá
el juego poco más del 30 % de sus lugares. En un situación similar se encuentra
el Frente Amplio Progresista. En tanto, la UCR, el frente peronista y el PRO tendrán que
defender la mayoría de sus lugares.
Para comprender el escenario favorable para el partido de
gobierno en las próximas elecciones sólo basta comparar con el recambio que
tendrá lugar en 2015. El FPV renovará 38 diputados en 2013, mientras que en
2015 deberá renovar 76. Distinto es el caso de sus aliados que renuevan un
número relativamente importante de bancas, en este caso 17, algo así como el
60% de su actual representación.
La oposición en conjunto renueva 72 bancas y, de
repetirse una performance similar a la de 2011, podrían perder hasta el 30% de
su representación.
En lo que hace a las provincias, el FPV dará su batalla más
importante, como siempre, en Buenos Aires. Allí defenderá 12 de las bancas
propias y cinco de sus aliados. Estas 17 bancas no parecen hoy ser un número
difícil de alcanzar, teniendo en cuenta que en los últimos dos comicios el
oficialismo consiguió más de 20 escaños. En el distrito que otorga 25 lugares
en el recinto, la UCR
pondrá en juego cuatro, el frente peronista seis el FAP tres y el PRO tres. Por
ahora ninguno de los partidos ha definido candidatos. Pero, por ejemplo, desde
el PRO dan por descontado que el actual hombre a cargo de la seguridad porteña,
Guillermo Montenegro, será quien encabece la lista.
Como sucedió en las nóminas de diputados de 2011, una vez
más los nombres de los candidatos del oficialismo serán aprobados por la
presidenta Cristina Kirchner. En cambio la UCR demorará su pronunciamiento hasta poder
dirimir la interna ya sea en las PASO o por consenso.
Santa Fe, en tanto, tendrá a Rossi, Hermes Binner y Miguel
del Sel como los principales protagonistas de una elección que se anticipa
pareja. El distrito que gobierna el socialismo otorga nueve lugares. Allí
el FPV, contando a sus aliados, defenderá tres, mientras que la oposición hará
lo propio con los seis restantes.
En Córdoba, el kirchnerismo defenderá tres bancas a igual que
el FAP y la UCR. Aunque
la incertidumbre aquí tendrá que ver con las aspiraciones de José Manuel de la Sota y la posibilidad cierta
de que presente lista propia.
Por su parte, el Senado muestra un escenario más complejo
para el oficialismo. Allí se renuevan 24 de las 72 bancas. Los ocho distritos
(CABA, Chaco, Entre Ríos, Neuquén, Río Negro, Salta, Santiago del Estero y
Tierra del Fuego) que ponen en juego su representación suman el 22% del padrón
electoral. Al finalizar el mandato de los senadores electos en 2007, el FPV
pone en juego el 38% de su bloque y el 54% de las bancas que se renuevan. Por
su parte, a diferencia también de lo que pasa en Diputados la UCR –también aquí la segunda
fuerza– sólo expone un 25% de su bancada. Los más afectados por la renovación
son los aliados no peronistas del oficialismo, que representan el 10% de la
cámara: de ellos finaliza el 86 por ciento. En total, el FPV y sus aliados no
peronistas renuevan el 79% de las bancas en juego. Mantener la correlación de
fuerzas actual obligará a una contundente victoria kirchnerista ya que, como
muestran los números, el margen de ganancia para el oficialismo es mínimo.
El FPV pone en juego 13 bancas propias y seis de sus aliados
(contando ocasionales e incondicionales), los radicales, cuatro bancas, y el
peronismo opositor no pone nada en juego.
En la Ciudad
de Buenos Aires el nombre de Rodolfo Terragno comenzó a aparecer en las paredes
porteñas como precandidato de la
UCR, pero parece que deberá disputarlo con Gil Lavedra. En el
FPV también todo es incierto. Más allá de las ganas de unos y de otros, como en
Diputados, no habrá definiciones hasta último momento. Por lo pronto, Daniel
Filmus, que dejará su banca a finales de 2013, anticipó que su intención es
mantenerse en la Cámara
Alta.
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