Hemos llegado de
nuevo a la Patria
venezolana. Gracias Dios mío!! Gracias Pueblo amado!! Aquí continuaremos el
tratamiento", dejó Hugo Chávez en la red social Twitter anunciando su
llegada al país.
Hemos llegado de
nuevo a la Patria
venezolana. Gracias Dios mío!! Gracias Pueblo amado!! Aquí continuaremos el
tratamiento", dejó Hugo Chávez en la red social Twitter anunciando su
llegada al país. El retormo no había sido anunciado, de forma que la noticia
que dió el propio mandatario en primera persona fue inesperado. Después, dedicó
otro tuit desde su cuenta (@chavezcandanga) a los anfitriones que lo albergaron
en La Habana:
"Gracias a Fidel, a Raúl y a toda Cuba!! Gracias a Venezuela por tanto
amor!!!".
El mutismo y la
desolación derrumbaron a una oposición que hasta hace unas semanas lanzaba
fuegos artificiales cuando creyó muerto al presidente y que aún hoy cuenta más
con el cáncer y el golpismo que con su propio potencial electoral para poner
fin al proceso bolivariano.
La ausencia de rigor
de los medios de comunicación que en Caracas, Miami y Madrid acompañan a
quienes se oponen a los procesos revolucionarios en Venezuela es bochornosa.
Como en su momento lo hicieron con la salud de Fidel Castro, venden deseos para
tratar de convertirlos en realidades. Desde el Sur de La Florida, el mismo médico
que había provocado la burla de Fidel al decretar la "muerte
cerebral" del líder de la Revolución Cubana, fue profusamente citado para
anticipar la muerte del presidente venezolano y encontró en medios de Venezuela
y España la entusiasta caja de resonancia de los opositores venezolanos. La
maniobra fue tan burda y desenfadada que ahora tendrán que hacer malabarismos
para explicar que Chávez está vivo y lúcido.
Chávez no es sólo un
presidente de la República,
es el símbolo vivo de un cambio social que ha impulsado a la existencia
política y social a millones de venezolanos que antes "no existían" y
carecían de cualquier tipo de derecho. Con o sin devaluación. Venezuela es hoy
un país donde las políticas sociales del gobierno bolivariano han reducido
enormemente la pobreza, donde se garantiza el acceso a la enseñanza gratuita
para todos y no sólo en el nivel primario y secundario. Sobre 27 millones de
venezolanos había 300 mil universitarios antes de la revolución; hoy son más de
dos millones. Lo mismo puede afirmarse de la sanidad y de la cultura.
Teatros y salas de
concierto ya no son patrimonio exclusivo de la oligarquía. El cambio social es
tangible en cuanto a desarrollo de los servicios públicos y reparto de la
riqueza, también en términos de politización y protagonismo de la población. Es
esa la mayor fuerza de Chávez y la base de la legitimidad del proceso. Como dicen
los venezolanos "Chávez nos dio Patria". Los hizo ser miembros
efectivos de una comunidad política y tener acceso a los comunes de un país
cuya gran riqueza era antes sólo para unos pocos.
El liderazgo de
Chávez ha sido calificado con frecuencia como "populista". En la
mayoría de los casos, por sus dectractores que consideran que una dirección
política que no esté en manos de las élites sociales sólo puede ser irracional
y tiránica. No se perdonan perder con un flaquito extrovertido de rasgos aindiados
y pelo negro, que quería ser beisbolista, pero que se hizo
militar para paliar las necesidades económicas de su familia.
militar para paliar las necesidades económicas de su familia.
Si Chávez no hubiera
conectado tres buenos batazos en un partido que en septiembre de 1971 le
abriéron las puertas de la
Academia Militar, quizá la historia política de Venezuela
nunca se hubiera salido de sus carriles normales.
Durante su carrera militar –cuenta su biógrafo Modesto Emilio Guerrero– Chávez, "casi siempre violó los reglamentos militares: por contestatario; por comer con los soldados siendo oficial; por debatir ideas; por recitarle a los cadetes poemas de Maisanta; por castigar faltas haciendo leer juramentos al Libertador –en lugar de sanciones físicas– por leer mucho olvidando que era un soldado; por mezclarse demasiado con estudiantes universitarios; por pintar el rostro de Bolívar en algunos destacamentos sin permiso de los superiores; por vivir hablando de Bolívar y arengar a la tropa como si fuera un político, y por hacer una vida social y cultural tan pública y libre que no parecía hecha por un militar sino por un militante."
Durante su carrera militar –cuenta su biógrafo Modesto Emilio Guerrero– Chávez, "casi siempre violó los reglamentos militares: por contestatario; por comer con los soldados siendo oficial; por debatir ideas; por recitarle a los cadetes poemas de Maisanta; por castigar faltas haciendo leer juramentos al Libertador –en lugar de sanciones físicas– por leer mucho olvidando que era un soldado; por mezclarse demasiado con estudiantes universitarios; por pintar el rostro de Bolívar en algunos destacamentos sin permiso de los superiores; por vivir hablando de Bolívar y arengar a la tropa como si fuera un político, y por hacer una vida social y cultural tan pública y libre que no parecía hecha por un militar sino por un militante."
El liderazgo de
Chávez es perfectamente anómalo. Chávez no es un profesional de la política ni
un experto, sino un hombre del pueblo. Esto hace que la mayoría de la población
se identifique con él. Chávez es para los de abajo, una persona que no ha
abandonado la "decencia común", ese sentido moral inmediato, basado
en la igualdad y la dignidad de todas las personas que Orwell atribuía a las
clases populares y del que están desprovistos la inmensa mayoría de los
gobernantes. No sólo eso, Chávez sigue siendo presidente sobre todo porque el
pueblo venezolano lo rescató de sus captores y lo restableció en la presidencia
desbaratando un golpe de Estado oligárquico.
En el chavismo, es
la multitud la que determina en gran medida el curso del proceso político.
Chávez, desde el momento de su ruptura con el régimen oligárquico y a través de
las distintas fases de la revolución bolivariana, siempre ha contado con el
apoyo de movimientos sociales importantes y tendecialmente mayoritarios.
Él mismo ha afirmado
en numerosas ocasiones que es objetivo del proyecto bolivariano acabar con el
Estado burgués y sus instituciones para establecer una democracia acorde con
unas nuevas relaciones sociales postcapitalistas. En la presentación del
programa electoral para las últimas elecciones presidenciales, afirmaba Hugo
Chávez: "Para avanzar hacia el socialismo, necesitamos de un poder popular
capaz de desarticular las tramas de opresión, explotación y dominación que subsisten
en la sociedad venezolana, capaz de configurar una nueva socialidad desde la
vida cotidiana donde la fraternidad y la solidaridad corran parejas con la
emergencia permanente de nuevos modos de planificar y producir la vida material
de nuestro pueblo."
Con su cuarta victoria presidencial, con su batalla campal contra el cáncer, Hugo Chávez se ha convertido en uno de los políticos más exitosos de Latinoamérica. Los opositores –que estaban convencidos que lo iban a derrotar, han quedado descolocados y se pelean otra vez con la realidad.
Con su cuarta victoria presidencial, con su batalla campal contra el cáncer, Hugo Chávez se ha convertido en uno de los políticos más exitosos de Latinoamérica. Los opositores –que estaban convencidos que lo iban a derrotar, han quedado descolocados y se pelean otra vez con la realidad.
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