Por Ángel Guerra Cabrera*
La resplandeciente victoria del Presidente Rafael Correa en
las elecciones del 17 de febrero revela una extraordinaria extensión en el
electorado ecuatoriano del apoyo a su propuesta y a su gestión. Más notable por
haberse alcanzado no sólo frente a la oligarquía y la derecha locales sino ante
una alianza de fuerzas del capital internacional, que con el activo concurso de
la CIA y otros
servicios especiales imperialistas se oponen a la Revolución Ciudadana
liderado por Correa, de considerable incidencia en el proyecto a favor la
segunda independencia de América Latina y el Caribe.
Es notoria la sistemática saña contra el gobierno de Ecuador
de la mafia mediática ecuatoriana e internacional. Destacadamente todas las
grandes televisoras de habla hispana, con CNN en español a la cabeza, así como
la totalidad de diarios de la Sociedad Interamericana
de Prensa y los madrileños El País, ABC y El Mundo, enemigos jurados del giro
hacia la independencia y la justicia social en nuestra América.
Correa se alzó con más de 56 por ciento de los votos, 34
puntos por encima de su rival más cercano el banquero Guillermo Lasso, miembro
del Opus Dei, declarado admirador de José María Aznar y candidato favorito de
la derecha más neoliberal. El abanderado de Alianza PAIS ganó en 23 de 24
provincias, arrebató a la oposición todos sus reductos en la Sierra Centro y la Amazonía con la única
excepción de Napo y arrasó en provincias estratégicas como Guayas. Contará con
mayoría absoluta en la
Asamblea Nacional(alrededor de 100 sobre 137 escaños) lo que
le permitirá sacar adelante varios proyectos de ley frenados hasta ahora que
redundarán en una profundización y consolidación de la Revolución Ciudadana
como es el evidente mandato de los electores. Entre esos proyectos están los
relativos al reparto de tierras, la soberanía alimentaria, las comunas y los
recursos hídricos, fundamentales para hacer avanzar la pospuesta reforma
agraria.
De la misma manera, la Ley de Comunicación, que permitirá una
democratización de la propiedad sobre los medios, de la concesión de
frecuencias y de la información misma al propiciar un universo plural de
emisores públicos, comunitarios y privados. Con La mayoría absoluta Alianza
PAIS también puede realizar modificaciones a la Constitución.
En resumen, salvo por Lasso, aspirante al parecer a
convertirse en la prima donna del imperialismo y la derecha local frente a
Correa, las otras fórmulas opositoras quedaron reducidas casi a la nada
electoral. Ya sean las del bananero millonario Noboa, el ex coronel Lucio
Gutiérrez, los demás exponentes de la partidocracia tradicional o la Alianza Unidad
Plurinacional de las Izquierdas.
El triunfo de Alianza PAIS también reconfirma el creciente
arraigo popular de las opciones alternativas al neoliberalismo que han llegado
al gobierno en América Latina y el Caribe. Con esta, Correa ha ganado ocho
consultas electorales sucesivas. En cada país con sus características, la misma
lealtad del electorado a esas opciones se observa en Argentina, Bolivia,
Brasil, Uruguay, Venezuela y Nicaragua. Por no hablar de la solidez del
experimento socialista cubano, expresado tanto en el consenso mayoritario de
que goza, como en su correlato en la exitosa resistencia a la permanente
hostilidad y al bloqueo económico redoblado de Estados Unidos.
Pero nadie sueñe que Washington y las oligarquías se van a
cruzar de brazos ante esta radiante victoria de la Revolución Ciudadana.
Continuarán jugando al desgaste mediático del gobierno de Correa así como de
todos los de la Alba
y el de Argentina. Aprovecharán cualquier acontecimiento real, como ahora lo
hacen en Venezuela con la enfermedad de Chávez, o intentarán hacer creíbles algunas
de sus persistentes mentiras para desestabilizarlo. Así lo demuestran los
golpes de Estado en Honduras y Paraguay, los frustrados en Venezuela, Bolivia y
el mismo Ecuador, la agresión yanqui-uribista a este país, las nuevas
instalaciones militares yanquis en la región, el restablecimiento de la IV Flota y los reiterados
obstáculos al arribo al gobierno en México de una propuesta antineoliberal.
Pero aunque ningún proceso emancipador es necesariamente
irreversible, lo que comprobamos en nuestra región, no obstante la hostilidad
que les manifiestan Estados Unidos y sus aliados, es una tendencia a la
consolidación del bloque de gobiernos progresistas y de estructuras de unidad e
integración como Unasur y Celac.
* Tomado del blog "La Pupila Insomne"
Publicado en:
http://www.movimientoalianzapais.com.ec/sala-de-prensa/noticias/765-la-descomunal-victoria-de-correa
Publicación original en:
No hay comentarios:
Publicar un comentario