Hay medios de comunicación que instalaron en la sociedad, entre muchas y otras ideas. Una que lograron transformar en tema de campaña.
Es la idea de la famosa grieta.
Muchos de los comentaristas de la realidad, dan a esa ”representación” como novedosa. Como si hubiera sido inventada por un iluminado del siglo XXI.
La idea de grieta que instalaron como nueva en la sociedad, hace referencia a que de un lado de ese renombrado concepto existe un sector social, que los mismos medios denominan “kirchnerismo” y del otro lado ubicaron al “macrismo”.
Para ser funcional con esa “construcción mental” de los medios hegemónicos, apareció alguien que dijo, como si hubiera inventado la pólvora “yo represento a la ancha avenida del medio”. Desde ese momento trató de ganar adeptos a ambos lados de esa noción. Para engrosar su caudal de seguidores y ganar su lugar en los medios.
Para intentar aclarar un poco los términos en uso. El “kirchnerismo” como tal no existe. El primer presidente portador del apellido que representa esa supuesta identidad manifestó públicamente “nos dicen kirchneristas para bajarnos el precio, somos peronistas”. Razonamiento que su esposa y legítima portadora de ese apellido lo reafirmó -siempre fui peronista- dijo.
A pesar de esas contundentes definiciones, los medios de comunicación, y muchos entusiastas seguidores y militantes del proyecto iniciado el 25 de mayo de 2003, se autodenominan “kirchneristas”. Lo que está plenamente justificado. Porque este es el peronismo que las nuevas generaciones conocieron. El que implementaron en cada una de las políticas en beneficio de los más humildes, de los trabajadores y de los siempre vulnerados por los anteriores gobiernos “macristas” de la historia.
Acaso no son los mismos intereses y pretensiones de los que derrocaron al presidente Juan Perón en 1955. Los mismos intereses y políticas que implementó la dictadura genocida de 1976. Donde el grupo SocMa (Sociedades Macri) ese año tenía 7 empresas, y al terminar ese intento colonizador, ya tenía 47 empresas.
Las políticas de Cavallo en los 90, durante el menemato, buscaron el mismo objetivo. Destruir la “conciencia peronista” del pueblo trabajador, y de todos y todas lxs que quieren una patria libre, justa y soberana. Que aunque no lo sepan aún, tienen más sintonía con el peronismo, de la que se permiten ver.
Ahí también existió una “grieta” que no tenía ese nombre. Pero no se inventó en esa época tampoco.
Sino que viene del fondo de nuestra historia. Desde el mismo momento que quisimos dejar de ser colonia.
Por eso, en mi opinión no existe la tal avenida del medio.
En todo caso, cuál sería la avenida del medio en la disyuntiva “Patria Si Colonia No”, o en “Liberación o Dependencia”. O para quienes aspiran a “la grandeza de la Patria y la felicidad del pueblo”, cual sería el medio de esa aspiración.
Porque tengo la certeza, de que la discrepancia sigue siendo la mismo que hubo entre “unitarios y federales”.
Me parece un buen momento para reflexionar sobre esto.
Estamos en épocas de elecciones y la patria está en peligro. Porque los mismos que aceptaron enriquecerse a costa del hambre del prójimo, están de un lado de la “grieta”. Del mismo lado de los que sumieron en el hambre a muchxs que hasta diciembre del 2015, tenían trabajo digno, casa y comida. Medicamentos y jubilaciones dignas.
Pensemos, que tal vez la avenida del medio te lleve, luego de varias distracciones y fantasías parecidas, al mismo lugar del que estamos luchando por salir.
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