Confirmó que convocará a extraordinarias
Publicado en TIEMPO ARGENTINO el 11 de Diciembre de 2011
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El acto de asunción tuvo todos los condimentos. Una jura plagada de simbolismos, lluvia de papeles y una chicharra inoportuna. La presidenta respondió a las críticas de un diario y Cobos se retiró del recinto antes del discurso.
Cristina Fernández asumió su segundo mandato frente a la Asamblea Legislativa. Hubo alegría, emoción, lágrimas y recuerdos, pero también definiciones políticas contundentes, que dan cuenta del destino inexorable de profundización del proceso político que comenzó en mayo de 2003. Hubo pocas referencias a leyes que debe tratar el Parlamento, aunque no faltó la respuesta indirecta a la nota del diario Clarín que cuestionó el bajo nivel de proyectos sancionados durante su gobierno. “Miren, así hubiéramos sancionado tres leyes, y hubieran sido la Ley de Medios, la de recuperación de las AFJP y la de Movilidad Jubilatoria, con eso me hubiera bastado”, advirtió, para dar cuenta de que la cantidad no necesariamente es sinónimo de calidad.
Cristina no sólo confirmó que habrá sesiones extraordinarias para aprobar el Presupuesto y la modificación a la ley penal tributaria, sino también la ley de tierras: “En marzo pasado un diputado (Pablo Orsolini-UCR) me la reclamó. Yo cumplí, lo cierto es que no la han tratado”, dijo, y el radical afirmando con su cabeza, se sumó al aplauso reconociendo que así había sucedido.
Los diputados y senadores fueron ocupando sus bancas desde poco después de las diez. Las galerías se colmaron rápidamente y desde allí bajaban los cánticos y vítores que realizaban las diferentes agrupaciones como La Cámpora, Oktubre, JP Evita y la Tupac Amaru de Milagro Sala.
Se avecinaba el momento de mayor tensión, el juramento que debía tomar Julio Cobos. Pero se resolvió de manera sencilla: tanto Cristina como Amado Boudou leyeron su propia fórmula de juramento. La diferencia estuvo cuando la presidenta agregó a la frase tradicional una referencia al ex presidente Néstor Kirchner: “Si así no lo hiciera, que Dios, la Patria y Él me lo demanden”, dijo y su voz se quebró. Luego, Florencia Kirchner le puso la banda presidencial a su madre y se fundieron en un largo y emotivo abrazo. Para ese momento, Cobos ya había hecho mutis por el foro, del Congreso y de la historia.
Durante el discurso hubo momentos para la risa. Un inexperto Julián Domínguez activó sin proponérselo la chicharra del llamado a sesión en pleno discurso presidencial. Cristina se desconcentró, miró hacia arriba, pero rápidamente advirtió la situación: “Julián, qué cosa... –le dijo al flamante titular de Diputados– con Cobos esto no pasaba”, y el recinto estalló en carcajadas.
La mandataria mostró el nuevo bastón de mando mientras una lluvia de papelitos caía sobre sobre todos los presentes. Desde las barras se escuchaba: “Ya se acerca Nochebuena, ya se acerca Navidad, para todos los gorilas, un gobierno popular.” Los más serios eran los peronistas anti K, porque eran concientes de que a ellos también le cabía el mote de gorilas.
El discurso comenzó con una referencia a uno de los pilares de la gestión kirchnerista, los Derechos Humanos. “Somos unos de los países líderes en la lucha contra la impunidad”, dijo y desde uno de los balcones Estela Carlotto y Hebe de Bonafini aplaudían.
Los aplausos y cánticos interrumpieron en 60 oportunidades a Cristina, quien no podía evitar pasar de la congoja a la alegría. El recinto, lo dijo, le traía muchos recuerdos y tal vez por ello –por primera vez– recurrió a algunas anotaciones para realizar su discurso de más de una hora.
La reacción a los dichos presidenciales fue directamente proporcional a la cercanía con el gobierno. Desde la oposición, Patricia Bullrich se tomaba fotos desde su celular. El jefe del bloque radical, Ricardo Gil Lavedra no disimulaba los bostezos. La duhaldista Graciela Camaño quiso interrumpir sin suerte a la presidenta. Fue cuando esta marcó la diferencia entre la Constitución de 1949 que no regulaba el derecho a huelga y lo que sucede ahora con algunos gremios: “Lo digo porque ahora existe derecho de huelga, pero no el de chantaje y extorsión.” En uno de los balcones, los que aplaudieron fueron Antonio Caló (metalúrgicos), Omar Viviani (taxistas) y Luis Lingeri (UPCN). Los tres festejaron a la presidenta e incluso no dudaron en cantar estrofas agregadas a la marcha peronista destinadas a Néstor y Cristina. El que brilló por su ausencia fue Hugo Moyano.
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http://tiempo.infonews.com/notas/nuevo-pedido-de-cristina-ley-de-tierras-y-sancion-los-evasores
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