Este domingo en su programa de Canal 13, Jorge Lanata acusó a funcionarios del gobierno nacional de tener al menos 400 tuiteros pagos. Qué hay de cierto y qué de errado en la denuncia.
por Diego Rottman .
Un numeroso equipo de producción y un gran presupuesto: dos elementos que permiten hacer un buen programa de investigación periodística. El programa de Jorge Lanata tiene ambos, pero optó por no lucirlos para hablar de un tema interesante, la relación entre Twitter y política. Una denuncia fuerte, que existe un grupo de tuiteros falsos creados para apuntalar a funcionarios del gobierno nacional, se vio teñida de inexactitudes y falacias tecnológicas.
Intentar precisar los errores puede ser aburrido y poco televisivo, pero aquellos que busquen informarse con honestidad deberían tomarse el trabajo de conocer más en detalle el funcionamiento de la tuitósfera política.
- ¿Cuántos usuarios tiene Twitter?
En su monólogo, Lanata tiró que "Twitter tiene 400.000 usuarios, es un programa de 4 puntos, no es nada" (sic). Intuimos que quiso decir que Twitter tiene 400.000 usuarios en Argentina. Más tarde cambió el dato y dijo que tiene "entre 400.000 y 1.200.000 usuarios", que es como decir "Yo mido entre 1m50 y 2m12". Para empezar, la cuenta de Jorge Rial tiene casi un millón y medio de usuarios, probablemente no todos sean argentinos, pero también probablemente no todos los argentinos sigan a Rial, por lo que esta cifra suena más cercana que la de los 400.000 usuarios.
- Twitter y los grandes medios
Lanata tiene una relación ambigua con Twitter. Por un lado, no se cansa de decir que es la puerta de un baño público adonde la gente insulta anónimamente. Por el otro, atribuye a Twitter la Primavera Árabe. Ambas exageraciones. Ni tanto ni tan poco. Son muchos los que relativizan el papel revolucionario de Twitter y tampoco sería tan exitoso como medio si solo se profirieran insultos.
- El buen uso de Twitter
En su presentación Lanata subrayó cuál era el buen uso de Twitter, su verdadero sentido: "dar noticias en tiempo real". Pensemos que al programa lo vieron más de un millón y medio de personas que se quedaron con esa idea confusa y contradictoria sobre Twitter ¡de alguien que nunca usó Twitter! Como toda herramienta, sirve para lo que uno quiera que sirva. El slogan original de Twitter era "¿qué estás haciendo ahora?" y mutó por "¿qué pasa ahora?". Habrá quien lo use para mostrar lo que almorzó, otro se dedicará a ver lo que dicen los famosos y no faltará tampoco el que lo considere un modo de militancia. No hay un "verdadero sentido" para Twitter.
- Twitter y los medios
"Los medios sobredimensionamos lo que aparece en Twitter. Cuando copás Twitter terminás copando los medios". Otra falsedad. Los medios reproducen cada vez más las declaraciones que políticos, deportistas y estrellas del mundo del espectáculo hacen en Twitter. Pero no de los anónimos. Y ni siquiera de los que se conocen como "tuitstars", personas desconocidas que se convirtieron en referentes en Twitter. Lo que los grandes medios hacen es recoger de Twitter las mismas declaraciones que antes levantaban de las radios. La ventaja es que acá la fuente es directa, sin intermediarios: el famoso dice lo que quiere y cuando quiere.
- Twitter y la información
Decir que "en internet vos podes poner lo que quieras, no hay chequeos, no hay fuentes, nadie se hace responsable" es otra simplificación. Que en la web sea muy fácil falsificar una noticia no es sinónimo de que estas mentiras perduren. Es el mismo sistema, ahora potenciado con las Redes Sociales, el que se autoregula. Los buenos periodistas conocen sitios como Snopes o Mala Prensa que se dedican a desenmascarar las noticias falsas que circulan. Y con la misma liviandad se podría decir los mismo de los medios tradicionales que levantan estas noticias falsas.
- Trending Topics
La base del informe de Lanata era que los falsos tuiteros K inyectan (?) de 6 a 10 tuits por segundo para lograr Trending Topics (TT), es decir, los temas que marcan tendencia en Twitter. Si fuera tan fácil, la oposición también podría hacerlo. Y los vendedores de panchos. A la vez, Lanata no mostró ni un solo ejemplo de TT exitoso fogoneado por esta "red K".
- Grandes imprecisiones
"Yo no sé si Aníbal Fernández forma parte de esta red. Sí sé que Garré y Abal Medina retuitean a tuiteros falsos... no sé si saben que son falsos". Esta frase es textual de Lanata. Pasada en limpio lo único que queda seguro es que Garré y Abal Medina retuitean tuiteros falsos. Nada punible, ni siquiera moralmente.
- Avatares
Usar un avatar de otra persona es una práctica común. Lo hacen los que prefieren reemplazar su cara por la de sus ídolos. Y también los que buscan pareja y cambian su rostro por el de un modelo atractivo. Centrar buena parte del informe en descubrir las "verdaderas identidades" de los de las fotos y hablar de "robo de identidad" es otra exageración más.
- Lo que faltó
Es real que existe una red de tuiteros oficialistas, pero para que la nota fuera realmente equilibrada, también debería haber mostrado las redes de tuiteros de otros partidos y políticos opositores (que existen). Por ejemplo, sin la estructura de producción de Lanata, hace tiempo el tuitero @atilael1 recopiló una lista de todos los falsos tuiteros que tiene De la Sota. Hoy en día esto es el ABC de la comunicación política en Twitter, aunque varios expertos cuestionen su eficacia.
Y para que la denuncia tuviera entidad, más allá del exitoso golpe de efecto, tendríamos que saber quién le paga a quién y cuánto. Nada de esto se dijo.
Entre las consecuencias nefastas de la nota, lejos de desmontar esta técnica, el informe va a servir para que los políticos que no alimentaban este esquema perverso, sientan que es una necesidad contratar a una consultora para que los elogie a ellos y critique a sus adversarios a través de tuiteros truchos.
En Twitter soy @diegorottman
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