La violencia en la región latinoamericana
Antonio Gramsci dijo que una crisis ocurre cuando lo viejo está muriendo y lo nuevo no puede nacer. En América Latina esto se constata con diferentes matices de gravedad.
Por:
Federico Mirré y Rafael Bielsa
Oscar Arias –premio Nobel de la Paz y ex presidente de Costa Rica, citando cifras de la ONU–, manifestó que el 42% de los homicidios con armas de fuego del mundo se perpetra en América Latina, donde vive menos del 10% de la población del planeta.
Un estudio de Latinobarómetro (mayo de 2012) realizado en 18 países de la región expresa que el 32% de los encuestados considera que la delincuencia, la violencia y las pandillas son el principal problema de su país. Para el 83% de los preguntados la delincuencia ha aumentado, mientras que el 55% subraya que vivir en su país es cada día más inseguro. En Brasil, Chile y Colombia, la principal preocupación se centra en la salud, la educación y el desempleo. Marta Lagos, directora de la ONG –con sede en Santiago de Chile–, añadió a las cifras que dichas aquellas delictivas se han transformado en uno de los principales talones de Aquiles que tienen las democracias de la región.
Una mirada a vuelo de pájaro por el mapa histórico muestra ira, sangre y despojos. La masacre de “Las Dos Erres” del 7 de diciembre de 1982 en Guatemala, cuando más de 200 campesinos fueron asesinados después de que el Ejército atacara la localidad homónima, en el departamento de Petén. La del 11 de diciembre de 1981 en “El Mozote” de El Salvador, donde soldados de élite de un batallón entrenado por Estados Unidos mataron alrededor de 800 personas. La tenebrosa Casa Presidencial donde estaba el “cuarto de costura” para torturar y matar seres humanos erigido en Nicaragua por Anastasio (Tacho) Somoza García y utilizado también por su hijo Tachito.
Según se baja hacia el Estrecho de Magallanes, las imágenes de espanto se multiplican.
Durante y después de estos crímenes, los planes económicos que postulaban el Estado Mínimo (miniarquía) acompañado de privatizaciones a mansalva y otros canapés para degustación del capitalismo sin responsabilidad social arrasó con la misma geografía. El resultado fueron comitivas lastimosas de desocupados, desplazados y excluidos.
En dicha historia se encuentra la explicación de por qué, de acuerdo con el informe divulgado en el quinto Foro Urbano Mundial de la ONU, que tuvo lugar en Río de Janeiro (2010), América Latina es la región más desigual del mundo. Las diferencias entre ricos y pobres aumentaron en las últimas décadas, de tal manera que hoy el 20% de los más ricos acaparan un 56,9% de los recursos y 127 millones de pobres viven hacinados en las ciudades.
El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD, 2009/2010) ha establecido los 23 principales “mercados subterráneos” que la criminalidad organizada de Centroamérica ha establecido según el producto o servicio con el que trafica. PNUD identificó un primer listado de nueve mafias de ámbito local y nacional, cuyo “servicio traficado” es una actividad criminal de complejidad y gravedad bajas. Dentro de este primer grupo están las organizaciones de robo de cables telefónicos; tapas de alcantarilla, luminarias y cables eléctricos; energía eléctrica, agua potable y otros servicios domiciliarios “de contrabando”; teléfonos celulares; accesorios de vehículos; repuestos y partes automotrices; combustibles y lubricantes, y robo de ganado. En una segunda clase hay seis mafias de jurisdicciones nacionales y transnacionales de complejidad y gravedad medias. Son las bandas dedicadas a violar leyes de derechos de autor (piratería de música, películas, libros y demás); al contrabando de ropa; al robo, exportación y venta de bienes culturales; al tráfico de animales protegidos; a la de maderas preciosas y a los fraudes y estafas con tarjetas de crédito. En la tercera categoría hay ocho mafias de entorno nacional y transnacional y de complejidad y gravedad altas: robo de vehículos; tráfico de armas de fuego; tráfico de inmigrantes; trata de personas; tráfico de órganos; tráfico interno de drogas; tráfico internacional de drogas y lavado de dinero y otras actividades.
Fugitivos colombianos amarran en un muelle de una comunidad caribeña de Nicaragua… ¡que ofrece servicios logísticos para transportar estupefacientes de Colombia a México y Estados Unidos! La logística es el futuro del narconegocio.
El presidente de El Salvador, Mauricio Funes, mencionando un informe del Banco Mundial, sostuvo que Centroamérica “enfrenta una crisis por delincuencia e inseguridad que le cuesta un promedio de 1300 millones de dólares anuales”.
La citada Marta Lagos dijo asimismo que uno de los principales factores del aumento de la violencia y la falta de seguridad tiene que ver con la mala distribución de la riqueza en Latinoamérica, región cuya economía se ha expandido en los últimos años pero que con desigual crecimiento en la población.
Antonio Gramsci dijo que una crisis ocurre cuando lo viejo está muriendo y lo nuevo no puede nacer.
En América Latina esto se constata con diferentes matices de gravedad. En la Argentina se observa hoy un pujo natal inequívoco, cuya fuerza de dilatación supera la resistencia de los tejidos acalambrados que tratan de impedir el parto de un país renovado; se ha dejado atrás al uso de las Fuerzas Armadas como sistema de represión y de congelamiento de la vigencia plena de los derechos y las libertades de los ciudadanos. Y eso ha ocurrido por crecimiento democrático, por aprendizaje de los horrores del pasado reciente y porque las fuerzas corporativas que tradicionalmente recurrieron a ellas para sostener el statu quo, constatan su actual inutilidad.
Otros países de la región no han traspasado aún la frontera de la emancipación del sostén militar, de la necesidad de la muleta castrense para asegurar un orden interior en jaque.
Esa cuasidependencia está unida al nivel, el espesor y la energía que tenga la voluntad política de cambio y el apoyo electoral y popular que la acompañe. Hay batallas en lo político-social aún no entabladas, o entabladas pero aún no dirimidas, que condicionan la voluntad de cruzar los umbrales que separan a las democracias trémulas, incompletas, de las democracias plenamente republicanas y civiles. Y populares.
Carlos Fuentes dijo, poco antes de morir, que los problemas de América Latina se resolvían con tres herramientas: educación, educación y educación. Una simplificación que contiene algo de verdad, pero incompleta. Sólo una educación que sea paradigma de la igualdad, que sea gratuita, universal y laica, sirve como herramienta de crecimiento individual y social. Y que sea también un titánico esfuerzo a largo plazo de integración étnica y social.
En una cueva del sudoeste de Francia se han encontrado pinturas de 30 mil años atrás que representan animales y vulvas. El hombre primitivo comprimía sus deseos a la escala de su realidad: el sexo y la alimentación. Los decapitadores y descuartizadores de Monterrey, los torturadores Maras, los traficantes y secuestradores de toda laya comparten un neo medioevo sin dogmas y solamente buscan calmar los deseos primarios de una vida que saben será breve. Viven en países con democracias tullidas, en los que la cuota de desigualdad, injusticia, codicia y rigor, no es contenida por ningún horizonte que preanuncie el nacimiento de algo nuevo. Mientras eso no se construya, el horror seguirá en aumento. Y la tentación del uso de la fuerza militar. <
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http://tiempo.infonews.com/2012/05/20/editorial-76134-polvo-y-espanto.php
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