Las jornadas de la semana de Mayo, han mostrado como el proyecto político nacional-popular se ha constituido como parte central de amplios sectores de la sociedad argentina (atravesándolo de manera transversal a las clases sociales argentinas), también en las mismas, la actual mandataria mostró que jugara con un rol central en el proceso post-10 de diciembre del presente año, así mismo, la presidenta llamo al poder de empoderamiento popular a continuar con la protección del actual modelo, frente a los intentos restauradores neoliberales.
Lo
novedoso del actual momento político es la necesidad generar
espacios de debates entre los espacios políticos, donde se deben
poner en el centro de la discusión política las denominadas
tensiones existentes en los proyectos nacionales-populares en la
región, y en la Argentina.
Es
necesario pensar la constitución de un bloque nacional-popular,
donde las tensiones secundarias y no antagónicas se resuelvan para
que no sean funcionales al conjunto de las contradicciones
principales y antagónicas que se dan en una sociedad capitalista
periférica, es decir, la contradicción entre los opresores y los
oprimidos.
Este
debate se plantea en lo dicho respecto a las elecciones primarias y
presidenciales, donde se han convertido
en un “punto de bifurcación”, la propuesta de García Linera,
donde el poder retorna a manos de las antiguas clases dominantes o
bien se asume por un nuevo bloque de poder emergente, ya que es el
momento político donde se produce el encuentro en el escenario
social se dirimen el control de poder sobre el Estado.
En
los momentos de tensión y contradicción se producen el
desvelamiento de los problemas que afligen a una sociedad, se
producen la visibilización de las propuestas a los mismos, y en el
proceso de conflictividad, la misma en su conjunto articula
proyectos, alianzas y medios para solucionarlos, parcial o
plenamente.
Como
en los proyectos políticos, y en la lucha política, en general,
nada está determinado, sino que se mueve en un proceso de
posibilidades existentes, tenemos que tener en cuenta, como pueden
desplegarse la totalidad de las variantes y sus potencialidades.
En
la conformación y ampliación del bloque nacional y popular, nos
coloca ente el desafío de tener de incorporar parte de las
necesidades de bloques sociales diferentes, pero siempre teniendo en
cuenta, como plantea Freire, que la lucha es una categoría histórica
y social, que en sí misma no niega la posibilidad de acuerdos y
arreglos entre las partes antagónicas, pero sabiendo que solo
beneficiara a nuestra nación si la hegemonía de los sectores
populares/oprimidos logra establecer los límites de movimiento a las
clases opresoras.
Quienes,
pensamos en la capacidad del sueño como espacio movilizador de un
horizonte igualitario, sabemos que las clases dominantes intentaran
que el ejercicio y empoderamiento popular sea lo menos peligroso
posible a sus intereses de clase, ya que el no soñar del oprimido,
es la condición necesaria para que los verdaderos detentadores del
poder puedan dormir confortablemente.
Es
necesario un proceso de cambio de sentido común, ya que como
sabemos, ningún colonizado, sea a manera individual o como nación,
podrá liberarse sino produce una reconquista de su identidad
cultural, sin asumir su lenguaje, sus discursos y asumirlos como
propios, es decir, es necesario la recuperación del conjunto de
tradiciones populares y emancipadoras, para romper el cerco por el
cual el oprimido asume como propio los valores del opresor.
En
estos últimos 10 años hemos avanzado en un proceso de independencia
económica, soberanía política, pero debemos darnos la pregunta
sobre cómo lograr la continuidad del proyecto, y aquí es central el
proceso de la batalla cultura, que rompa la naturalización de
ciertos conceptos neoliberales que aun rondan en ciertas fracciones
de las clases sociales argentinas, proceso de romper el esquema por
el cual los valores de las clases dominantes se transforman en
valores totales sobre una sociedad, es necesario la constitución de
un nuevo sentido común, ya que el 2015 o avanza el proceso
igualitario, o retrocedemos.
Bibliografía recomendada:
GARCÍA
LINERA, Alvaro, Las tensiones creativas de la revolución. La
quinta fase del proceso de cambio, Vicepresidencia del Estado
Plurinacional de Bolivia, La Paz,
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