"Lo que tenemos que hacer es evitar entrar en default absoluto. Si hay que pagar al contado, habrá que pagar al contado."
Mauricio Macri
19 de junio de 2014
"Lo que más preocupa es el daño que pueda hacer el default en materia de inversiones, pérdida de empleo, en aumento de precios, en tensión cambiaria."22 de julio de 2014
Sergio Massa
ENTREVISTA A MARIO BLEJER, ECONOMISTA
–A un año de la decisión de la Corte de Estados Unidos, ¿qué impacto real tuvo el denominado "default técnico"?
–No sé si se lo puede llamar o no default técnico. Si quien tiene que pagar no lo puede hacer por un fallo, entonces no se puede decir que está en default. Es un incumplimiento técnico involuntario. Esa situación no ha empeorado ni cambiado dramáticamente el posicionamiento del país en los mercados. Se ha demostrado que el acceso al crédito no está vedado, aunque sí encarecido. Podríamos acceder a crédito más barato si esto estuviera resuelto, pero eso no significa que haya que resolverlo a cualquier costo.
–¿Qué tasas de referencia cree que podrían ser las lógicas sin este inconveniente?
–No estaríamos lejos de las tasas que están pagando Colombia o Perú.
–¿Esa disponibilidad de créditos se explica por la fortaleza de la región o por la enorme liquidez internacional?
–Las tasas internacionales y la liquidez en el mundo fijan una base muy baja. La tasa está compuesta por el costo del dinero internacional más el riesgo país.
–¿Existe una diferencia cualitativa entre los swaps de China y la colocación del Bonar 2024?
–El swap fue un sustituto frente a la imposibilidad de ingresar al mercado en condiciones más normales. No es un elemento que forme parte del mercado. Si hubiéramos tenido acceso al mercado, no hubiera sido necesario el swap.
–Por eso la emisión actual tiene un significado especial…
–Claro, demuestra que el mercado internacional está dispuesto a prestar aunque a un costo más alto.
–¿Por qué fracasó el Bonar 24 lanzado en diciembre y ahora no?
–Es curioso porque ahora las condiciones del mercado internacional se agravaron un poco. Empieza a hablarse más de cuándo subirán la tasas norteamericana, está claro que los flujos de capital se han revertido en los países emergentes y hay mucho menos flujo de capital en general. En condiciones más difíciles se logró una mejor colocación. Se explica por una mejor organización. Ahora se consiguieron clientes de boutique, de manera individual. Antes no se tomaron las precauciones para garantizar una colocación mínima.
–Se esperaba que el 2 de enero se llegara un acuerdo, ¿por qué no ocurrió?
–El mercado ve atractivo a la Argentina, entre otras cosas, porque hay una percepción del sistema de que, más temprano que tarde, habrá una normalización. Leer que esta situación implicaría que el mercado se ha convencido de que jamás se arreglará con los holdouts sería un error. Piensan que son los holdouts los que van a ceder. El motivo más importante es que, mientras los buitres venían dañando a la Argentina, la última medida está perjudicando a los bonistas que no pueden cobrar. ¿De qué lado van a estar? A la larga van a estar de nuestro lado porque son víctimas de este perjuicio.
–¿Pero qué capacidad de influencia tienen sobre los buitres?
–No tienen una forma directa de hacerlo, pero es una cuestión de ambiente. Los buitres no están cómodos en el mercado cuando se tienen que sentar en la mesa tratando de vender otros productos. No sólo tienen como propósito pelear contra la Argentina. Tienen otros negocios para los que necesitan de socios que son bonistas, y tenerlos en contra no es favorable.
–¿Sigue la posibilidad de que los bonistas bloqueados pidan la aceleración?
–Está planteado y es bueno que no haya ocurrido. Los motivos podrían explicarse por las dificultades técnicas.
–Argentina sigue apremiada por ese tema...
–El hecho de que no haya pasado no nos tiene que hacer pensar que no vaya a pasar.
–¿Cómo impactarían, en este nuevo escenario, las políticas que está preparando la FED?
–Es un incentivo a tratar de acelerar el proceso. A ver si se puede llegar a una solución antes de que la FED modifique las tasas. Si ya se ha decidido tomar financiamiento externo, que no es una mala idea en general, es mejor hacerlo lo antes posible, cuando las tasas son bajas y la liquidez es amplia. Es mejor llegar a la fiesta cuando las botellas de vino se están abriendo que cuando se están terminando.
–¿Descarta que este gobierno sea el que logre la resolución definitiva?
–No descarto nada. Puede darse una circunstancia en la cual, con un pequeño esfuerzo, se pueda lograr una resolución. De repente empieza a subir la tasa de interés y se crea una situación de cierto pánico en el mercado internacional, los mismos fondos pueden decidir sacarse este problema de encima. El gobierno no va a rechazar un acuerdo por una cuestión ideológica, si hay una buena oportunidad la va a tomar.
–¿No hay riesgo de ingresar en la lógica de tomar deuda para pagar deuda?
–El desendeudamiento no es un objetivo en sí mismo, sirve para poder tomar deuda a mejores tasas.
–¿Cuál es la mejor manera de tomar deuda? ¿Emitiendo bonos, con acuerdos bilaterales o con los organismos financieros?
–Lo mejor, siempre, es mirar todas las oportunidades y tomar la más barata.
Publicado en:
http://tiempo.infonews.com/nota/152714/el-acceso-de-la-argentina-al-mercado-de-capitales-aislo-todavia-mas-a-los-buitres
No hay comentarios:
Publicar un comentario