EL PERONISMO Y LAS VICISITUDES DE LA ALIANZA PARA EL REGRESO
El desideratum de la más rancia oligarquía que representa el PRO amplificado por el acuerdo con la UCR.
Aclaración preliminar y necesaria: se trata de antiperonismo y no de aquellos que son no-peronistas y saben que la columna vertebral del movimiento nacional y popular lleva las banderas de Evita y Perón. Esta realidad que llegó para quedarse porque está enraizada profundamente en el alma y la identidad del pueblo, es insoslayable para entender el pasado reciente, el presente y el futuro.
Antes de su aguda decadencia, el otrora respetado pensador marxista Juan José Sebreli publicaba en la revista Contorno en 1956: “Toda una generación está indisolublemente unida al peronismo para siempre. Podemos apoyarlo o combatirlo, cruzarnos de brazos creyendo que todo da lo mismo, pero no podemos prescindir de él”. Las razones de la omnipresencia peronista en la vida política, cultural y social de los argentinos tiene muchas versiones, pero escasas y contundentes razones.
En la memoria popular el peronismo estuvo siempre asociado a la dignidad de los olvidados, al mirar de frente y de igual a igual a quienes antes –y ahora- pretenden sumisión y vasallaje de los más humildes, a la ampliación creciente de derechos, a la equidad, al anti imperialismo y a la cultura del trabajo. Y a la alegría y a la sensualidad de los cuerpos, las risas y hasta las estridencias de las músicas que los expresan. El desparpajo irreversible de los “negros de mierda” es la herida incurable de estos enfermos de odio y revanchismo.
El antiperonismo, resultado de la inoculación del pensamiento, los modos y fundamentalmente de los intereses foráneos, de la colonización de la subjetividad y de los modelos de producción, se extendió hacia capas de la sociedad que, por un lado mejoraron sus condiciones de vida materiales y culturales y por el otro –y a pesar de su desesperación por pertenecer- siempre fueron y serán despreciados por los viejos y nuevos dueños del poder real.
La diferencia crucial con los decidores de ideologías y repetidores de frases “republicanas” con el peronismo, es que desde el recordado “Mejor que decir es hacer…”, el justicialismo siempre ha sostenido que las ideas son el resultado de los hechos y no los hechos de las ideas. Aunque contando con un corpus de doctrina y enseñanzas y el aporte de intelectuales de fuste, el gobierno del General Perón, como el de Néstor y Cristina, avanzaron –parafraseando a Roberto Arlt- por prepotencia de realizaciones y de conquistas.
Con decisión y coraje y con todas las dificultades, operaciones, infamias y agresiones, el peronismo sigue creyendo en aquella definición de John William Cooke: “La economía no ha sido nunca libre. O se la dirige y controla por el Estado en beneficio del pueblo o la manejan los monopolios en contra de la nación”. En cada tiempo los instrumentos y las posibilidades van cambiando, pero el espíritu, el concepto es inalterable y profundamente peronista.
Ya hora un nuevo rebrote de odio con la constitución de una nueva Unión Democrática. La del 45 al mando del embajador norteamericano Braden, la de ahora por los fondos buitres que esperan a Macri para cobrar sus usuras.
Este revoltijo entre el conservadurismo retrógrado con pinceladas de menemismo, cavallismo y altas dosis de cínico marketing, con una señora que dice recibir instrucciones de la Virgen María y un radicalismo doblado y medroso que causa vergüenza, han constituido la Alianza para el Regreso.
El regreso del ajuste, los recortes, las privatizaciones, de la entrega del patrimonio, de la desocupación, de la compra de leyes, de las relaciones carnales, de la represión sangrienta de la protesta social, del antiperonismo como bandera y razón de pertenencia.
El desiderátum de la más rancia oligarquía que representa el PRO, amplificado por un partido centenario creado como adversario decidido del régimen conservador. Aunque la UCR –salvo honrosas excepciones- dejó a un lado sus ideales declamados y su aspiración de representar a los sectores populares cuando la marea peronista, el “aluvión zoológico” salió de las entrañas del subsuelo y abrazó la causa peronista.
Ya en 1955, a horas del mayor acto terrorista de la historia en junio de ese año, con más de 350 muertos y cientos de heridos y mutilados por la reacción asesina y anticonstitucional de la Armada, la UCR emitió un comunicado con la firma de sus autoridades Arturo Frondizi y Federico Monjardín, al que le sobra cualquier comentario: “La responsabilidad de los trágicos sucesos del 16 de junio de 1955 es enteramente del gobierno. El Radicalismo reitera su solidaridad con cuantos sufren cárcel, persecución o destierro por defender las libertades argentinas.La UNIÓN CÍVICA RADICAL continúa su lucha por el restablecimiento de la moral y la democracia en la vida de la República”. Es la esencia del gorilismo. Los culpables son las víctimas. El gobierno elegido por el pueblo es malo. Bombardear población civil indefensa es bueno. Mentir es democrático. El relato es de los otros.
Perón nos enseñó que las cosas se hacen a su tiempo y armoniosamente. Que cada época tiene su impronta y su táctica. Nos dijo también –y eso lo entendimos siempre bien- que las elecciones son para ganarlas. Que con otros modelos, los que sufrirán serán los más necesitados y que no debemos ni imaginar la posibilidad del triunfo de algún candidato ajeno al Frente para la Victoria. Que finalmente deberemos trabajar, militar y convencer a aquellos confundidos por el prestidigitador y camaleónico Sergio Massa, que el peronismo está en el FpV y que iremos cantando a la victoria detrás del candidato que gane las PASO.
Todos unidos triunfaremos. Y en primera vuelta.
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Todos unidos triunfaremos. Y en primera vuelta.
1 comentario:
Che Enrique, cuánto resentimiento brota de tu análisis político y qué raro es tu concepto de la Historia y de la Libertad
¿Estado VS Monopolios? ¿Quién te contó esa fórmula tan mentirosa como elemental?
¿Qué te ha hecho tan porfiado y resentido?
Seguro que no fueron tus estudios en el Champagnat
Saludos, Cacho
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