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Equipo editorial APC Por Jorge P. Colmán.
@jorgepcolman en Twitter
Benjamin Netanyahu tiene dos enemigos: La paz y la diplomacia, solo busca la guerra contra Irán y sus vecinos para sostenerse en el poder, la Argentina esta cruzada en sus conflictos y queda envuelta en las amenazas bélicas
Otra vez la geopolítica israelí y las elecciones en Israel producen alarmas en la región y medio oriente. El discurso duro hacia los países árabes busca posicionar su partido en los comicios locales, utilizando el miedo entre los israelies, como herramienta electoral. Israel es un aliado de los EEUU, pero sus armas de destrucción masiva hacen que una discusión interna signifique una guerra con los países vecinos.
Netanyahu hizo un discurso violento y hostil hacia Irán en los EEUU, su objetivo choca con la política norteamericana de descongelamiento de las relaciones con el país árabe. El conflicto es contradictorio en más de un sentido, EEUU pretende un acuerdo con Iran para controlar el uso pacífico de la energía nuclear, mientras que el único país regional que no ha firmado acuerdos sobre la materia, ha sido el mismo Israel que se opone. Desairó al presidente Barak Obama, ya que la invitación vino directamente del presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, sin tener en cuenta a la Casa Blanca que pertenece al partido Demócrata.
Lo hace mientras intenta despegarse del golpe de estado en Venezuela. Según Thierry Meyssan “El alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, era el agente de enlace con Israel. Ledezma había viajado secretamente a Tel Aviv, el 18 de mayo de 2012, para reunirse con el primer ministro israelí Benyamin Netanyahu y con el ministro de Relaciones Exteriores Avigdor Lieberman actuando como representante del jefe de la oposición venezolana, Henrique Capriles Radonski”.
En la Argentina se reposiciona el discurso hostil con el (hasta ahora) suicidio del Fiscal Nisman. El discurso presidencial de Cristina Fernández puso de punta a los partidarios de derecha de la comunidad judía en la Argentina, que intentan por acción de la denuncia ¿de Nisman? rechazar los acuerdos con Irán para alcanzar la verdad en el caso AMIA.
Sobrevuela la versión de la historia que plantea la operación de falsa bandera, que pudo haber sido la voladura de la embajada de Israel y la AMIA en la Argentina. En aquel momento Isaac Rabin otorgaba la autonomía a la Franja de Gaza y luego a Cisjordania, aprobando el regreso del lider palestino Yaser Arafat. Firmaba luego un tratado de paz con el rey Husein de Jordania, recibiendo por su trabajo diplomático el Premio Nobel de la Paz. Esto movilizo a los extremistas de derecha israelíes que terminaron asesinando a Rabín. Los atentados bien podrían haber sido fruto de esa interna, donde se buscaba movilizar las opiniones hacia la guerra, terminando con el proceso de paz iniciado por el líder israelí.
El entonces líder del Likub Benjamin Netanyahu no es ajeno a aquel proceso. Fue uno de los que acusó a Rabín de haberse apartado de la línea política israelí de nocesión de territorios a los árabes, por los tratados de paz firmados en Oslo. “¡Con sangre y fuego / te echaremos, Rabin!” gritaban los judios extremistas de derecha, un panfleto mostraba a Rabín con uniforme nazi, Netanyahu fue acusado de liderar las protestas y desde la extrema derecha vino el disparo que termino con la vida del primer ministro.
El marco geopolítico actual moviliza nuevamente a la derecha israelí hacia la guerra, las negociaciones de su principal socio y sostén militar, son una mala noticia para un país que amenaza la región con su arsenal bélico. El electorado israelí es muy sensible a este tema y los tambores de guerra de Netanyahu son un excelente pretexto de campaña.
Video donde se muestra a la dereche antes del asesinato de Rabin
Publicado en:
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