Nos encontramos en una situación donde los
países centrales se encuentran debatiendo
las aplicación y consecuencias socio-políticas de la aplicación de las
recetas de carácter neoliberal, una trama que en nuestros países vuelve a
reflotar, desde una ofensiva neo-conservadora, disfrazada en el carácter
“renovador” o “progresista” de un sector opositor vinculado a los grupos
hegemónicos nacionales, quienes desde las usinas de medios intentan instalar la
idea del “fin de ciclo”, por lo cual, intentamos reformular un viejo trabajo,
sobre una lectura sobre el fenómeno del kirchnerismo desde la lectura que
realizamos a través de Jhon William Cooke.
La pregunta sobre el kirchnerismo tiene como
objetivo la interrogación sobre la
naturaleza de este proceso político, algunos sectores hegemónicos
intentan constituir al mismo dentro del arco político como en una especia de
no-lugar ideológico, dentro de esta
posición podemos enmarcar la reiterada “teoría de la impostura”, asumida por la
izquierda, el centro y la derecha, que se transforma en una metáfora, por parte
de estos sectores, como un intento de destruir la mascara que oculta el
espectro.
Existencia de impostura en la política
social, derechos humanos, ausencia de programa económico, pragmatismo, además
sumado a una especie de vacío ideológico, en virtud del sistema de alianzas que
el kirchnerismo ha establecido, ocultando la trama de alianzas políticas sobre
las que se construye desde esos espacios.
Como aproximación podemos decir que el
kirchnerismo es un proceso nacionalista revolucionario democrático,
poli-clasista, pero dentro del entramado
la hegemonía la articulan los intereses de las clases subalternas, la no
neutralidad pronunciada varias veces por la actual mandataria, es el
significado que muestra como un entramado de relaciones socio-políticas que se establecieron
para la constitución de una correlación de fuerzas, variable en el tiempo, que
permite llevar adelante un conjunto de medidas políticas, sociales y
económicas.
Dentro de este entramado subalterno como sujeto
central podemos mencionar a las clases trabajadoras, los sectores incorporados
luego de diez años de neoliberalismo.
A su vez, podemos ver el rasgo poli-clasista en como canalizo diversos conjuntos de interpelaciones
de reclamos provenientes de fracciones de clases medias urbanas, así mismo la incorporación
de diferentes grupos generacionales.
En este caso podemos pensarlo como un movimiento
de ampliación de derechos civiles, que significan medidas reparatorias hacia
sectores ciudadanos marginados, que superan el solo limite de la pertenencia de
clases, por ejemplo la ley de matrimonio igualitario, el proyecto de ley de
identidad de genero.
El conjunto de
medidas lo convierten en un movimiento político ampliador de ciudadanía, tanto
a nivel social como civil, cuyo objetivo es la destrucción de las desigualdades
socio-económicas generadas por la aplicación de años de neoliberalismo.
Movimiento igualitario que considera la
centralidad del Estado, no neutral frente al conflicto social, como regulador
del mercado, recuperador de un papel central, lento pero seguro, de recursos
estratégicos nacionales.
El kirchnerismo es un movimiento de
liberación nacional, que toma como eje central la autonomía nacional, y donde
la misma es una construcción no solo ejercicio de un estado sino de la
totalidad del continente, lo que implica
repensar el concepto de nación en clave latinoamericana.
El kirchnerismo, puede ser pensado como el
proyecto político que como expreso Cooke, la relación entre liberación nacional
(que puede ser leída en clave emancipatoria o igualitaria) y peronismo, debe
ser pensado como ampliación del marco de alianzas políticas, tarea de un
conjunto de sectores políticos unificados en un programa apoyado por la
movilización popular, esa gran políticas de masas orientadas por un programa
“inflexible en ciertos principios fundamentales y suficientemente amplio como
para superar los particularismos ideológicos que coinciden en el propósito
común”.1
Espacio político que toma como matriz central,
la Revolución
Peronista, que como plantea Coscia, como Revolución en
proceso de devenir, ya que como afirma:
“El peronismo es
fruto de una revolución, nace como tal y sus tareas permanecen tan inconclusas
como poderosas las energías que reclaman su realización.” 2
Como decía Cooke:
“La oligarquía no
solamente es dueña de las cosas, también es dueña de las palabras. “Libertad”,
“democracia” y “moral” figurarán cuantas veces sea necesario en un decreto que
dé el zarpazo a las libertades civiles argentinas. La democracia y la libertad
se definen a partir de los valores liberales-burgueses; por lo tanto, cualquier
tentativa de sustituir la explotación económica por sistemas más justos de
distribución de la renta nacional está al margen de la convivencia. El Estado
debe ser indefenso frente a los poderes del dinero y despiadado en la represión
de los rebeldes.” 3
Mas adelante dice:
“Ese orden de
injusticia permanente impuesta a través del sistema, es propiciado por una
serie de estratos que lo defiende: desde la prensa comercial, los grupos
profesorales, los intelectuales cipayos, la masonería, hasta los partidos
políticos “tradicionales”. Una parte de la pequeña burguesía siempre se alinea
con la opresión, ya sea porque cree ejercer una parte del poder social, ya sea
por influencia de la propaganda que masivamente se descarga sobre ella desde
hace un siglo.
Las clases
dirigentes y parte de la pequeña burguesía del país colonial adoptan los
esquemas mentales impuestos por el país dominante, y ello por varias razones:
porque sus intereses están vinculados a los del imperialismo; porque consideran
parte integrante del mundo cultural al que esas ideas responden, mundo del cual
creen participar merced a su sedicente superioridad intelectual sobre el resto
de la población; porque se encandilan con el relumbrón del pensamiento europeo
o norteamericano sin entrar a considerar que responden a contigenciaas que son
en muchos aspectos antitéticas de los intereses nacionales.”4
Este proceso revolucionario
democrático nacido en el 2003,
a través de la participación activa del Estado, de sus
instituciones, ha logrado fortalecer su papel frente a los intereses facticos
de poder, colocando la posibilidad de la construcción de un modelo alternativo
que va sustituyendo la explotación económica financiera reinante desde la noche
de 1976, pero los enemigos del proyecto político nacional y popular, continua
encontrado palos en las ruedas, por parte de la nueva oligarquía sojera (2008),
el ataque de los multimedios oligopólicos durante la lucha por la sanción de la
ley de medios, y la actual intento, por parte de estos medios, aliados con los
sectores financieros, para avanzar en una especie de corrida bancaria, y el
ataque a la medida de quita de subsidios hacia los sectores minoritarios y
privilegiados de la sociedad.
Ahora como el peronismo es la matriz de
nacimiento, la expresión de la situación de superación dialéctica de su esencia
al incorporar las tradiciones políticas emancipadoras nacionales y
latinoamericanas, que establecen un dialogo con los núcleos fundantes del
peronismo, como corpus teórico político: Independencia Económica, Justicia
Social y Soberanía Política, las cuales también conforman parte de las
tradiciones, así como de las experiencias de sujetos políticos, así como de
quienes en sus cotidianidades sufrieron la falta de esos 3 principios rectores
sobre los cuales un sujeto se incorpora a la política para verlos realizados en
la sociedad.
El kirchnerismo, representa, como metáfora la
famosa frase de Cooke, el hecho maldito del país neoliberal, ya que las
políticas implementadas desde el 2003 hasta la actualidad, enmarcado en las
contradicciones propias de una sociedad compleja, sumado a la movilización de
los sectores populares, ha colocado en tensión el status quo nacido en 1976,
proceso que continuara, ya que las transformaciones deben romper
definitivamente con los moldes que eran la base del antiguo orden, creando las
condiciones para la desaparición que le dieron origen.
Ahí la importancia del lema tomado del gran
candombe popular “NUNCA MENOS”, desde las bases construidas avanzaremos en los
elementos faltantes, no son necesarias oposiciones que hablan en nombre de
poderes sectoriales decirnos lo que falta, ya nosotros lo sabemos, para que
podamos encontrarnos definitivamente liberados, en una patria mas justa... esa
patria que comienza al sur del Río Bravo.
NOTAS
NOTAS
1COOKE; J.W, “La
lucha por la liberación nacional” en COOKE; J,W; La lucha por la liberación
nacional. Incluye: El Retorno de Perón y La Revolución y el
peronismo, Editorial Quadratta, Buenos Aires, 2007, 9-10
2COSCIA, Jorge, La esperanza sitiada. Debates
políticos-culturales en tiempos del Bicentenario, Colihue, Buenos Aires,
2009, p, 9
3COOKE, J.W, “La
lucha por la liberación nacional” … p. 14Publicado en:
http://diegoburd.blogspot.com.ar/2013/09/lecturas-sobre-el-kirchnerismo-desde.html
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