Miradas al Sur. Año 4. Edición número 171. Domingo 28 de agosto de 2011
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Una serie de cables de Wikileaks
Una serie de cables de la Embajada estadounidense en Buenos Aires al Departamento de Estado norteamericano no deja dudas de las maniobras destituyentes que el Grupo Clarín ya intentaba a mediados de 2007 contra el gobierno de Néstor Kirchner y la casi segura elección de Cristina Fernández de Kirchner en las presidenciales de ese año. Los cables, que pueden leerse en la página web de WikiLeaks, están fechados en mayo de ese año y son altamente reveladores.El primero de ellos dice: “En un almuerzo (con el embajador Anthony Wayne) salpicado por las demostraciones de duda y recelo sobre la administración Kirchner, el convaleciente y poderoso Héctor Magnetto, cuyo vigor no se ha desvanecido a pesar del cáncer de garganta que habría disminuido su capacidad para comunicarse. Mientras el Embajador era agasajado por el brazo fuerte de Clarín, el 7 de mayo Magnetto aparecía en buena forma, a cargo del conglomerado de medios más poderoso, desafiante del Gobierno y enrostrándole su mayor y primer escándalo de corrupción (Skanska)”. Y agrega: “La principal queja contra los K se focalizaba en la falta de diálogo político, y en la política económica. La elite de Clarín manifestaba su oposición a Chávez. Los ejecutivos del grupo reiteraron en esa ocasión el pedido de ayuda al embajador en acciones concretas para promover el estándar de Estados Unidos de televisión digital terrestre, entregándole un update del estado de situación”.También da cuenta de quiénes participaron de la reunión: “El CEO de Clarín fue acompañado a la reunión con Wayne junto a dos de los hombres que suenan como su futuro reemplazante, el vicepresidente José Aranda y el director de Relaciones Externas, Jorge Rendo. También estuvieron presentes Ricardo Kirschbaum, editor jefe de Clarín, y el columnista político estrella, Eduardo Van Kooy. Mientras tanto, Wayne estaba acompañado de un senior especialista en medios”.Otro cable da una pormenorizada descripción del peso del Grupo Clarín, de qué medios dispone y su volumen de ventas. Además hace un breve repaso de la historia del grupo. Y en el siguiente se describe: “Clarín dispone de la capacidad de armar una agenda de instalación de focos de poder que es descripta en disponer la especialidad de derribar gobiernos. Esto es verdad, al grado que Clarín ajusta apretadamente la corriente de la opinión pública de acuerdo a las numerosas encuestas de opinión pública que contratan para definir una campaña de prensa. Se dice que éste es el mayor temor de K y que éste lee cotidianamente con preocupación las tapas de Clarín. A cuatro meses del escándalo de Skanska, Kirchner decidió públicamente hablar del caso”.“Las quejas mas fuertes de Clarín se refieren a la imposibilidad de tener un diálogo fluido con el presidente Kirchner, de conseguir entrevistas con K, famoso por destratar al periodismo y evitar conferencias de prensa –explica otra comunicación de la embajada–. Las quejas se dirigían también al rumbo económico, la política arancelaria de importaciones y controles de exportación, la manipulación de la inflación y la falta de un claro rumbo económico. Las conclusiones de todo esto es que Clarín representa los intereses de la elite industrial y que su principal esfuerzo está dirigido a los negocios del grupo. Finalmente, una última comunicación relata: “H. Magnetto y su equipo dejaron la clara impresión de que Clarín ya no está más satisfecho con el actual manejo del país por parte de la actual administración. El poder de Clarín se encuentra en la misma línea que el de la Embajada en promover una decisión del Gobierno a favor de los standards norteamericanos de TV terrestre, sobre la base de la conveniencia de buenos negocios para ambas partes”.En un cable aparte, un funcionario de la legación norteamericana hace un diagnóstico de las relaciones con el grupo: “Mientras que la relación entre la Embajada y Clarín es a veces espinosa ya que ellos no se manejan de una manera siempre responsable como nos gustaría. Entre ambos existe una fuerte relación laboral. Existe una comunicación diaria, fluida, entre los editores jefes y ejecutivos del grupo, en una relación bilateral cotidiana que incluye programas de entrenamiento en los Estados Unidos. Clarín valora el apoyo que les brindamos a los periodistas del diario de manera cotidiana”.Cualquier otra explicación sobra.
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