Es el hombre más cuestionado por la violenta movilización del miércoles en Venezuela.
Pero, ¿cuál fue su participación en el golpe de Estado de
2002 contra Hugo Chávez? ¿Qué relación tiene con Álvaro Uribe, ex
presidente de Colombia? ¿Por qué otros líderes de la oposición, como
Henrique Capriles, gobernador de Miranda y ex candidato a presidente, y
Henri Falcón, gobernador de Lara, intentan desmarcarse de sus acciones?
El político y economista Leopoldo López tiene 42 años y es el coordinador nacional del partido Voluntad Popular –una escisión de Primero Justicia–, que integra la Mesa de Unidad Democrática. Fue alcalde del municipio Chacao, de Caracas, entre 2000 y 2008. Desde ese cargo participó en el golpe o de abril de 2002 contra el gobierno democrático de Chávez, siendo uno de los firmantes del "Decreto Carmona" por el que se disolvieron los poderes públicos, destituyendo de sus cargos a sus representantes y nombrando presidente de facto a Pedro Carmona Estanga, entonces titular de la cámara empresarial venezolana.
¿Se arrepintió de su participación en los violentos hechos del golpe de Estado de 2002? No. En febrero de 2004, durante un mitin público manifestó que "hay que sentirse orgulloso del 11 de abril, cuando tumbamos a Chávez con una marcha". Incluso recientemente, consultado sobre cuándo se iban a frenar las violentas movilizaciones, afirmó: "cuando logremos sacar a quienes nos están gobernando".
En una reunión con el ex presidente colombiano en 2011, en Bogotá, el venezolano afirmó que "de Alaska a la Patagonia, Colombia es una referencia absolutamente necesaria e innegable de lo que significa éxito en materia de seguridad".
Pero los exabruptos de López no son compartidos por todos los dirigentes opositores. Tras los hechos del miércoles, Henrique Capriles intentó diferenciarse de su ex jefe de campaña, al decir que "la resistencia no crece si nosotros nos planteamos salidas que nunca llevan a nada". Allí también afirmó que "nosotros elegimos un camino que para algunos puede ser largo, pero que es seguro", en relación a sus diferencias con la estrategia de "calentar la calle". Misma posición tomó el también opositor Henri Falcón, gobernador de Lara, quien solicitó "madurez política y entendimiento para superar las dificultades en el marco de la diversidad necesaria en la democracia".
Las diferencias en la oposición venezolana son cada vez más evidentes. De continuar la tendencia desestabilizadora propiciada por López –junto con la diputada María Corina Machado– habrá nuevos cruces que repercutirán en la escena política. El ex alcalde de Chacao cree que estos días le brindan la mayor visibilidad pública, e intenta aprovecharlos para, no sólo desgastar al gobierno, sino también posicionarse como futuro candidato presidencial como expresión de un ala "más radical" que se cansó de las sucesivas derrotas electorales del "caprilismo". Primero, deberá comparecer ante la justicia venezolana, que lo investiga por los lamentables hechos del 12 de febrero.
Publicado en:
http://www.infonews.com/2014/02/15/mundo-124753-quien-es-y-que-busca-leopoldo-lopez.php
El político y economista Leopoldo López tiene 42 años y es el coordinador nacional del partido Voluntad Popular –una escisión de Primero Justicia–, que integra la Mesa de Unidad Democrática. Fue alcalde del municipio Chacao, de Caracas, entre 2000 y 2008. Desde ese cargo participó en el golpe o de abril de 2002 contra el gobierno democrático de Chávez, siendo uno de los firmantes del "Decreto Carmona" por el que se disolvieron los poderes públicos, destituyendo de sus cargos a sus representantes y nombrando presidente de facto a Pedro Carmona Estanga, entonces titular de la cámara empresarial venezolana.
¿Se arrepintió de su participación en los violentos hechos del golpe de Estado de 2002? No. En febrero de 2004, durante un mitin público manifestó que "hay que sentirse orgulloso del 11 de abril, cuando tumbamos a Chávez con una marcha". Incluso recientemente, consultado sobre cuándo se iban a frenar las violentas movilizaciones, afirmó: "cuando logremos sacar a quienes nos están gobernando".
En una reunión con el ex presidente colombiano en 2011, en Bogotá, el venezolano afirmó que "de Alaska a la Patagonia, Colombia es una referencia absolutamente necesaria e innegable de lo que significa éxito en materia de seguridad".
Pero los exabruptos de López no son compartidos por todos los dirigentes opositores. Tras los hechos del miércoles, Henrique Capriles intentó diferenciarse de su ex jefe de campaña, al decir que "la resistencia no crece si nosotros nos planteamos salidas que nunca llevan a nada". Allí también afirmó que "nosotros elegimos un camino que para algunos puede ser largo, pero que es seguro", en relación a sus diferencias con la estrategia de "calentar la calle". Misma posición tomó el también opositor Henri Falcón, gobernador de Lara, quien solicitó "madurez política y entendimiento para superar las dificultades en el marco de la diversidad necesaria en la democracia".
Las diferencias en la oposición venezolana son cada vez más evidentes. De continuar la tendencia desestabilizadora propiciada por López –junto con la diputada María Corina Machado– habrá nuevos cruces que repercutirán en la escena política. El ex alcalde de Chacao cree que estos días le brindan la mayor visibilidad pública, e intenta aprovecharlos para, no sólo desgastar al gobierno, sino también posicionarse como futuro candidato presidencial como expresión de un ala "más radical" que se cansó de las sucesivas derrotas electorales del "caprilismo". Primero, deberá comparecer ante la justicia venezolana, que lo investiga por los lamentables hechos del 12 de febrero.
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