¿La batalla cultural tiene uno de sus campos en el espacio virtual?, aseveró el senador nacional Aníbal Fernández
El senador nacional Aníbal Fernández no duda
en anotarse para la carrera presidencial de 2015. ?Me siento un buen
navegante, incluso frente a las tormentas?, dice, y resalta que "no
exhibo mi lealtad como virtud".
[En tweeter @PerriDelPueblo]
Ante la necesidad de "consolidar un proyecto que ha hecho tanto por la inclusión", el senador nacional Aníbal Fernández (FPV) admitió de cara a las elecciones de 2015 que "me siento un buen navegante, incluso frente a las tormentas".
Aníbal Fernández, además, recalcó que no exhibe su lealtad como virtud, ya que "debe ser intrínseca a las personas, gozo acompañando a mi gobierno que es el que más ha interpretado al peronismo y el magisterio conceptual de Juan Perón".
Asimismo, resaltó la figura del ex presidente Néstor Kirchner, y sostuvo que "es imperioso recordar" que precisamente muchas de las cosas que "hoy recuerdan como positivas eran las que más le criticaban. Y todo porque era un dirigente político y no un bufón de los poderes concentrados".
El senador, además, defendió el uso de las nuevas tecnologías y redes sociales. "La batalla cultural -subrayó- tiene uno de sus 'campos' en el espacio virtual. Allí hemos desenmascarado varias operaciones de los grandes medios concentrados. Pienso que ya no se puede hacer política sin circular por ese territorio", puntualizó.
- En esta década aparece un fenómeno novedoso para el peronismo: la perdurable adhesión de una gran franja de electores muy politizados pero reticentes a la organicidad ¿Cómo se lleva un peronista orgánico con esta participación de más de una década de leales pero díscolos adeptos al kirchnerismo?
- Se define sólo: el kirchnerismo es, precisamente, eso. Su punto de partida ha sido la "recuperación de la política" de manos de Néstor y Cristina. Cuando se recupera el "orden de las cosas", el carro vuelve a estar detrás de los caballos, y la economía se subordina a la política, hasta los más descreídos recuperan la fe. Esta recuperación es fenomenal. El verdadero conductor se adapta, se adecua y permite que la era lo atraviese para modificarla sin que él se modifique. Por otra parte, la política "è mobile", como "la donna"; es dinámica, no es una foto.
- Varios políticos y funcionarios han expresado el deseo de ser candidatos por el FPV ¿Ya podemos hablar de una diferencia específica entre su candidatura y la de otros actores?
-Uno de los grandes aciertos de la reforma electoral es la creación de las PASO, denostada por la oposición en su debut y elogiada por los mismos en la última elección. El candidato a presidente deberá salir de las PASO, para dar volumen a la política y consolidar al candidato que, sin dudas, será el próximo presidente. Scioli, Randazzo, Uribarri, yo, somos distintos pero pertenecemos a un proyecto que defendemos con uñas y dientes; lo importante será que los que no ganen, se alineen detrás de quien gane, más allá de las formas y la natural confrontación de la campaña.
"Me expreso y discuto adentro"
- ¿Qué desafíos encontrará un eventual presidente del FPV en 2015? ¿Cómo se imagina siendo usted quien enfrente esos retos?
- Consolidar el proyecto que comenzó en 2003 con Néstor Kirchner. Néstor decía que se necesitaban 20 años de políticas continuas para torcer lo que habían instalado los liberales en cien. Como buen lector de la política, él sabía que se necesitaba tiempo para desandar algunos de los malos hábitos culturales que se hicieron carne en los argentinos. Consolidar un proyecto que ha hecho tanto por la inclusión. Y yo, en particular, me siento un buen navegante? incluso frente a las tormentas.
- Usted conjuga una importante dosis de lealtad al peronismo que hoy gobierna Argentina con una personalidad que lo diferencia ¿Cuesta encontrar el equilibrio?
- No me cuesta. No necesito encontrar equilibrio porque el "ser orgánico" está en mi naturaleza peronista, y nunca he tenido problemas para expresar desacuerdo respecto de lo que no me gusta. Pero lo hago donde debo y ante quien debo. Me expreso y discuto adentro. No exhibo mi lealtad como una virtud: debe ser intrínseca a las personas, gozo acompañando a mi gobierno que es el que más ha interpretado al peronismo y el magisterio conceptual de Juan Perón.
- Su formalidad y sus urbanidades un poco "fuera de moda", algún exabrupto y sentencias muy graciosas, lo han convertido en un personaje de culto entre los kirchneristas ¿Le resulta cómodo poner el cuerpo a esa imagen que sus fans tienen de usted?
- No puede resultarme incómodo ser lo que soy. No finjo. Cuando un dirigente finge, en algún momento se le desparrama el personaje y... ¡fin de fiesta! Pero no creo ser "un personaje de culto" ni acarrear "fans", una cosa muy "Justin Bieber" para aplicarla a la política, aunque algunos lo intenten. En los últimos años, un sector de la política se obsesiona por crear candidatos y se olvida de formar dirigentes. Néstor fue una rara avis para la época y, sin embargo, yendo por el camino más largo, demostró su valor diferencial: no estar cortado por la tijera que perfiló a los políticos de los '90, no ser un muñequito del marketing, todo lo contrario. Lo digo porque pareciera que ha nacido en la oposición una "Corriente Nestorista" que resalta un montón de ventajas del gobierno de Néstor, sólo por tratar de desacreditar el de Cristina; es imperioso recordar que precisamente muchas de las cosas que hoy recuerdan como positivas eran las que más le criticaban. Y todo porque era un dirigente político y no un bufón de los poderes concentrados.
"Sin traicionar los objetivos"
- Se lo ve cómodo en las redes: su blog es ágil y actualizado, usa Twitter con naturalidad y bastante menos Facebook ¿Qué considera que aportan estas herramientas?
- Muchas cosas. Son un nuevo "territorio" de la política y si tengo algún mérito en ello, fue percibirlo cuando pocos lo reconocían a tiempo vista. Como todo nuevo territorio hubo que ocuparlo, trabajarlo, cuidarlo. La batalla cultural tiene uno de sus campos en el espacio virtual. Allí hemos desenmascarado varias operaciones de los grandes medios concentrados. Pienso que ya no se puede hacer política sin circular por ese territorio. Pero, como con todo, hay que hacerlo con estrategias previas. Hay tipos que le dan el control del Twitter o Facebook a un voluntarista, y así les va.
- Varios sucesos y anuncios económicos recientes parecen contradecir algunas banderas que enarboló este gobierno durante estos años; muchos militantes se ven sorprendidos por este aparente cambio de dirección ¿Qué opina al respecto? ¿Son eventos coyunturales o marcan un rumbo definido?
- Quedó demostrado hasta con dichos de Miguel Bein, hombre de formación radical: "Los mercados venían muy envalentonados de que iban a hacer volar al Gobierno por los aires". Se equivocaron, han salido perdidosos una vez más. No es la primera ni será la última. Lo dice Bein, un economista importante, un cuadro político del radicalismo, no es inocente a quien se le escapó la consideración. Por algo lo dice. Quiere que eso se sepa. El Gobierno ha debido tomar medidas en ese sentido. Y las ha tomado como lo viene haciendo hace más de 10 años: de una forma pragmática que le permite resolver la coyuntura sin traicionar los objetivos fundamentales de estos once años de construcción política.
-Una característica de esta década ha sido la profusión de libros que dan cuenta de un espíritu de época, de una necesidad de decir ¿Qué aportan los dos libros de Zonceras que publicó hace un par de años?
- Los dos volúmenes son una misma cosa y, sin embargo, responden a necesidades diferentes. El primero es un libro "de campaña"... Una bolsa de piedras, suelo decir. Allí se juntaban números, datos, explicaciones e ironía útiles para militar. Casi una herramienta que, sobre todo los pibes, supieron utilizar con buenos resultados? Se vendieron más de 100 mil volúmenes. El segundo, las Zonceras al Sol, fue otra cosa. Hasta diría que me gusta más. Era un libro para leer en la playa. Un libro de denuncia, también, pero ya sin tanta data y con más ironía. Creo que ambos fueron bienvenidos. Y necesarios. Porque así como Jauretche en su momento escribió su "Manual de Zonceras Argentinas" para refutar los disparates argumentales contra el gobierno de Juan Perón, yo hice mi aporte, sin pretender parangonarme con don Arturo, contra tantas estupideces que se decían contra los gobiernos de Néstor y de Cristina.
- Por último: ¿de verdad le gusta Arjona o es "otra mentira más de los esbirros de los poderes fácticos"?
- No me gusta para nada. Pero... debo reconocer que tiene su gente y eso merece respeto.
Publicado en:
http://www.lacapitalmdp.com/noticias/La-Ciudad/2014/02/23/256608.htm
No hay comentarios:
Publicar un comentario