Juliana Di Tullio, la presidenta del bloque de
diuptados del FpV, es la mujer elegida para contener y alinear a la
tropa kirchnerista en el Congreso. Critica a los especuladores y repite
varias veces que la Presidenta está dispuesta a dar pelea. Directa,
manda
al diván a todos los peronistas que no están dentro de su espacio.
al diván a todos los peronistas que no están dentro de su espacio.
Nota del sitio Revista Veintitrés.
"Si no les molesta que esté fumando, pasen”. El despacho, que heredó de su antecesor Agustín Rossi, es amplio. Amplio y despojado. Algunas fotos en su escritorio, un cuadro de Cristina, otro de Evita y no mucho más. Juliana Di Tullio, la jefa de la bancada kirchnerista en la Cámara de Diputados, genera respeto cuando se está frente a ella. No es cualquier mujer dentro del Gobierno y lo sabe. Se cuida con lo que dice y más en los tiempos que corren. Piensa cada palabra varios segundos. Sabe que cualquier frase que diga puede repercutir, porque su voz, en parte, es la voz del kirchnerismo. Juliana es, ante todo, un soldado del proyecto. A lo largo de la entrevista repetirá varias veces que jefa hay una sola y es Cristina. Y al momento de la sesión de fotos será contundente: “No me gusta posar ni en política ni para las cámaras”.
–Será la jefa de bloque en el último período de presidencia de CFK…
–La renovación de la confianza de la Presidenta es un orgullo y un desafío. Me hace sentir con mucha más responsabilidad, es un desafío enorme. Me siento halagada.
–Un estudio empírico que se dio a conocer la última semana demuestra que a contramano de lo que sostienen muchos, el Congreso argentino no es una escribanía.
–La verdad es que este es uno de los congresos con más calidad institucional del planeta y eso es muy importante. Entiendo que ese concepto que instalaron algunos medios y la oposición de que el kirchnerismo es una escribanía es solamente para darle pelea a la política. Es en definitiva pegarle un golpe al pueblo y al poder popular. No sólo hay diálogo entre las distintas fuerzas, sino que se han modificado las leyes o las propuestas que se han enviado desde el Ejecutivo. En las comisiones todo el mundo puede hablar y no se le corta la palabra a nadie y también se acuerda sacar leyes propuestas por la oposición. Y eso no se dice en ningún lado y tampoco lo dice la oposición porque les conviene más una pelea del pueblo con sus representantes. Hubo dos situaciones de mucha gravedad. Cuando los policías de Córdoba y luego de Santa Fe se autoacuartelaron y cuando hace dos años lo hicieron los gendarmes y prefectos. En ambos casos todos los bloques nos juntamos y pudimos acordar una serie de puntos en común para decir “bueno, acá hay un límite y el límite son las instituciones”. Y este comunicado no es producto de la crisis, sino del diálogo. Entonces esa mentira tiene una dirección concreta que es hacer que el Parlamento y los representantes del pueblo se alejen del pueblo.
–¿Cómo definiría este enero? Scioli, por ejemplo, dijo que es un “momento sensible”.
–Lo definiría como “nada nuevo bajo el sol”, como una historia que la Argentina tiene hace muchísimos años. Este no es el primer gobierno que ha sufrido un intento desestabilizador a través de la especulación por parte de sectores que históricamente han ganado en el país, que son pocos. Ganan poquitos y perdemos muchos. Lo que creo que a diferencia de otros momentos de la historia más reciente de la recuperación democrática, el pueblo argentino tiene poder, está empoderado. No sólo los ciudadanos tienen el poder de elegir a sus representantes, sino que también tienen poder en el consumo, entonces tienen la capacidad de poner en juego hoy esa determinación. Si hay una empresa petrolera que te aumenta sin ninguna justificación, el poder del pueblo es no consumir en esa petrolera. Pero también, a diferencia de otros ataques, tenemos a una presidenta dispuesta a dar pelea.
–Sin embargo, a diferencia de otros ataques especulativos, el Gobierno devaluó… ¿No favorece sólo a unos pocos?
–Pueden tener mayor o menor éxito los ataques especulativos. Pero… el jefe de Gabinete se reunió con las cerealeras y dijeron que iban a liquidar las exportaciones y se anunció que el acuerdo de precios está vigente al momento previo a la devaluación. Son medidas en la dirección correcta para cuidar el bolsillo de los argentinos. Lo que tiene que ver sobre algún componente del dólar lo discute el Ejecutivo con quien produce y se fijan acuerdos de precios. Ahora, lo que estaba fijado anteriormente no tiene ninguna relación con la devaluación, ninguna. Son aumentos injustificados.
–¿Cómo se traduce en los hechos el concepto de “empoderar al pueblo”?
–En primer lugar, creo que nosotros tenemos que mejorar nuestra comunicación. Traducir mejor, que no nos hablemos sólo entre nosotros, les hablamos a todos. Cuando la Presidenta dice “Soy la presidenta de los 40 millones de argentinos”, es eso, es la Presidenta de todos incluyendo a este sector que especula, que tiene siempre olor a destitución y que tiene olor a naftalina porque tiene olor a pasado.
–¿Cree que durante mucho tiempo se habló sólo para la militancia o para ustedes mismos?
–No, jamás. Pero sí creo que los últimos años y particularmente desde el 2009 para acá la situación fue más clara a partir de la claridad que nos dio la ley de medios.
–Han denominado “círculo rojo” a un sector que quiere que CFK no termine su mandato a tiempo, como si existiera esa posibilidad…
–Los ataques especulativos no son sólo para ganar dinero sino para demostrar quién tiene poder. Y el que tiene el poder es el pueblo argentino y yo confío en este pueblo cuando nos vota y cuando no. Y este mismo pueblo parió a Néstor y a Cristina. Y yo creo que esta vez estamos ante la posibilidad de cambiar esa historia. Cristina va a dar pelea y nosotros vamos a acompañarla y el pueblo también. A Cristina todavía le quedan dos años para terminar su mandato.
–¿Y después qué?
–Y después no sé. La Presidenta decidirá.
–¿Decidirá quién será su sucesor?
–Después habrá elecciones. Digo, la Presidenta elegirá qué va a hacer.
–¿Pero cree que el mecanismo para elegir al sucesor saldrá de ella o se dirimirá en las PASO?
–Yo no sé cuál va a ser el mecanismo, pero sí estoy convencida de que los mejores cuadros políticos, los mejores candidatos están dentro de este espacio político.
–¿Se refiere al kirchnerismo o al peronismo en su conjunto?
–Me refiero al peronismo, al kirchnerismo…no sé cómo te gusta llamarlo. Yo soy peronista, obviamente que Cristina es mi jefa política, pero sí, me refiero al espacio del partido del Gobierno. El peronismo es un movimiento que tiene históricamente adhesiones de otros sectores de la vida política nacional y ha sido históricamente así. No es sólo un partido político. Es un movimiento, un proyecto político de país.
–Pero muchos se dicen peronistas y no están en el partido de gobierno…
–No se puede ser peronista y no estar dentro de este espacio. Ahí hay una confusión, habría que hacer un análisis psicológico. Tendrían que ir al diván para responderse eso. Yo entiendo que es inconcebible.
–Así como hubo kirchneristas que rompieron y armaron su propio espacio, ¿cree que habrá otro éxodo?
–Eso es hacer futurología. No lo sé y no es un dato relevante.
–Pero como jefa de bloque, a cargo de contener a su tropa, ¿teme por los que están con un pie de un lado y otro del otro?
–Este es un bloque que tiene una contundencia y convicción muy grandes y tiene una jefa política que es la Presidenta. En términos individuales, si algún diputado o diputada –ha pasado, obviamente– tiene más intereses particulares que colectivos, son decisiones individuales. Pero este es un bloque fuerte.
–Julián Domínguez dijo que Scioli no lo representa. ¿A usted?
–Yo no opino de candidaturas. Y mi respuesta es la misma que di hace dos minutos. Los mejores candidatos están dentro de este espacio.
–¿Scioli está en este espacio?
–Bueno, obviamente sí, Scioli está en este espacio.
–Hay algunas fotos que en determinados momentos hacen ruido. La imagen de Insaurralde con Massa después de las elecciones o Scioli con Massa en Mar del Plata, la semana pasada. ¿A usted le incomodaron?
–A mí no me gusta analizar fotos, me gusta ver la película entera. Y no me gusta posar, para ninguna foto.
–Han querido instalar que este es el gobierno más corrupto de la historia, que el kirchnerismo es un populismo cuasi dictatorial. ¿Cómo cree usted que se recordará a esta década?
–Lo que se va a recordar es, primero, como un período de cambio de paradigmas. El pueblo argentino tiene una gran oportunidad, un cambio drástico en su historia. Si el pueblo argentino, en el que yo confío, toma en su conjunto y pega en la dirección correcta, no va a ser más ni objeto ni sujeto de especulaciones y de intereses hambrientos. Tiene esa oportunidad y no importa si es parte o no de este proyecto y no importa si nos votó o no. Sino que tiene la oportunidad –incluyendo a los partidos políticos de origen nacional y popular–, mejor dicho, tenemos la oportunidad de terminar con esta historia y que no sea una cosa cíclica, que no sea natural que haya especulaciones. Que sea un freno del pueblo. “No te voy a dejar especular con mi bolsillo”. Y en ese momento estamos, a mí me parece sumamente interesante este momento. No me parece crítico, me parece interesante. Y tenemos una presidenta con agallas, no es una presidenta de papel, es de hierro y con mucho fuego, que pelea y que da la pelea. Nadie dio esa pelea contra los especuladores. Bueno, sí, la dio Raúl Alfonsín, pero no pudo y yo creo que en este momento hay una oportunidad muy grande.
Publicado en:
http://www.infonews.com/2014/02/07/politica-123477-los-mejores-candidatos-estan-en-este-espacio.php
"Si no les molesta que esté fumando, pasen”. El despacho, que heredó de su antecesor Agustín Rossi, es amplio. Amplio y despojado. Algunas fotos en su escritorio, un cuadro de Cristina, otro de Evita y no mucho más. Juliana Di Tullio, la jefa de la bancada kirchnerista en la Cámara de Diputados, genera respeto cuando se está frente a ella. No es cualquier mujer dentro del Gobierno y lo sabe. Se cuida con lo que dice y más en los tiempos que corren. Piensa cada palabra varios segundos. Sabe que cualquier frase que diga puede repercutir, porque su voz, en parte, es la voz del kirchnerismo. Juliana es, ante todo, un soldado del proyecto. A lo largo de la entrevista repetirá varias veces que jefa hay una sola y es Cristina. Y al momento de la sesión de fotos será contundente: “No me gusta posar ni en política ni para las cámaras”.
–La renovación de la confianza de la Presidenta es un orgullo y un desafío. Me hace sentir con mucha más responsabilidad, es un desafío enorme. Me siento halagada.
–Un estudio empírico que se dio a conocer la última semana demuestra que a contramano de lo que sostienen muchos, el Congreso argentino no es una escribanía.
–La verdad es que este es uno de los congresos con más calidad institucional del planeta y eso es muy importante. Entiendo que ese concepto que instalaron algunos medios y la oposición de que el kirchnerismo es una escribanía es solamente para darle pelea a la política. Es en definitiva pegarle un golpe al pueblo y al poder popular. No sólo hay diálogo entre las distintas fuerzas, sino que se han modificado las leyes o las propuestas que se han enviado desde el Ejecutivo. En las comisiones todo el mundo puede hablar y no se le corta la palabra a nadie y también se acuerda sacar leyes propuestas por la oposición. Y eso no se dice en ningún lado y tampoco lo dice la oposición porque les conviene más una pelea del pueblo con sus representantes. Hubo dos situaciones de mucha gravedad. Cuando los policías de Córdoba y luego de Santa Fe se autoacuartelaron y cuando hace dos años lo hicieron los gendarmes y prefectos. En ambos casos todos los bloques nos juntamos y pudimos acordar una serie de puntos en común para decir “bueno, acá hay un límite y el límite son las instituciones”. Y este comunicado no es producto de la crisis, sino del diálogo. Entonces esa mentira tiene una dirección concreta que es hacer que el Parlamento y los representantes del pueblo se alejen del pueblo.
–¿Cómo definiría este enero? Scioli, por ejemplo, dijo que es un “momento sensible”.
–Lo definiría como “nada nuevo bajo el sol”, como una historia que la Argentina tiene hace muchísimos años. Este no es el primer gobierno que ha sufrido un intento desestabilizador a través de la especulación por parte de sectores que históricamente han ganado en el país, que son pocos. Ganan poquitos y perdemos muchos. Lo que creo que a diferencia de otros momentos de la historia más reciente de la recuperación democrática, el pueblo argentino tiene poder, está empoderado. No sólo los ciudadanos tienen el poder de elegir a sus representantes, sino que también tienen poder en el consumo, entonces tienen la capacidad de poner en juego hoy esa determinación. Si hay una empresa petrolera que te aumenta sin ninguna justificación, el poder del pueblo es no consumir en esa petrolera. Pero también, a diferencia de otros ataques, tenemos a una presidenta dispuesta a dar pelea.
–Sin embargo, a diferencia de otros ataques especulativos, el Gobierno devaluó… ¿No favorece sólo a unos pocos?
–Pueden tener mayor o menor éxito los ataques especulativos. Pero… el jefe de Gabinete se reunió con las cerealeras y dijeron que iban a liquidar las exportaciones y se anunció que el acuerdo de precios está vigente al momento previo a la devaluación. Son medidas en la dirección correcta para cuidar el bolsillo de los argentinos. Lo que tiene que ver sobre algún componente del dólar lo discute el Ejecutivo con quien produce y se fijan acuerdos de precios. Ahora, lo que estaba fijado anteriormente no tiene ninguna relación con la devaluación, ninguna. Son aumentos injustificados.
–¿Cómo se traduce en los hechos el concepto de “empoderar al pueblo”?
–En primer lugar, creo que nosotros tenemos que mejorar nuestra comunicación. Traducir mejor, que no nos hablemos sólo entre nosotros, les hablamos a todos. Cuando la Presidenta dice “Soy la presidenta de los 40 millones de argentinos”, es eso, es la Presidenta de todos incluyendo a este sector que especula, que tiene siempre olor a destitución y que tiene olor a naftalina porque tiene olor a pasado.
–¿Cree que durante mucho tiempo se habló sólo para la militancia o para ustedes mismos?
–No, jamás. Pero sí creo que los últimos años y particularmente desde el 2009 para acá la situación fue más clara a partir de la claridad que nos dio la ley de medios.
–Han denominado “círculo rojo” a un sector que quiere que CFK no termine su mandato a tiempo, como si existiera esa posibilidad…
–Los ataques especulativos no son sólo para ganar dinero sino para demostrar quién tiene poder. Y el que tiene el poder es el pueblo argentino y yo confío en este pueblo cuando nos vota y cuando no. Y este mismo pueblo parió a Néstor y a Cristina. Y yo creo que esta vez estamos ante la posibilidad de cambiar esa historia. Cristina va a dar pelea y nosotros vamos a acompañarla y el pueblo también. A Cristina todavía le quedan dos años para terminar su mandato.
–¿Y después qué?
–Y después no sé. La Presidenta decidirá.
–¿Decidirá quién será su sucesor?
–Después habrá elecciones. Digo, la Presidenta elegirá qué va a hacer.
–¿Pero cree que el mecanismo para elegir al sucesor saldrá de ella o se dirimirá en las PASO?
–Yo no sé cuál va a ser el mecanismo, pero sí estoy convencida de que los mejores cuadros políticos, los mejores candidatos están dentro de este espacio político.
–¿Se refiere al kirchnerismo o al peronismo en su conjunto?
–Me refiero al peronismo, al kirchnerismo…no sé cómo te gusta llamarlo. Yo soy peronista, obviamente que Cristina es mi jefa política, pero sí, me refiero al espacio del partido del Gobierno. El peronismo es un movimiento que tiene históricamente adhesiones de otros sectores de la vida política nacional y ha sido históricamente así. No es sólo un partido político. Es un movimiento, un proyecto político de país.
–Pero muchos se dicen peronistas y no están en el partido de gobierno…
–No se puede ser peronista y no estar dentro de este espacio. Ahí hay una confusión, habría que hacer un análisis psicológico. Tendrían que ir al diván para responderse eso. Yo entiendo que es inconcebible.
–Así como hubo kirchneristas que rompieron y armaron su propio espacio, ¿cree que habrá otro éxodo?
–Eso es hacer futurología. No lo sé y no es un dato relevante.
–Pero como jefa de bloque, a cargo de contener a su tropa, ¿teme por los que están con un pie de un lado y otro del otro?
–Este es un bloque que tiene una contundencia y convicción muy grandes y tiene una jefa política que es la Presidenta. En términos individuales, si algún diputado o diputada –ha pasado, obviamente– tiene más intereses particulares que colectivos, son decisiones individuales. Pero este es un bloque fuerte.
–Julián Domínguez dijo que Scioli no lo representa. ¿A usted?
–Yo no opino de candidaturas. Y mi respuesta es la misma que di hace dos minutos. Los mejores candidatos están dentro de este espacio.
–¿Scioli está en este espacio?
–Bueno, obviamente sí, Scioli está en este espacio.
–Hay algunas fotos que en determinados momentos hacen ruido. La imagen de Insaurralde con Massa después de las elecciones o Scioli con Massa en Mar del Plata, la semana pasada. ¿A usted le incomodaron?
–A mí no me gusta analizar fotos, me gusta ver la película entera. Y no me gusta posar, para ninguna foto.
–Han querido instalar que este es el gobierno más corrupto de la historia, que el kirchnerismo es un populismo cuasi dictatorial. ¿Cómo cree usted que se recordará a esta década?
–Lo que se va a recordar es, primero, como un período de cambio de paradigmas. El pueblo argentino tiene una gran oportunidad, un cambio drástico en su historia. Si el pueblo argentino, en el que yo confío, toma en su conjunto y pega en la dirección correcta, no va a ser más ni objeto ni sujeto de especulaciones y de intereses hambrientos. Tiene esa oportunidad y no importa si es parte o no de este proyecto y no importa si nos votó o no. Sino que tiene la oportunidad –incluyendo a los partidos políticos de origen nacional y popular–, mejor dicho, tenemos la oportunidad de terminar con esta historia y que no sea una cosa cíclica, que no sea natural que haya especulaciones. Que sea un freno del pueblo. “No te voy a dejar especular con mi bolsillo”. Y en ese momento estamos, a mí me parece sumamente interesante este momento. No me parece crítico, me parece interesante. Y tenemos una presidenta con agallas, no es una presidenta de papel, es de hierro y con mucho fuego, que pelea y que da la pelea. Nadie dio esa pelea contra los especuladores. Bueno, sí, la dio Raúl Alfonsín, pero no pudo y yo creo que en este momento hay una oportunidad muy grande.
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http://www.infonews.com/2014/02/07/politica-123477-los-mejores-candidatos-estan-en-este-espacio.php
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