El número potencial es para el período octubre-diciembre. Las firmas ya dialogan con los productores que perdieron millones reteniendo soja para que aceleren el ritmo de ventas. El titular del Central descartó una devaluación.
En medio de la tormenta económica que la retención de granos generó entre grandes y pequeños productores sojeros y el frente político de crisis que abrió puertas adentro de las federaciones del agro, el gobierno nacional y las exportadoras granarias empezaron a analizar los alcances del daño colateral: la afectación al ingreso de dólares por ventas al exterior que no se están haciendo, dado que los productores aún retienen casi la mitad de la última cosecha.
Ayer, en la sala de reuniones adyacente al despacho del ministro de Economía, Axel Kicillof, el funcionario recibió a las diez firmas con más peso en el sector, todas nucleadas en la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC).
En una charla analítica y plagada de planillas con cifras que se prolongó por más de dos horas, los industriales pusieron sobre la mesa el número estimativo que podrían ingresar por exportaciones hasta fin de año, y se analizó cómo incrementar el flujo de divisas.
A los fines prácticos, gobierno y empresas se dieron un plazo para que los agroexportadores actúen voluntariamente como nexo con los productores, para acelerar las ventas y así poder tener volumen de soja exportable.
"Estamos en buen camino, vamos a llegar a una solución", dijo a Tiempo Argentino uno de los convocados en Economía, que también participó el año pasado de las consultas que el gobierno y los privados mantuvieron por la misma cuestión. Lo concreto es que el próximo martes habrá una nueva reunión técnica en Economía, a la que las empresas llevarán una propuesta concreta con cifras y volúmenes para destrabar el asunto.
En el encuentro de ayer estuvieron los directivos de Dreyfus, Cargill y Nidera, entre otros; y ladearon a Kicillof el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich; e hizo su debut en encuentros de relevancia el flamante titular del Banco Central (BCRA), Alejandro Vanoli.
La presencia del ex titular de la Comisión Nacional de Valores (CNV) no fue casual y jugó un rol preponderante en el mensaje político a sus interlocutores. "Acá no va a haber una devaluación, no la esperen", jugó fuerte ante los empresarios Vanoli y los llamó a trabajar en conjunto para reactivar las ventas. No hubo demasiadas sorpresas: por un lado, muchos ya lo conocían de sus tiempos en la CNV. Y además el sector estudió en las últimas horas el perfil económico del reemplazante de Juan Carlos Fábrega.
Con esa duda allanada, la charla fue directo a lo que todos esperaban, es decir, cuántos dólares de la cosecha recibirán las arcas del BCRA.
De la reunión –mantenida en el mayor de los hermetismos por ambos actores– salieron algunas conclusiones: los exportadores estimaron liquidar, como mínimo, entre U$S 4500 millones y U$S 5000 millones entre octubre y diciembre. Esto ocurrirá siempre y cuando los productores vendan el grano a niveles normales. Si continúa la retención, la cifra será sólo un deseo.
Ante ese escenario, Kicillof pidió trabajar para que el número sea mayor. Los exportadores dijeron que ellos no tienen grano, un dato del que el gobierno tomó nota con cierta desconfianza y generó hasta algunos cruces y chicanas entre los presentes. Es que es sabido que el sector agroexportador tiene diálogo diario con los que son sus proveedores.
Hace unos días, fue el propio titular de Federación Agraria (FAA), Eduardo Buzzi, quien reconoció haberse "equivocado" al bajar desde la Mesa de Enlace una línea para que los productos no vendan, a la espera de una posible devaluación. Con casi U$S 2000 millones de rojo para los productores generado por la especulación, los exportadores explicaron ayer que el fenómeno podría empezar a aminorar en breve, también por factores económicos.
Detallaron que los productores empezarán a liberar producto para hacerse de pesos destinados a financiar la siembra que empieza en octubre. Además, relataron que ya algo empezó a venderse, y que la cosecha retenida pasó del 50% al 40%. El inconveniente con ese volumen es que hay partes que fueron seriamente afectadas por las lluvias, sobre todo en provincia de Buenos Aires, y hay grano que ya no sirve para ser vendido. Esta es otra de las patas del conflicto interno entre las bases agropecuarias y los jefes políticos de las entidades del agro.
Desde la semana pasada, gobierno y empresarios venían manteniendo contactos telefónicos y personales para abordar la cuestión de fondo. El problema radica en que la retención de granos fue tan grande y prolongada como la caída del precio internacional de la soja en Chicago. Ese valor, en cuestión de meses, pasó de superar los U$S 500 la tonelada a caer cerca de los U$S 300 en la actualidad. Este derrumbe –en buena parte producto de la cosecha récord de los Estados Unidos– obligó a la mesa de trabajo de Estado-empresas a hacer un recálculo de la divisa a liquidar.
En diálogo con Tiempo, una fuente empresaria que participó ayer del encuentro se lamentaba del terreno perdido a raíz de la decisión de los productores de acopiar en silobolsas. "Fue un mal negocio para todos", detalló. La misma persona aseguró que "con esta decisión los productores perdieron mucho dinero, y ya los jefes de la Mesa de Enlace están teniendo cuestionamientos internos por agitar un fenómeno de devaluación que no pasó".
El tono del encuentro de ayer fue relajado, y la relación con los cerealeras desde hace tiempo es fluida. Mucho influyó en la mayor voluntad de los privados el respaldo que Nación le dio al sector exportador de biodiesel de soja. Ante las trabas impuestas por Europa al ingreso de producto argentino, el gobierno redujo las retenciones al rubro y logró, en tan sólo dos meses, que 2014 vuelva a tener ventas récord y facilitó el acceso a nuevos mercados internacionales por mejores precios.
Cabe destacar que desde principios de año Economía viene trabajando con el sector para darle previsibilidad a la liquidación de granos, por las ansias lógicas de divisas para apuntalar las reservas del BCRA. Desde principios de diciembre del 2013 y hasta aproximadamente mediados de enero de 2014, entraron dólares de exportación de granos por casi U$S 1900 millones.
Luego, en el mes de enero, al completo, ingresaron 1000 millones. Esta baja reactivó la mesa de diálogo, y en febrero las empresas se comprometieron a liquidar U$S 2000 millones en todo ese mes. En aquel entonces, la cotización internacional del grano de soja era aún elevada. Con esa perspectiva, CIARA-CEC realizó el cálculo de liquidaciones para todo el 2014 de entre 27 mil y 29 mil millones de dólares. Hoy, con el precio de la soja en niveles más bajos (ver aparte), esa cuenta ya no es útil, y más allá de que los productores apuren las ventas, el volumen de dólares será inferior al esperado.
De todas maneras, el sector ya tiene avanzados los borradores que presentará en la reunión que tendrán el martes con los mismos interlocutores oficiales. El fin de semana, habrá cruces telefónicos con los productores, pero el trazo grueso de la oferta de una liquidación que tendrá como base los U$S 4500 millones hasta fin de año, ya está decidida
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http://www.infonews.com/2014/10/04/economia-165543-las-cerealeras-negocian-con-el-gobierno-liquidar-us-5000-millones.php
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