jueves, 14 de abril de 2011
UNA MIRADA SOBRE LA CRISIS CAPITALISTA , por Juan Chaneton (para "www.nos-comunicamos.com.ar" del 18-03-11)
Vie, 03/18/2011
por Juan Chaneton
maldoror61@yahoo.com.ar
Vamos a desarrollar la hipótesis que llamaremos de la “gravedad sin perspectivas de mejora a la vista” respecto de la crisis económico financiera que golpea al conjunto del mundo capitalista.
Este desarrollo no implica que no existan otras hipótesis que merezca igual consideración como, por ejemplo, otra que podríamos definir como la de la “recuperación, paulatina pero constante, del sistema productivo global”.
Dejamos, a esta última, como contenido de ulteriores notas. Vamos a la primera de las hipótesis enunciadas.
Las crisis del capitalismo han sido, cíclicamente, de superproducción. Desde 2002 en adelante (Enron) se hizo evidente que otro tipo de convulsiones pueden afectar estructuralmente al sistema global. Son las crisis “financieras”. La caída de Enron que dejó en la calle a miles de ahorristas, tuvo una réplica de más o menos siete grados en la escala de Marx. Ello ocurrió en 2008. Esta crisis se llevó puesto al grupo Lehmann Brothers y se la conoció como la crisis de las “hipotecas basura”.
Parecen financieras, estas crisis, pero, en realidad, constituyen manifestaciones de una “falla geológica” que atraviesa todo el edificio de la economía mundial: es la tendencia a la baja de la tasa de ganancia de las empresas. Esta tendencia trata de ser compensada y/o neutralizada mediante los negocios financieros, que permiten incorporar como ganancia anual los rindes de la especulación bursátil. Pero, a la larga, estos rindes muestran su verdadera cara: no son ganancias reales producidas por la venta de productos y servicios reales, sino asientos contables que acusan fenomenales ingresos en divisas para las empresas pero que, en puridad de verdad, no son más que dinero reciclado, una y otra vez, detrás del cual no habita ninguna “economía real”, es decir, no representa, ese dinero, productos tangibles transados en el mercado.
¿Por qué hubo que recurrir a la especulación para enfrentar las crisis? Porque en la economía real:
1) Hay sobreoferta de mercancías.
2) Esto se debe a la innovación tecnológica aplicada a la producción.
3) En tercer lugar, no hay mercado para esta mayor producción debido a las políticas de contención del gasto público, las cuales tienen, entre otras consecuencias, la de que el potencial consumidor de la nueva producción no pueda comprar por falta de liquidez. Contención del gasto significa, sustantivamente, “cero” aumento de salarios.
Se recurre, entonces, como decimos más arriba, a la herramienta especulativa. Esto propone la escuela del “monetarismo”, cuyo mayor gurú ha sido Milton Fridman. Sin embargo, Fridman fue, más que nada, un técnico. Sus inspiradores en teoría económica son los creadores del liberalismo cuasianarquista, Ludwig Von Misses y Friedrich Hayek, quienes llevaron un ataque a fondo contra todo lo que significara intervención estatal en la economía. Se anticiparon al “Estado de bienestar”, criticándolo casi antes de que naciera y, sobre todo, depusieron encendidas arengas contra el New Deal, política económica intervencionista diseñada por Franklin Roosevelt para salir del atolladero de la crisis estadounidense de 1929.
Roosevelt logró que el Parlamento le sancionara normativa orientada a separar la banca comercial de la banca de inversión. La primera estaba constituida por bancos medianos que servían a los particulares; la segunda era la gran banca especulativa. Los primeros se extendieron por todo el país y otorgaron crédito para la inversión productiva y así fue como los EE.UU. entraron en una fase de crecimiento y desarrollo que los llevó a ocupar su lugar de gran potencia.
Entre tanto, la especulación financiera se trasladó a la banca londinense. De este modo, Gran Bretaña inició su “camino de servidumbre” respecto de los EE.UU. Las comillas se deben a que ese es el título de uno de los libros más conocidos de Hayek.
Pero, finalmente, les leyes de hierro del funcionamiento capitalista mostraron sus perfiles más nítidos: también en los EE.UU. comenzó un proceso al cabo del cual la primacía de la economía financiera sobre la productiva era evidente. Con Reagan, en 1985, nació el Citi Group, previa unificación de las bancas que Roosevelt había mantenido separadas. Se multiplicaron como mala hierba los fondos financieros desmaterializados y sin dueño a la vista, los fondos de inversión para invertir en la bolsa, claro está, y los paraísos fiscales en los cuales, se sabe, los grandes grupos económicos esconden ganancias provenientes de todos los negocios imaginables. Y de los inimaginables, también.
El edificio se agrietó mal –como ya fue dicho- en 2008. El banco central estadounidense (que es un pool de doce banqueros privados llamado “la Fed” o Federal Reserve) comenzó a inyectar circulante para evitar quiebras en serie. En Europa se recurrió al mismo expediente. Esto se llama emisión de moneda sin respaldo, es decir, pan para hoy pero no para mañana. Dan cuenta de ello Gran Bretaña, Portugal, España, Irlanda, Italia y Grecia, que están sobreendeudados. También los están muchos países del Este (ex comunistas).
También los EE.UU. se ven afectados por el endeudamiento. Las publicaciones especializadas advierten una deuda de más de 14 billones de dólares. La receta de las administraciones es recurrir a la facultad que tiene la “Fed” de emitir moneda (dólar). Se cubre deuda con emisión en niveles nunca vistos. Esto es una fuga hacia delante. La desocupación sigue siendo alta, la inflación va en aumento y “las provincias” están en quiebra, como estuvieron acá en los ’90, es decir, en el menemato. Allá se llaman Estados y son unos treinta los que no pueden cerrar sus cuentas más que con emisión.
Ante el defalut interviene el FMI. ¡Si lo sabremos los argentinos…! La medicina es la misma, pero ahora se la están por tragar ellos. Se trata de un procedimiento manejado por los acreedores contra los Estados y en el marco del Fondo Monetario Internacional. Éste es prestamista de última instancia, esto es, los Estados le piden al Fondo para pagar a los acreedores. De este modo, el FMI es un acreedor más de los Estados endeudados. El procedimiento incluye un cláusula según la cual, de este pool de acreedores, el primero que cobra es el propio Fondo.
Pero los Estados que reciben ese dinero no lo pueden invertir en reconvertir sus economías a la producción. Deben ajustar. Deben achicar salarios y gastos prescindibles (salud y educación). Se endeudan para pagar su deuda.
En esto va consistiendo la crisis capitalista hoy. Éste es el proceso que se está consolidando.
Como dice Darío Tropeano: “La Argentina ha sido un antecedente exitoso de negociación directa de su deuda con los acreedores ajena a toda directiva del FMI. La recuperación, además, fue rápida, al combinar suspensión de pagos, devaluación y endeudamiento en moneda local. En el 2009 Islandia hizo lo mismo. No estatizó la deuda de los bancos, dejándolos quebrar, y devaluó su propia moneda (el marco) declarando la moratoria en los pagos. Hace meses es la única economía de Europa que se recupera y crece en buenos términos (Río Negro, 15/3/2011).
Juan Chaneton
maldoror61@yahoo.com.ar
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