Por Roberto Caballero, Director de "Tiempo Argentino".
Al negarse a cumplir el Decreto 441, Paolo Rocca, el patrón de los patrones de este país, dueño de Techint y mentor ideológico de AEA y la UIA, lanzó ayer la segunda fase de la ofensiva para lastimar la autoridad de Cristina Kirchner. Salvando los contextos, su desafiante actitud se asemeja mucho a la que jugó la Mesa de Enlace durante la crisis de la 125, cuando logró poner en cuestión la potestad legítima del Estado para decidir sobre los derechos de exportación, a pocos meses de la asunción de la presidenta. Así como en su momento las retenciones fueron presentadas como un saqueo a las bellas almas del campo argentino, Rocca y sus socios mediáticos pretenden ahora instalar que el justo interés del Estado de custodiar por vía de directores propios el dinero de los jubilados invertido como acciones en empresas privadas es una inadmisible “injerencia” en el derecho de propiedad, que preocupa al establishment nacional e internacional. Como en tantos otros casos, se trata de una manipulación más de la verdad. El Estado no decidió intervenir ahora en las empresas: las acciones fueron compradas por las AFJP, y cuando estas entraron en crisis y hubo que estatizarlas, quedaron dentro de la órbita de la ANSES, que ahora está obligada a vigilar qué hacen sus socios privados con esos fondos que pertenecen a los trabajadores activos y pasivos. Tampoco el Estado tiene supremacía accionaria: en todos los casos, su posición es minoritaria, y sus directores no pueden corregir lo que decidan, en cada empresa, los accionistas mayoritarios. Sí puede ver y difundir, que es lo que más le molesta a Rocca.
En cierta medida, el Código Civil y Comercial (CC y C), que rige la vida pública y privada de las sociedades comerciales, hoy está a la izquierda del dueño de Techint: no hay ningún artículo que impida a un tenedor de acciones, llámese Juan Pérez o Estado Nacional, a poner directores que cuiden sus intereses. El Estado tiene el 25,9% del paquete accionario de Siderar-Techint. Aunque no existiera el Decreto 441, la ANSES está en condiciones de poner directores por el sistema del “voto acumulativo”, reconocido por el derecho comercial.
No hay, entonces, una radicalización chavista del gobierno. Asistimos, más bien, a la derechización de Paolo Rocca, que desconoce la ley después de haber hablado tanto y tanto de la “seguridad jurídica”.
A diferencia de lo que sucedió con la 125, su reclamo no cuenta con apoyo social. Es difícil que la gente salga esta vez a hacer piquetes en las rutas para respaldar la queja anarco-patronal de Techint. Tampoco los mercados parecen estar convencidos de acompañar al patrón de los patrones en su última cruzada antiestatal.
Pero es importante que la sociedad esté alerta.
Nunca hay que bajar la guardia ante el poder real.
Publicado en :
http://www.elargentino.com/nota-134879-Quien-manda-en-la-Argentina.html
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