Las nuevas organizaciones/la comunicación
Publicado en "Nos Comunicamos" el 07/25/2010
*Por Héctor Sosa
Publicado en "Nos Comunicamos" el 07/25/2010
*Por Héctor Sosa
“Quería soñar un hombre: quería soñarlo con integridad minuciosa e
imponerlo a la realidad (…)”
Jorge Luis Borges,
en “Las Ruinas Circulares”.
Qué tipo de mentes se fueron formando en las últimas décadas al calor del pensamiento único, uniformado?¿Cuáles son las heridas que van dejando en el tejido social de lospueblos la elaboración, estimulación y puesta en práctica, por parte delos Estados Unidos, de la “teoría del caos”?
Los interrogantes pueden plantearse al infinito. Estos y otros. Lo queestá en juego es el futuro de la humanidad, de nuestras organizacionesy de cada uno de nosotros como individuos. Hay nuevos paradigmassociales, y otros perduran en construcciones culturales más complejas,más ancestrales.
Inevitablemente todo colectivo de una organización (en este casoaquellos ligados a la comunicación) deben/debemos indagar, preveer yanalizar cómo vemos o creemos qué será “El futuro”. Dicho así, casicomo título cinematográfico, puede tentarnos a ubicarnos en el lugardel deseo, y enumerar situaciones que la voluntad empujaría hacia untipo de mundo y no otro. Sin quererlo, podríamos ingresar en un caminovoluntarista, sin rigor científico.
La complejidad de cada eslabón de hechos, que por segundos estallanante nuestros ojos, impone la búsqueda de ideas para un futuro que yadeja sus huellas hoy: “El futuro” ya es presente continuo.
Como periodistas-comunicadores sociales, pero por sobre todas las cosascomo seres humanos, deberemos profundizar y estimular la construcciónsimbólica de nuestras ideas, a partir de entender que sin este ejercicio, el vértigo del caos -impuesto por el capitalismo en crisis-expandirá nuevas heridas.
“El futuro”, ya marca el paso de los días que nos transcurren. Quizássea como desde hace miles de años viene afirmando la comunidad Aymara,que “el futuro espera atrás y el pasado se ve adelante”. Quizás.
Mientras, en el transcurrir, la dinámica capitalista- con su maquinariaeconómica, militar, cultural- se fagocita a millones de personas, alcalor de reafirmar sus ideas-fuerzas.
Donde, por un lado le niegan toda visibilidad a lo opuesto, lo distintoy a quienes denuncian sus atrocidades; y por el otro, se autoproclamacomo “lo nuevo”, “el cambio”: EL FUTURO.
Las guerras, el desempleo, el hambre, la muerte, el arte, el dolor seinformatizan (se hacen información procesada) y se incorporan a unimaginario, a una estructura cultural de dominio invisible y que tienensu realización simbólica a través de las industrias culturales,especialmente difundidas y canalizadas desde la televisión.
En ése contexto, los mercados bursátiles estallan, las técnicas deconsumo estallan: en la TV , las calles, las red de redes en la web, enInternet, los fotolog, los diarios, radios, cine, videos, las marcas,el rock, los trenes, colectivos, en el inconciente de cada uno.
Las mentiras organizadas también estallan con sus armas mediáticas arepetición. Balas y misiles hechos imágenes y palabras que salen almismo tiempo (presente-futuro) en las pantallas de Estambul, Sao Pablo,Roma, Caracas, Nueva York, La Paz , El Cairo o Buenos Aires.
En tanto, equipos estratégicos, soldados de las mentes, van formando–de manera interdisciplinaria- la vanguardia de nuevas estrategias,para que el caos se sienta como cambio, y la ocupación y usurpación delos bienes de las naciones, como “la necesidad estratégica deequilibrar las necesidades del mundo” (Henri Kissinger).
Analistas de sistemas, sociólogos, psiquiatras, productores,arquitectos, futurólogos, diseñadores de nuevas imágenes y diseñadoresde armas letales, se mezclan y entremezclan para “traernos” el futuro.
Sin hilos que lo hilvanen, sin relaciones de tipo causal entre unos yotros, sin tiempo (que desaparece en el vértigo), y, por lo tanto, sinhistoria y sin memoria, nada puede ser recordado, ni nada puede serexplicado. Ese es el corazón de la estrategia y la táctica que seimponen a la velocidad de la luz. Sobre ellas hay que reflexionar.Reflexionar y hacer.
En un artículo publicado en la revista World Future Society,científicos de la Universidad George Washington Forecast of EmergingTechnologies, indican que en las próximas tres décadas se conocerán losadelantos más impactantes desde que el mundo es mundo, basándose en lasteorías de estudios prospectivos (anticipar lo que científicamentevendrá), y nos dicen que:
*Para la etapa 2021/2030 el 80 % de los alimentos serán sintéticos—con
bajas calorías— que reemplazarán a la carne y los vegetales. Elhidrógeno se
convertirá en la principal fuente energética y la fusiónnuclear será
comercializada.
*La nanotecnología —que implica la construcción de chips diminutos— ylas
máquinas microscópicas, serán el punto de partida para lafabricación y
autoensamblado de materiales inteligentes que permitirán,entre otras cosas el
control (por satélites, Internet, computadoras,teléfonos, cámaras, vestimentas,
tarjetas de compras y emisión delhabla) del 70 % de los habitantes del
planeta.
*No más de 100 marcas-empresas-masivas serán consumidas por el 70% de las
personas con capacidad de compra.
*Los nuevos territorios y naciones se delimitarán por sus
recursosnaturales. “Las fronteras serán móviles”. En tanto, acercándonos al2020,
la pobreza seguirá en ascenso y se consolidarán las “zonasmuertas”, tétrica
denominación que estas consultoras del futurodenominan a ciertas regiones, como
por ejemplo: África .
Ante estas miradas de la maquinaria del pensar el sistema: ¿de quéindependencia, neutralidad y objetividad se nos puede hablar a lostrabajadores de la comunicación?
¿Podemos ser presa de una ingenuidad letal al no evaluar que la corporación periodística feneció?
¿Independientes de quiénes?, ¿neutrales de qué?, ¿nos fortalecemos comocorporaciones o profundizamos el conocimiento y la integración de lasnuevas generaciones?
Pensar y hacer. Pensarnos y hacernos, mientras el centro, el ejeimaginario que domina nuestro andar diario, sea la reflexión dialécticasobre qué tipo de sociedades van gestándose en el mundo, con sus nuevasgeografías políticas, sociales, culturales, militares, económicas ycomunicacionales.
Habrá que seguir innovando en los métodos de capacitación de losperiodistas-comunicadores sociales y de los dirigentes de prensacomprometidos en la lucha de ideas. Innovando en nuestra estética de lacomunicación propia.
Innovando en el sistema de distribución de nuestras ideas. Innovando einnovándonos desde la utilización de las nuevas tecnologías y endeterminaciones que lleven el análisis, la acción y la pacienciacreativa como estandartes.
Sin apuros impuestos por la aceleración del vértigo, pero marchando con nuestra historia y hacedores de la que esta por venir.
Los futuros del futuro deberán ser nuestro objeto de estudio y delhacer. Con inteligencia y como dice el Rector de la Universidad deMadrid, Angel Gabilondo, en relación a cómo enfrentar la actualdinámica del poder “debemos ser inteligentes y pacientes. Unapaciencia que no consiste en detenerse, sino que es un modo de acciónsereno pero insistente”.
*Héctor Sosa es Periodista. Responsable del Área de Comunicación de la UTPBA. Integrante de la Red de la Comunicación de la Argentina. Docente
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