Arriba : J.M.Keynes, en medio, representante británico durante las conferencias de Bretton Woods (EEUU) en 1944 donde se crearon el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, conversando con los representantes de la Unión Soviética (URSS), izquierda, y Yugoslavia, derecha - fuente: Daily Mail
Es sorprendente la atención que están recibiendo los últimos años muchas de las antiguas ideas del economista británico John Maynard Keynes (1883-1946) para solucionar los problemas estructurales que presentan muchas economías. Una de las referencias más interesantes data de Agosto de 2009 y se centra en los estudios y los pensamientos del famoso economista sobre los diferentes organismos e instituciones supranacionales. Keynes influyó de forma decisiva en la creación de Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI) [1] y la Organización Mundial del Comercio (OMC), pero sus planteamientos divergían del pensamiento predominante: el estadounidense.
Pues bien, Nadia F. Piffaretti (2), economista del Banco Mundial, sacó el polvo de una antigua idea keynesiana de 1942: la Unión Internacional de Compensación ("International Clearing Union": ICU). La propuesta se enmarcaba después de la Segunda Guerra Mundial y servía para establecer un nuevo orden mundial creando un banco global que sería capaz de emitir una moneda internacional, el "Bancor", vinculada a las principales divisas y canjeable por cada moneda local por medio de un tipo de cambio fijo. La principal función de la ICU sería que los países con excedentes financiarían a los países deficitarios, vía una transferencia de sus excedentes, con lo que se haría crecer la demanda y se evitaría la deflación, la caída general del nivel de precios, caso de Japón. La clave de la propuesta era que los países acreedores y los deudores estarían obligados a mantener una balanza comercial equilibrada, es decir, ni déficit ni superávit. Y en caso de incumplimiento, pagar los intereses sobre la diferencia, por tanto, los gobiernos dependerían las medidas para mantener una cuenta cero. Según muchos economistas [3], el plan era totalmente democrático, donde "teóricamente" los intereses comerciales más poderosos no podrían distorsionar la balanza comercial. Según Keynes, los ciudadanos de un país que tuviera superávit no perderían los resultados materiales de sus esfuerzos por causa de una exportación ininterrumpida de los productos que fabrican, pero la historia se decantó en favor de la idea de los norteamericanos, no de la de Keynes, que recordemos que era británico. Al final de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos (EEUU) poseía el 80% de las reservas mundiales de oro y era un país fuertemente acreedor, deficitario, por lo que a los estadounidenses no les interesaban las estrambóticas ideas de un británico. Debido a esto, y aprovechando su mayor influencia política y la situación vulnerable de sus aliados británicos, necesitados de créditos americanos para superar la guerra, presionaron para que el plan británico fuera rechazado y crear así lo que se conoce ahora como Fondo Monetario Internacional (FMI ).
Notas:
[1] El FMI actual difiere mucho de la idea que tenía Keynes. Por ejemplo ver : “Stiglitz: Del FMI de Keynes al FMI actual” – 22.03 2010 – Adrián Corbella.
http://adriancorbella.blogspot.com/2010/03/stiglitz-del-fmi-de-keynes-al-fmi.html
http://adriancorbella.blogspot.com/2010/03/stiglitz-del-fmi-de-keynes-al-fmi.html
[2] http://www-wds.worldbank.org/external/default/WDSContentServer/IW3P/IB/2009/08/31/000158349_20090831143615/Rendered/PDF/WPS5034.pdf
[3] Robert Skidelsky, por ejemplo, miembro de la Cámara de los Lores y profesor de la Universidad de Warwick, hace referencia a esto en su libro -pág. 209: “El regreso de Keynes” (2009)-
Publicado en :http://ekonomicus.com/2011/09/15/una-vella-idea-per-a-un-vell-problema-la-crisi/
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