La Provincia de Santa Fe está gobernada por el Frente Amplio Progresista (cuyo líder histórico, Hermes Binner, tiene como lema político "Un país normal") y tiene como principal fuerza opositora al PRO. El FpV suele salir tercero en la elecciones locales.
La desprolijidad del proceso electoral santafesino del último domingo ha sido tan mayúscula, con más del 10% de los votos que no fueron tenidos en cuenta (245.000, cuando el candidato más votado no llega a los 500.000) que se da una extraña paradoja: en la mesa en la que votó el candidato kirchnerista Omar Perotti, NADIE VOTÓ al Frente para la Victoria local ... evidentemente, a Perotti no lo quiere nadie. Ni siquiera él...
El error tiene una magnitud muy importante, porque entre el candidato individualmente más votado, Miguel del Sel (PRO) y el segundo Miguel Lifschitz (FAP, y dentro de éste, socialista. También se presentó por el FAP el radical Barletta) hay apenas 5.000 votos, mientras que entre Lifschitz y el candidato del FpV, Omar Perotti, hay sólo 8.000 votos.
Esos 245.000 votos también pueden ser vitales para varios partidos pequeños que, de no llegar al mínimo exigido por la ley en las PASO, quedan afuera de la próxima elección.
El gobernador socialista Antonio Bonfatti reconoció que existieron irregularidades y prometió un escrutinio definitivo para dentro de diez días.
El candidato del FpV Omar Perotti, que fue uno de los denunciantes, pidió que todas las actas se publiquen en internet para que los distintos partidos puedan controlar el conteo de votos.
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