La memoria, pilar fundamental, junto a la verdad y la justicia en la reconstrucción que elegimos hacer de nuestra patria. Desde hace años aprendimos y remarcamos que los pueblos sin Memoria se autocondenan a repetir los mismos errores, a ser pisados por las mismas botas, a ser matados por las mismas balas. Los pueblos sin Memoria no avanzan, viven en un limbo sin pasado ni futuro, sin compromisos, sin solidaridad, sin identidad. Limbo que parece ser el paraíso de Nik, según su twitt.
Y el día en que él escribía semejante afrenta buscando complicidad y risas, había 30,000 ausencias más presentes que nunca. Miles de desaparecidos por la dictadura genocida, esa que Nik parece tomar a la ligera, como si no hubieran torturado, asesinado, robado, apropiado, desbastado la vida de millones. Como si fuera un chiste. Pero si cree que esas ausencias que nos duelen 38 años después como el primer día, que son la herida siempre abierta, son “triunfos”, no está bromeando, está expresando su ideología pura. Que después lo borre no significa que note la magnitud de sus dichos, lo escribe para que se sepa, pero lo borra en un simple acto de cobardía que va muy bien con todo lo que este mediocre dibujante de La Nación nos tiene acostumbrados.
Y el ‘chiste’ del gatito Gaturro en sus viñetas para el 24 de Marzo fue: “No mires al pasado, te pone triste. No mires al futuro, te pone ansioso. Mira al presente y simplemente, vive”. Una vez más contra aquello que tanto ha costado mantener, la Memoria. Sin Memoria no podemos conocer la Verdad, que siempre se busca. Sin Memoria no podemos alcanzar la Justicia, que gracias a gente que piensa como Nik, tan esquiva ha sido durante tantos años.
Y los cachetes del gato amarillo PRO nos recuerdan el rostro de Jorge Lanata, quien también supo afirmar que estaba harto de la dictadura y de cómo este gobierno, que bajó los cuadros de los genocidas, que promovió el enjuiciamiento a los represores, no deja que el olvido caiga como la noche oscura, como en los ’90, sobre las Madres y las Abuelas.
Sepamos, entonces, que este inventor de Gaturro, personaje al que Mauricio Macri le hizo un monumento en el Paseo de las Historietas, no es sólo un muy poco hábil Salieri de Caloi y Quino y de todo aquel que en Twitter publique algunas ideas que él pueda usufructuar en viñetas gatunas, sino que es un defensor del olvido, un escribidor de la desmemoria, y parece ser un nostálgico de las épocas en donde se triunfaba ausentando gente.
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http://www.24baires.com/opinion/42818-la-felicidad-es-la-desmemoria-para-el-salieri-de-quino-y-caloi/
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