Publicado en TIEMPO ARGENTINO el 30 de Enero de 2011 . Entrevista realizada por
Mariano BeristainEn una entrevista de más de una hora, el titular de la CGT ratificó su apoyo a la reelección presidencial, criticó con dureza el lockout del campo y dijo que la Central Obrera va a defender el proyecto que le da participación a los trabajadores en las ganancias. Además, les reclamó a los empresarios que inviertan más. En lo estrictamente político, criticó a Mauricio Macri y a Eduardo Duhalde, “porque se juntan el hambre y las ganas de comer”.
–¿Qué pasó con el Pacto Social? Parece congelado.
–Se viene elaborando hace más de dos años. No es una cosa improvisada. Sabíamos que había que discutirlo mucho. No sólo toca el tema salarios, sino el de precios, inversión, el trabajo informal. No es fácil, por eso demorará más.
–La idea era avanzar, pero no hubo ni una señal...
–Al gobierno le parece bien y es garante del acuerdo. Pero primero debe existir la vocación y el compromiso de las partes.
–Pero aún no se reunieron con la Unión Industrial.
–Estamos en plena temporada, todo el mundo está de vacaciones. En poco tiempo más nos reuniremos y reanudaremos las conversaciones. Veo voluntad…
–Pero esa voluntad se debe reflejar.
–Hemos avanzado hasta la composición de la cantidad de miembros. Cada parte va a estar integrada por 17 representantes. Y lo va a presidir el Ejecutivo.
–¿Cuál es la agenda que pondrá la CGT?
–Tenemos que hablar de inversión, las empresas no están invirtiendo las ganancias ,luchar contra el trabajo informal, con un absoluto acuerdo para que no pase lo que pasó con esas empresas del agro que explotan a la gente. Y la participación de los trabajadores en las ganancias.
–¿Cree que habrá un espaldarazo del gobierno en el tema de las ganancias?
–No sé, pero creo que es una necesidad. Cuando en 2008 se produce la crisis internacional, que se hablaba de despidos, nosotros pedimos duplicar las indemnizaciones y tratar de evitar que muchos sectores que especulan con eso echen a la gente innecesariamente, la presidenta, inteligentemente, nos dijo: “Muchachos, cuando llega el telegrama de despido a la casa, el hogar entra en un estado de angustia, evitemos eso.” Entonces, aceptamos el llamado para que se le pague a la empresa parte del salario. O sea que el Estado, que somos todos, incluidos los trabajadores que iban a ser despedidos, ayudamos. Las empresas hicieron socios a los trabajadores en las pérdidas. Hoy a las empresas les va muy bien, y queremos compartir una pequeña porción de las ganancias.
–Pero hay resistencias...
–Además, algunas firmas, para que el trabajador no participe en las utilidades, van a invertir más, cosa que hoy no hacen.
–¿Qué dicen Héctor Méndez y la UIA?
–En un primer momento cuestionaban, diciendo que no queremos que pase lo de Alemania, donde existe una suerte de cogestión. La CGT no quiere la congestión. Ellos dicen: “Queremos que sea la participación que tienen en México.” OK. Discutámoslo, si conviene la de México, la de EE UU, pero cumplamos con la Constitución.
–¿Qué evaluación política hace del lockout empresarial de la Mesa de Enlace?
–Me parece que fue de una inutilidad total. Los argumentos que ponen no tienen sentido. El gobierno ha contribuido a que los pequeños y medianos agricultores no se perjudiquen, entonces no tiene sentido. La sociedad lo advirtió. Los mismos hombres del campo en su gran mayoría hicieron caso omiso, algunos se sumaron por temor o compromiso, pero todo el mundo sabe que era un absurdo. El fracaso demuestra que la gente tenía razón.
–¿Piensa que hay un sector del campo decidido a…?
–Actúan irracionalmente, porque están expresando una actitud política. Nadie lo puede negar. Estamos en un proceso electoral, ya comenzado, y ellos intentan crear un clima de confrontación como en 2009. No creo que lo logren. La gente ya se dio cuenta. Nunca han ganado tanta plata como ahora, ni han tenido tanto apoyo del gobierno como ahora.
–¿Cuál sería el objetivo político?
–Electoral. Imagino que querrán restarle votos al gobierno, a Cristina, pero que están muy lejos de poder concretarlo. Tratar de esmerilar al gobierno pero la gente ya no come vidrio.
–¿Qué ocurre con el bloqueo a las plantas cerealeras en Rosario?
–Me enteré por los diarios. La CGT Regional apoya a los gremios, que reclaman ese tipo de cosas. Pero hay mucha diferencia entre lo que dicen los medios y lo que pasa en realidad. Los compañeros no reclaman un salario básico de $ 5000, sino que piden un salario conformado (básico, viáticos y otros), y $ 5000 no es para tirar manteca al techo. Además, no es un bloqueo. Cuando paran los estibadores, no puede entrar a descargar nadie porque no hay quien utilice las herramientas.
–¿Qué piensa del debate sobre la necesidad de frenar las importaciones?
–Todos los gobiernos, en la historia de la comercialización, trataron de controlar sus fronteras para evitar que entren los productos que se pueden fabricar acá. Esto es una decisión para defensa de la industria. ¿Qué queremos? ¿Volver a la época de (Carlos) Menem y (Domingo) Cavallo, cuando entraba hasta carne para el perro? En esos años, cualquier porquería que andaba dando vueltas por el mundo venía a parar acá. Por ejemplo, cuando Fernando De la Rúa llamó a la licitación por la basura en la Capital, le pregunté por qué llamaba a empresas extranjeras, sino hablábamos de construir una planta de energía atómica. Si los argentinos no podíamos levantar la basura, estamos fritos.
–¿Está de acuerdo con restringir las importaciones?
–Una política de equilibrio, tampoco cerrarse. Es una forma de mantener la balanza comercial favorable.
–Se pueden cerrar las importaciones, pero si no se invierte lo necesario, el ajuste termina siendo por precios.
–Las inversiones no son responsabilidad directa del gobierno. Esto tiene que ver con la falta de cultura, la falta de solidaridad de las empresas, porque el dinero que ganan es mucho.
–¿Cómo vienen las paritarias?
–Bien, como todos los años. El número no lo voy a decir, porque después dicen que es mucho, que es poco. Esto lo decide cada organización que discute salarios, sino sería fácil: el gobierno por decreto dice que tal es el porcentaje de aumento, y esto no es así. Son libres. Uno puede pedir un 35 o 40%, y si después no se llega, el trabajador dice: “¿por qué lograste menos del que dijiste?”
–¿Hay resistencia del empresariado?
–Siempre la hubo. Cuando yo discutía con los empresarios de camiones me decían: “Tengo que vender los camiones”, bueno, vendelos. Y una vez que cerraban las paritarias no sólo no vendían los camiones, sino que compraban más.
–¿Se quejan mucho entonces?
–Son llorones. Me hacen acordar al español (Raphael), que canta “La Llorona”. No sé si no se inspiró en ellos.
–¿Cómo ve el modelo económico?
–Hoy tuve una charla con algunos delegados de Camioneros. Están trabajando más que en invierno, cuando las transportistas laburan mucho. Y cuando la economía funciona, el transporte anda a full.
–¿Y desde el punto de vista del ingreso de los trabajadores?
–Desde que se iniciaron las discusiones paritarias, el poder adquisitivo del salario ha mejorado sustancialmente. Algunos más y otros están retrasados. Pero nadie puede negar que hay una movilidad en los salarios que no ocurría hace años.
–El modelo mejoró los salarios, pero aún hay niveles de pobreza importantes…
–Es cierto. No podemos negar la realidad. Ni está todo mal, ni está todo excelente. Hay sectores que aún no lograron, por muchas razones, mejorar como otros. Esta es la parte del modelo que falta cubrir. Lo dije en la cancha de River: creo que una de las formas para que haya más trabajo y solucionar el problema habitacional es construir viviendas para los trabajadores, como hizo (Juan Domingo) Perón.
–¿Hay dispersión de precios también?
–Los precios en algunos casos han aumentado. No puedo hablar en ese terreno porque no conozco bien los detalles técnicos. La inflación no toma solamente los alimentos, sino otros artículos también.
–¿Qué puede hacer el gobierno?
–La inflación es producto del consumo. Por eso cuando algunos piden bajar la inflación, están pidiendo que no haya consumo, y si no hay consumo, bajan los salarios, hay despidos, etc. En la Argentina hay una cultura inflacionaria. La única vez que no hubo inflación fue con la Convertibilidad, donde la inflación se manifestaba de otras formas: la pérdida de trabajo, salarios congelados, con el endeudamiento y el empobrecimiento.
–A tres meses de la muerte de Néstor Kirchner, ¿qué balance hace?
–Acá hay un antes y un después de Néstor Kirchner. Hasta los adversarios lo reconocen. A mí, lo que más me llama la atención y satisface es que muchísimos jóvenes se han incorporado a la discusión política. Kirchner nos posibilitó volver a creer.
–¿Cómo se reposicionaron los partidos políticos con la muerte de Kirchner?
–Creo que trajo un desconcierto tan grande... En vida tenían un argumento, absurdo, pero argumento al fin: pegarle a Néstor Kirchner. Se va Néstor y se quedan sin argumento. Están confundidos.
–¿Ve algún proyecto en la oposición?
–No, ninguno. ¿Cuál es el proyecto que tienen? La otra, esa señora pasada de cama solar, dice hay que votar en contra del PJ de Moyano. No tiene argumentos.
–Y el proyecto que quiere encarnar Duhalde con el Peronismo Federal?
–¿El Proyecto de la mano dura, el proyecto de (Héctor) Magnetto? Pero no va a tener suerte, tiene un 6% de intención de voto.
–¿Por qué dice “de Magnetto”?
–Porque quiere devolverle, si es presidente, los servicios prestados con la pesificación, que le permitió a Clarín reducir casi a la mitad su deuda. Quiere devolver ese favor anulando la Ley de Medios.
–Mauricio Macri dijo que había que eliminar las retenciones, bajar el IVA…
–¿Por qué no baja los impuestos en Capital? ¿Por qué no baja los peajes? ¿Sabés cuánto paga un camión en provincia? Nueve pesos. En Capital, 36. Hay una contradicción entre lo que dice y lo que hace.
–¿Imagina la alianza Macri-Duhalde?
–Se juntan el hambre con las ganas de comer. Volveríamos al endeudamiento, a la flexibilidad laboral, a la reducción de salarios, a la degradación total. Pero no creo que nos llegue semejante castigo.
–Macri dice que lo va a poner en caja…
–¿Qué es eso? ¿Sabés las que he pasado? Siempre me pregunto: cuando estaban los milicos, ¿dónde estaba este? ¿Y este me va a poner en caja?
–¿Cómo ve al Frente para la Victoria? ¿Se sumarán otros del PJ Federal?
–Ya se están sumando. Ellos saben que por más que los banque Clarín, La Nación, la Sociedad Rural no tienen posibilidades. La gente no es tonta. No vota a los que aparecen con cantos de sirena. Ya sabe lo que hicieron y lo que son capaces de hacer. Nadie puede negar que las mejores condiciones para gobernar las tiene Cristina.
–¿Cristina va a ir a una reelección?
–Seguro. La veo con firmeza, mucha capacidad ya demostrada. Creo que es la persona para conducir los destinos del país.
–¿En el Conurbano también?
–¿Del Peronismo? Los intendentes con los que yo hablo apoyan. Creo que está en condiciones de ganar en primera vuelta. Además, es impresionante la adhesión que tiene en otros lugares del país.
–Algunos sectores del Peronismo Federal han intentado tentar a (Daniel) Scioli como candidato peronista.
–No sé si eso pasó. En la medida en que esté Cristina, no tienen ninguna posibilidad. Es imposible. Si ella decidiera otra cosa, que no creo que pase, lo discutiremos, pero mientras esté Cristina, no se discute nada.
–¿Qué ocurrió con el asesinato de Roger Rodríguez, el tesorero del sindicato de Maestranza de Rosario?
–Para mí es un tema policial. Se está investigando.
–Es un hombre vinculado a (Luis) Barrionuevo.
–Eso no quiere decir nada. Según lo que tengo entendido, era un buen dirigente
–¿No ve connotaciones políticas?
–No creo, no me imagino cosas de esas. No creo que sea así.
–Hay medios que asocian el caso a su persona.
–¡Ahora me van a echar la culpa de que lo mandé a matar a Michael Jackson ! Los tipos me atacan a mí porque de alguna manera atacan al gobierno. Mi vieja, cuando yo era chico y alguno me pegaba o me hacía algo y le iba a llorar, me decía: “Cuando te peguen, deciles ‘que dios te bendiga.”
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