A ESTE GOBIERNO NO LO PUDIERON CONVULSIONAR A FIN DE AÑO PORQUE TIENE POLITICA PARA RESPONDER”, SEÑALO ANIBAL FERNANDEZ
El jefe de Gabinete reivindica la ley de medios así como las elecciones primarias y desmiente las versiones sobre su salida del Gobierno. También habla sobre drogas, aborto y género. “Soy peronista, nunca me vestí de ‘progresista’”, afirma.
Por Luis Bruschtein y
Nicolás Lantos
Verborrágico, expresivo, apasionado de la política y con un sentido del humor expansivo, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, ha sido también ministro del Interior y de Justicia y atravesó las presidencias de Eduardo Duhalde, Néstor Kirchner y Cristina Fernández. Es el ministro más antiguo de los dos gobiernos kirchneristas. Rechaza de plano las versiones sobre su desplazamiento del gabinete. “Mienten como cuando dijeron que no manejaba más Fútbol para Todos” se enfervoriza, al mismo tiempo que asegura que el paro convocado por la Mesa de Enlace no está relacionado con la situación del productor agropecuario y expresa su seguridad de que el candidato oficialista ganará en las elecciones presidenciales de este año.
–¿Cómo interpreta la decisión de la mesa de enlace de convocar a un paro?
Aníbal Fernández –Está claro que en la Mesa de Enlace hoy no son todos lo mismo. Biolcati no se parece a ninguno de los otros ni por casualidad. Es quizá la figura más controvertida y revulsiva en términos democráticos que pueda exhibir esa organización. En La Rural, la última vez no habló de trigo, ni de maíz, ni de vacas, ni de ovejas, habló de política. Entonces, si hablás de política es porque querés incidir de otra manera, no porque el chacarero esté complicado y tenga una situación de la que tenga que salir.
–Los dirigentes de la Mesa de Enlace dijeron que las medidas del Gobierno no cambiaban nada.
A.F. –Con un dólar competitivo, con un mercado que piensa en serio, con una Argentina que piensa que no puede haber monocultivo pero que si la soja es buen negocio la siembran hasta en macetas, siempre que garanticen que no perjudican al trigo, al maíz, el girasol y todas las necesidades alimentarias que tiene el consumo de los argentinos... Hoy tenemos una cosecha de 14 toneladas de trigo y el consumo de los argentinos son 6 y medio de toneladas. Con el consumo de los argentinos no se jode, lo tengo que tener garantizado para que el pan, a su mesa, vaya con el mismo valor. Con lo otro, muchachos, ganen plata. El ministro de Agricultura ha abierto las posibilidades para poder salir a venderlo, y se puso un millón de toneladas en el banco, ochocientos cuarenta millones de pesos, para que el productor chico, que es el que más apremiado está para garpar la siembra y la cosecha, no tenga que salir a vender y reventarla y perder la ventaja. Toma el crédito, paga, espera el momento oportuno, vende, cancela el crédito y se queda con la diferencia.
–En estos días cada vez que los grandes medios hablan de cambios de gabinete, lo ponen a usted en primera fila.
A.F. –Es inevitable eso, si yo desnudo todos los días el problema de la ley de medios. Si cada vez que nosotros denunciamos que el impresentable de Magnetto, con la sarta de alcahuetes que lo secundan, hacen de sus medios una mentira cotidiana y le dicen a la sociedad lo que se les antoja so pretexto de llenarse los bolsillos, vamos a tener enemigos que nos van a criticar todos los días. Si seguimos escarbando e insistiendo para que le digan a la sociedad quiénes son los hijos de la señora de Noble, vamos a tener enemigos. Si nosotros queremos saber qué pasó con Papel Prensa, vamos a tener enemigos. ¿Qué significa eso? ¿Que lo ataquen al jefe de Gabinete? Si es lo más lógico del mundo. Yo no me voy a asustar por eso. Reivindico la ley de medios, estos señores no pueden ser los dueños de la opinión pública. Lo dice Morales Solá: “Los Kirchner quieren apoderarse del manejo de la opinión pública”, con lo cual dice que ellos se sienten los dueños de la opinión pública. De más está decir que nosotros no pretendemos eso, nosotros queremos la democratización de los medios y que por centro, centroizquierda, centroderecha, izquierda o derecha todos se manifiesten de la mejor manera. Eso dice el Gobierno. Los otros buscan llenarse los bolsillos. Lo de los pibes, para nosotros es un delito que no está aclarado, y no estará resuelto hasta que no se pueda comprobar la identidad. “Lesa” quiere decir ofensa, cuando se comete un delito de lesa humanidad se ofende a la humanidad y por eso no prescribe. Con lo de Papel Prensa pasa exactamente lo mismo, hay una situación en la que le quitaron una empresa a una familia con muertes de por medio, y eso para beneficio de dos empresas. Tienen que dar explicaciones. ¿Y qué significa eso, que van a agredirlo al jefe de Gabinete? El jefe de Gabinete tiene que aguantar.
–En las últimas semanas recrudeció...
A.F. –Porque no me callo...
–Pero eso es así desde hace dos años y medio, no hubo nada en particular...
A.F. –Es inevitable, van a buscar un cabeza de turco, ahora también han dicho que no manejo más Fútbol para Todos y es una mentira, lo sigo manejando con el equipo de siempre. Lo quisieron hacer con Amado, lo quisieron hacer con De Vido, yo no pretendo que cambien y tampoco me hago ningún problema. Si hay algo que tengo muy en claro es qué estoy haciendo y adónde estoy yendo. Y las instrucciones me las da sólo la Presidenta, a mí no me las da Magnetto.
–Este es un año electoral. ¿Cómo ve el Gobierno esa perspectiva?
A.F. –Hay que verlo con satisfacción. Son muchos años de democracia que se consolidan con una elección más. En la competencia nosotros tenemos una ventaja superlativa con Cristina. Ella y Néstor son dos presidentes exitosos, de un proyecto exitoso que tiene que ser profundizado. Y esta vez no es una elección parlamentaria donde uno puede tener hasta las posibilidades de expresarse con un comportamiento ideológico más sintonizado. En la que viene se elige un presidente en un país fuertemente presidencialista, se elige al que te va a cuidar los garbanzos durante los próximos cuatro años. Y ahí empiezan a aparecer quienes ya están probados, porque Néstor fue exitoso en el peor momento de los argentinos y Cristina, consolidando el modelo, en derechos humanos, en el sostenimiento del trabajo, en la generación de valor agregado, la búsqueda de soluciones para cada uno de los segmentos de la economía, en la desesperada tarea cotidiana que hace que haya cada vez menos pobres.
–¿Esperan que haya, además del debate político, otro tipo de cuestiones, una campaña más sucia?
A.F. –Lo han intentado. El fin de año no fue convulsionado porque no estaban dadas las condiciones. Pero quisieron hacerlo con el tema del Indoamericano, con el del Club Albariño, con el tema del reclamo por los tercerizados y la muerte de Mariano Ferreyra, con ese tipo de cosas que no son casuales y que están incentivadas desde la política. Lo que sucede es que en la Argentina del 2001 estaba en crisis el gobierno, estaba en crisis su economía y estaban en riesgo 150 años de construcción política. Eso cambió y además este gobierno tiene política ante las situaciones que se presentaron. ¿Qué íbamos a hacer?, ¿mandar a reprimir? Si dijimos desde el primer momento que no íbamos a hacerlo. Había que sentarse y discutirlo, se lo dije yo en una conferencia de prensa al gobierno de la ciudad de Buenos Aires. Nos sentamos después de la primera reunión con Macri. Separamos después un grupo del otro para que no hubiera complicaciones, se hizo el censo, se levantó la toma del Indoamericano y se pergeñó un plan de vivienda por parte de la Ciudad que ya está en manos del secretario de Obras Públicas.
–Esta será la primera campaña presidencial donde el conflicto con los grandes medios por la ley de medios estará muy presente.
A.F. –Bueno, pero ésa es la discusión que queremos dar. O discutimos sobre una cantidad de medios que te decían qué tenías que pensar, como si fueses un idiota, mientras el principal objetivo de sus dueños era llenarse los bolsillos, o le damos herramientas a la sociedad para que tenga todos los medios posibles, de la mejor manera posible, en las mejores condiciones posibles, y que pueda pensar como se le ocurra en función de las distintas verdades relativas.
–¿Cuáles piensa que serán los principales candidatos, aparte del candidato oficialista?
A.F. –No me preocupo mucho por eso, me preocupo por lo nuestro, y nosotros tenemos, vuelvo a insistir, un candidato de lujo que es Cristina.
–En octubre terminaría este período presidencial y usted sería el ministro más antiguo de los dos gobiernos kirchneristas...
A.F. –En el primer peronismo, el ministro que más tiempo estuvo sin solución de continuidad, que yo sepa, fue Angel Gabriel Borlenghi, porque empezó con Perón el 4 de junio de 1946 y se fue al día siguiente del bombardeo de Plaza de Mayo, el 17 de junio del 1955. El lunes yo cumpliría un día más que él. Un récord en cuanto a tiempo y en cuanto a haber sido ministro de tres presidentes.
–¿Y en todo ese tiempo qué fue lo que más le impactó?
A.F. –Cuando estaba en el velatorio de Néstor pasaban pibes que levantaban el puño cerrado, no son del palo, como se decía antes, como si esto fuese un concepto peronista. No soy de esos tipos que solamente se ven puestos con una camiseta. Estamos encarnando un proyecto al que por primera vez la juventud se anima a decir que es nacional y popular. De donde venís nadie te pregunta, el tipo entendió que nacional y popular van juntos. A lo mejor con el peronista va a haber más cosas que me van a identificar, pero mientras me garanticen que vamos al mismo proyecto nacional y popular siento que estamos en el mismo tema, garantizado por la fuerte apuesta por la libertad. El mundo nos reconoce la política de derechos humanos por la fuerte apuesta a la libertad. La ley de matrimonio igualitario es novedosísima en el mundo, por la fuerte apuesta a la libertad, la de medios fue reconocida en el mundo por la fuerte apuesta a la libertad. Mis afectos con Cristina y con Néstor son grandes. Esas cosas se conquistan con el tiempo y a mí me conquistaron los dos. Pero aparte, yo estoy enamorado del modelo que estamos siguiendo y profundizando. Que pongan lo que quieran, yo sé el lugar que ocupo y lo que tengo que hacer todos los días. Y la que me dice lo que tengo que hacer es la Presidenta de la Nación, lo demás me tiene sin cuidado.
–Quedan algunos derechos para ampliar en el plano de temas de género, de aborto, o el de la tenencia de drogas para uso personal...
A.F.–Es indispensable resolverlo. Es de ignorantes, irrespetuoso, dañino obligar a un señor que decidió ser una mujer, a presentarse en una fila de hombres a exhibirse con su ropa y sus formas porque es su opción de género. O tener que llamarse por el nombre que le eligieron los padres aunque no cuadre, es una locura. La cuestión del aborto es mucho más para discutirlo. Yo desde el punto de vista dogmático siempre estuve en contra. Pero fui intendente de Quilmes y seguíamos las historias clínicas de 177 mujeres porque cuando vos tenés una mujer desnutrida vas a tener un bebé desnutrido. Si no querés seguirlo con amor seguilo por conveniencia, porque un pibe sano se va a la casa a los dos días y uno desnutrido se queda en neonatología 30 o 40 días y te cuesta una fortuna. Pero la realidad es que cuando tenés familias con complicaciones la mujer termina recurriendo de una forma u otra a un aborto ilegal a manos de salvajes que las lastiman físicamente y psicológicamente y encima vos tenés que denunciarla. Entonces, yo estoy en contra, pero encontrémosle la solución a este tema porque si no, tengo que levantar la mano para votar a favor, porque yo lo que quiero es defender a esa mujer.
–¿Y respecto de la despenalización de la tenencia de drogas para uso personal?
A.F.–La 23.737 es una ley retrógrada, pensada a la luz de la convención del ’88. Una visión similar a la que buscamos proponer ahora había en la Argentina anterior al ’73, ’74. La administración Nixon es la que define una estrategia de parangonar al consumidor y al traficante, y a López Rega esas cosas lo fascinaban, terminan apostando a una situación de esas características que se soluciona tras el regreso de la democracia en 1985 con el voto, que para mí es para poner en un cuadrito, del doctor Petracchi en el fallo Bazterrica, que refiere al articulo 19 de la Constitución. Esta es la visión que nosotros teníamos. Pero en el ‘88 la convención vuelve a hablar de una política absolutamente represiva y en el ’89 sale la 23.737. Todo el tiempo que perduró esa ley lo único que hizo fue dañar gente, meterla presa como si ésa fuera la solución. Cuando fuimos hace tres años a Ginebra planteamos el cambio de paradigma, los uruguayos primero y nosotros atrás. Nosotros queremos que el consumidor abusivo, que es el 20, 25 por ciento, y el adicto, que es el 4, 5 por ciento, vayan al sistema de salud. Y que nosotros vayamos por los hijos de puta que les venden basura a los pibes. Que es lo que se viene acá: la Corte introdujo la inconstitucionalidad de un castigo penal a un acto privado. Y nosotros vamos a terminar llegando a una ley de esas características.
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